José Luis Ábalos no entrega su acta de diputado. El que fuera 'número tres' del PSOE desacata la resolución de su propio partido y se niega a abandonar el Congreso después del estallido de un escándalo de corrupción en el Ministerio de Transportes mientras él estaba al frente de ese departamento.
“He decidido hacer caso a los que me quieren y me piden seguir adelante con la defensa de mi reputación hasta las últimas consecuencias”, ha dicho en una comparecencia en el Congreso de los Diputados en la que ha lamentado no haber contado con el respaldo del PSOE.
“He decidido defender mi honor personal y mi reputación como diputado hasta las últimas consecuencias. Me gustaría estar haciéndolo respaldado por la dirección de mi partido, me hubiera gustado tener el beneficio del compañerismo, pero no ha sido así”, ha lamentado.
Tras su anuncio, el propio Ábalos se ha dirigido al Registro del Congreso para cumplimentar su salida del Grupo Parlamentario Socialista e integrarse en el Grupo Mixto, cada vez más nutrido tras la ruptura de Podemos y Sumar.
Su determinación de continuar como diputado llega después de que la dirección del PSOE decidiera exigirle a su exsecretario de organización la entrega de acta de diputado en un plazo máximo de 24 horas que se cumplían a mediodía de este martes. Una postura contra la que el exministro ha arremetido.
“Creo que tras haber contribuido a la conformación de un Gobierno, tras haber servido a nuestro país como ministro y tras haber colaborado en las primarias socialistas de 2017, me hubiera gustado tener el beneficio del compañerismo y poder haber compartido una reflexión por la senda del sosiego. No ha sido posible”, se ha quejado.
“He decidido hacer caso a quienes aún me quieren”, ha continuado. “Son esas personas quienes me han trasmitido el ruego de que siga adelante en la lucha por defender mi honorabilidad. No estoy acusado de nada ni formo parte de la investigación en curso ni tampoco tengo ningún enriquecimiento ilícito”, se ha defendido.
Ábalos, que ha calificado de “decepcionante y repudiable” el enriquecimiento ilícito que se investiga en el denominado 'caso Koldo' por la presunta implicación de su asesor y hombre de confianza, Koldo García, ha intentado limitar ese “problema” a un hecho puntual del que se ha desligado y sobre el que, en todo caso, ha pedido que sea “la Justicia quien resuelva”.
“Quienes exigen mi expulsión apelan a una cuestión ética. Pero ¿cómo sería la fase posterior a mi sacrificio público? ¿Quién se acordaría de reparar aquello?”, se ha preguntado antes de aseverar: “Si yo renuncio se interpretaría como un signo de culpabilidad que no asumo. Solo provocaría mi estigmatización. Sé lo que es un apestado”, ha dicho.
Quien fuera secretario de organización del PSOE ha anunciado durante su comparecencia sin preguntas que sería él mismo quien cumplimentara el trámite para pasarse al Grupo Mixto sin esperar a la expulsión de su partido por desacatar la resolución de la Ejecutiva socialista que este lunes le reclamó la entrega del acta.
“Puedo asegurarles que es una decisión muy dura, muy difícil en lo personal. Pero no puede acabar mi carrera política como si fuera un corrupto. Defender mi honor desde el Grupo Mixto me permitirá seguir defendiendo mis ideas y asistir al final de esta partida obligando a los que ahora quieren echarme a que tengan que mirarme a la cara”, ha proclamado.
Al final de su comparecencia, a José Luis Ábalos se le ha quebrado la voz al agradecer a sus compañeros y compañeras diputados y diputadas la trayectoria compartida, así como a los militantes que, según ha dicho, le han mostrado su afecto durante tantos años. “Nunca me imaginé fuera de estas siglas por a las que he entregado mi vida desde joven”, ha dicho al borde del llanto.
Tras concluir su intervención, Ábalos ha abandonado la sala de prensa del Congreso en dirección al Registro de la cámara, donde ha procedido a cumplimentar el papeleo para su integración en el Grupo Mixto. Luego, con la sesión plenaria ya comenzada, ha decidido no acudir a su nuevo escaño en el hemiciclo para abandonar la Carrera de San Jerónimo, esta vez ya sí, entre lágrimas.
Poco después de que terminara esa comparecencia, el PSOE ha anunciado la apertura de un expediente disciplinario a Ábalos por negarse a entregar su acta de diputado, y le suspende cautelarmente de militancia. Como consta en la resolución del PSOE, el expediente podría suponer la expulsión de Ábalos del partido.