El PSOE deja abierta la opción de una coalición con Iglesias y evitará apoyarse en el PP y los independentistas
El PSOE cierra la puerta a la gran coalición con el PP tras el “complejo” panorama que han dejado las urnas. “Nos comprometemos a que España tenga un Gobierno progresista lo antes posible”, ha asegurado el secretario de Organización, José Luis Ábalos, en una rueda de prensa tras la reunión de la Ejecutiva. La prioridad de Pedro Sánchez pasa por buscar el apoyo de Unidas Podemos, Más País, los partidos nacionalistas minoritarios y también de Ciudadanos para evitar apoyarse en las fuerzas independentistas, aunque Ábalos no descarta tener que hacerlo llegado el caso. En Ferraz dan por hecho que Pablo Casado no facilitará la investidura.
Ábalos no ha aclarado si el PSOE aceptará esta vez un Gobierno de coalición que reclama Unidas Podemos. Los socialistas, que quieren modificar el modo de aproximación al resto de partidos, evitan dar un portazo a que Unidas Podemos tenga asientos en el Consejo de Ministros, aunque en los últimos meses han dejado claro que no es una opción que les guste. Ábalos también ha deslizado que el grupo confederal ha perdido siete escaños y “porcentualmente” más que los socialistas en una campaña que Iglesias ha basado en la entrada en el Ejecutivo. La aspiración de Sánchez es gobernar en solitario con un acuerdo programático con el grupo confederal.
Sánchez contactará con el resto de líderes políticos en las próximas horas para “sondear” su posición respecto a la gobernabilidad. A esa llamada, en especial a la de Pablo Iglesias, esperan los socialistas para posicionarse sobre la posible coalición. “Estamos abiertos a escuchar y tenemos una actitud de enfrentarnos a una etapa nueva. Vamos a escuchar lo que plantean, lo que proponen, e intentar llegar a acuerdos de lo que creemos que interesa el país”, ha expresado Ábalos.
Lo que ha dejado claro el secretario de Organización es que no quieren apoyarse en los independentistas para que Pedro Sánchez siga en Moncloa. “No queríamos un Gobierno que dependiera de partidos independentistas y lo seguimos manteniendo”, ha dicho al principio de la rueda de prensa. “Vamos a seguir intentando no depender de los independentistas”, ha expresado más adelante.
El dirigente socialista ha dado por hecho que el PSOE “no va a tener la colaboración de la derecha” en referencia al PP –los socialistas vetan a la formación de extrema derecha–. “Creo que no cabe esperar la abstención del PP, su margen es muy escaso por la presión de la ultraderecha”, ha afirmado Ábalos: “No merece la pena seguir insistiendo”.
Con los independentistas y el PP fuera de la ecuación, el PSOE buscará el 'sí' de Ciudadanos a una fórmula que pasa también por Unidas Podemos, Más País y varios grupos minoritarios. “Sí puede salir una suma en ese sentido. Y la vamos a trabajar. Ese es el margen que queremos”, ha respondido Ábalos. La fórmula para sacar adelante la investidura sin depender de los independentistas catalanes ni de la abstención del PP obliga al PSOE a lograr el voto afirmativo de Unidas Podemos, Más País, PNV y Ciudadanos y al menos el de un grupo minoritario (PRC –que fue el único apoyo que Sánchez sumó tras el 28 de abril y los socialistas dan por hecho se repetirá–, BNG, Teruel Existe o Coalición Canaria).
Ábalos, que ha evitado hacer autocrítica por la bajada de del PSOE, ha admitido que “los resultados afectan a la fragmentación” y que esta “puede ser un problema pero en la práctica deja de serlo” porque las reclamaciones de las formaciones que necesita Sánchez –más allá de los tres nacionales, cuyo entendimiento es complejo– serán de carácter “territorial” más fácil de “atender”.
Los socialistas son conscientes de la complejidad de lograr el 'sí' de los diez diputados de Ciudadanos por lo que Ábalos no ha cerrado la puerta a llamar a los independentistas: “En función de cómo se vayan produciendo los hechos veremos hasta dónde tenemos que ir dialogando con el resto de formaciones políticas”.
Ábalos ha evitado hacer autocrítica por el descenso del PSOE, que pierde tres escaños y cerca de 800.000 votos, a pesar de que en Moncloa fueron optimistas y mantuvieron que podía aumentar hasta los 130 diputados rentabilizando la caída de Ciudadanos. En el partido advertían desde hace semanas de que era complicado mejorar los resultados del 28 de abril.
“Dada la complejidad de la situación no es un mal resultado”, ha expresado Ábalos, que ha recordado que la semana pasada el asumió en una entrevista que sería más o menos igual que hace unos meses. “Comparecimos a estas elecciones pidiendo más apoyo para superar el bloqueo. También tomamos nota”, ha reconocido: “Nuestra autocrítica va a ser en cómo vamos a actuar. Pero no necesitamos hacer ninguna flagelación, porque no vamos a contribuir a lo que otros están haciendo, que nunca van a reconocer que este partido ha ganado las elecciones”.