“Quieren amordazar a los españoles mientras están con los enemigos de los españoles, que son los que asaltan nuestras fronteras”. Con esta frase ha concluido Santiago Abascal su discurso más racista y Xenófobo en el Congreso. No es la primera vez que el presidente de Vox ataca a las personas migrantes o las relaciona con determinados delitos, pero hasta ahora, al menos en sede parlamentaria, nunca se había atrevido a sostener que quienes cruzan la frontera o viven en España de forma irregular son un riesgo para la nación.
Abascal ha intervenido en la primera sesión de control del nuevo curso parlamentario después del líder del PP, Pablo Casado, quien ya ha lanzado un duro discurso contra Pedro Sánchez y el Gobierno. Casado ha exigido, otra vez, la dimisión del presidente, al que ha señalado como “el principal problema de España”.
El líder ultraderechista ha ido, como suele, más lejos que el del PP. Y esta vez ha tocado cumbre en lo que a discursos xenófobos en el Congreso se refiere. Abascal ha reiterado la letanía de epítetos que Vox lanza habitualmente contra el Ejecutivo de coalición. Desde su condición de “ilegítimo” a la de “traidor” a la nación, la Justicia y el rey.
También se ha victimizado, insinuando que el Gobierno quiere ilegalizar a Vox. Para ello, ha señalado, “les ha dado por acusar” a Vox “de crímenes de odio contra mujeres e inmigrantes”, “incluso de crímenes que no han ocurrido, del montaje de los sobres y del montaje de Malasaña”, ha añadido. Abascal ha calificado así de montaje las amenazas de muerte recibidas durante la campaña electoral de Madrid por el ya exvicepresidente del Gobierno y candidato de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, el ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska, o la directora de la Guardia Civil, María Gámez. Y también ha culpado al Gobierno de la repercusión de la falsa denuncia de una agresión homófoba en Madrid que terminó con la víctima reconociendo que las heridas se produjeron de una forma diferente a la que dijo inicialmente.
Abascal ha citado una retahíla de otros supuestos sucesos de los que no se ha “oído ni una palabra”, ha dicho, como “la manada magrebí que violó a una niña en Formentera, la chica que se quedó sin dientes atacada por unos menas, el hombre de Palencia agredido por un magrebí porque estaba comiendo un bocadillo de jamón o del joven de Melilla musulmán atacado por ser gay”. “Cuando las victimas no sirven para demonizar a Vox, ustedes callan”, ha zanjado. No es la primera vez que desde Vox manipulan datos para construir un discurso racista y xenófobo.
Tras la habitual victimización, Abascal ha lanzado el ataque contra las personas migrantes, pero esta vez añadiendo un nuevo desprecio hacia ellas. “Son capaces de todo con tal de no reconocer la estrecha relación que hay entre la seguridad de los españoles y el efecto llamada y la políticas de puertas abiertas de la que son responsables”, ha espetado. “Quieren amordazar a los españoles mientras están con los enemigos de los españoles, que son los que asaltan nuestras fronteras, nos quieren llevan a la ruina, dividir el país y sembrar el pánico en las calles”, ha concluido.
Abascal ha consumido en su discurso xenófobo todo el tiempo del que goza en la sesión de control. Pese a que el reglamento permite utilizarlo en dos veces, para permitir así el debate o la réplica entre diputados y Gobierno, el líder ultraderechista no se ha guardado ni un segundo para responder a Pedro Sánchez.
El presidente ha reprochado a Abascal precisamente su rechazo al diálogo. “Qué triste España defiende usted en la que solo caben ustedes y los que piensan como ustedes, y no cabe una amplia mayoría de la ciudadanía. Nosotros tenemos un modelo de sociedad en el que cabemos todos, también ustedes”, le ha espetado.
“Consideran que el diálogo es un atentado a la razón. Que traición es dialogar con alguien que piensa distinto”, ha lamentado Sánchez, quien ha señalado que Abascal se niega a hablar con los miembros del Gobierno. “Cuando ha habido ministros, o yo mismo, que hemos intentado contactar con usted, no se pone al teléfono”, le ha dicho. “Usted viene, suelta su speech y se acabó. Bueno, es su forma de entender la democracia”, ha concluido el presidente del Gobierno.