Las incompatibilidades entre cargos están copando y parece que seguirán haciéndolo buena parte del debate interno del PP en su congreso nacional, una discusión que se está intensificando en los últimos días y que hace prever un cónclave menos tranquilo de lo que se esperaba del partido de Mariano Rajoy.
Y en el centro del debate está, lo quiera o no, María Dolores de Cospedal, secretaria general y presidenta del PP en Castilla-La Mancha que ahora tiene además un importante cargo institucional, el de ministra de Defensa.
El caso de Cospedal no es, en absoluto, el primero, y ha habido en el PP y también en el PSOE algunos cargos orgánicos que han sido a su vez ministros.
Pero lo cierto es que van a presentarse numerosas enmiendas relativas al capítulo de incompatibilidades -que no ha variado en la ponencia de estatutos que se va a debatir- que buscan endurecer este asunto y no permitir que haya muchas excepciones.
Fernando Martínez-Maillo, vicesecretario de Organización, ha admitido esta mañana que ya hay varias enmiendas registradas sobre esta cuestión, y varios dirigentes regionales y provinciales han contado a Efe que van a llegar a Génova propuestas de sus respectivos territorios.
En público, son muy pocos los dirigentes que han cuestionado o criticado directamente a su secretaria general pero algunos sí han admitido que preferirían que no se acumulasen varios cargos en el partido.
Un ejemplo es Juanma Moreno, presidente del PP andaluz, quien opinó hace unos días que el partido debería tener una “voz propia” independiente del Gobierno.
Ni la dirección regional del partido ni el propio Moreno van a firmar una propuesta al respecto. Pero sí se prevé que lo hagan compromisarios de forma individual, y no solo de Andalucía, sino de toda España, según han confirmado fuentes populares.
Y es que el debate está ahí: hay quienes creen que Cospedal debería dejar la Secretaría General; están quienes piensan que debe abandonar al menos uno de sus dos cargos en el partido, el nacional o el regional; y están quienes la defienden con firmeza y esperan que siga manteniendo sus cargos.
María Dolores de Cospedal quiere seguir siendo secretaria general y así lo ha dado a entender en varias ocasiones, empezando por el día en que tomó posesión como ministra y quiso dejar claro que se mantenía de 'número dos' del partido.
Ayer mismo, en Antena 3, defendía su situación y apuntaba que ella entiende esa acumulación de cargos como una acumulación de “responsabilidades” por la que se había sacrificado y estaba “orgullosa” de tener.
Cospedal también subrayaba que ella ha sido la voz del partido en los últimos -y difíciles- años, y admitía que “una cosa es el gobierno y otra el partido”, pero defendía que haya “una gran sintonía” entre ambos.
En cualquier caso, es evidente que el futuro de María Dolores Cospedal, si ella quiere seguir en el puesto, depende en última instancia de quien la nombra: Mariano Rajoy.
Rajoy siempre trata de mantenerse al margen en estos asuntos pero hace unos días, en una entrevista en Faro de Vigo, dijo que Cospedal “acredita méritos suficientes para desempeñar con éxito cualquier tarea política y para desempeñar más de una también”.
Y pese a estas palabras de apoyo a Cospedal, Rajoy no ha zanjado este debate confirmando si la mantiene o si por el contrario, piensa relevarla.
Si Cospedal no siguiese, todos los dirigentes consultados por Efe apuntan el mismo nombre para ocupar la Secretaría General: Fernando Martínez-Maillo.
Incluso quienes citan otras posibilidades como la de Alfonso Alonso recurren después al de Maillo al reconocer que el actual responsable de Organización sería el que más consenso despertase -a Alonso se le relaciona con el círculo más estrecho de la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría- en el conjunto del PP.
Valoran además la labor que Maillo ha hecho en los últimos meses en un momento en el que el partido tiene que afrontar varias crisis territoriales abiertas en territorios como Baleares y cuenta con gestoras en Valencia, la Comunidad de Madrid o Navarra.
Consideran en definitiva que el vicesecretario de Organización es el mejor posicionado en caso de que el puesto quede vacante, y apuntan otras 'virtudes' como la que señala un dirigente, la de que Maillo no está en este momento entre quienes aspiran a ser algún día el 'número uno' del partido, y es bueno que un secretario general no quiera ser el máximo líder.
Admiten unos y otros que el asunto de las incompatibilidades tiene visos de protagonizar el congreso, muy por delante del modo de elegir al líder, después de la enmienda del PP de Madrid que defiende que los militantes voten tanto en primera como segunda vuelta.
Coinciden varios dirigentes en que Cristina Cifuentes está bastante sola en este propósito, y esperan que al congreso llegue una propuesta transaccionada.
Maillo ya ha hablado de la posibilidad de “trabajar en los porcentajes” sobre las mayorías reforzadas por las cuales un candidato es ya elegido por la militancia sin que los compromisarios puedan revertir la decisión en segunda fase.