Aina Vidal: “Hay una carrera entre Junts y Esquerra que puede terminar llevándonos a todos por el acantilado”
Tras el fracaso de Alberto Núñez Feijóo, PSOE y Sumar empezarán a poner a prueba su capacidad negociadora para tratar de revalidar el Gobierno de coalición. Aina Vidal (Barcelona, 1985), portavoz adjunta de En Comú Podem en el Congreso, partido integrado dentro de la coalición que lidera Yolanda Díaz, piensa que las negociaciones saldrán bien, a pesar de los últimos movimientos de las fuerzas independentistas catalanas, que han pedido incluir en la mesa de negociación de la investidura un referéndum de autodeterminación.
En una entrevista en su despacho del Congreso de los Diputados, pide a Esquerra Republicana y a Junts que hagan un ejercicio de reflexión sobre su estrategia. “Si Esquerra o Junts boicotearan esta oportunidad para Catalunya lo tendrían que explicar, pero estoy convencida de que todo el mundo va a saber actuar en consecuencia del momento que estamos viviendo”, afirma. Aunque reconoce que si la carrera interna entre los dos partidos se intensifica, el resultado puede ser una repetición electoral.
Pedro Sánchez y Yolanda se mostraban muy optimistas este jueves sobre un nuevo gobierno. Ese mismo día, ERC y Junts publicaron una propuesta que fijaba como condiciones para la investidura trabajar para un referéndum. Este viernes Salvador Illa no se cerraba a unas nuevas elecciones si el independentismo seguía por esa vía. ¿Dónde debemos situarnos? ¿En el optimismo de Sánchez y Díaz o en lo que ha pasado en las últimas horas?
Con el sentido común. Nadie en Catalunya, mucho menos alguien que diga querer Catalunya, puede permitirse el lujo de dar una nueva oportunidad a la derecha para gobernar. Creo que Esquerra Republicana y Junts per Catalunya tienen que ser responsables y tienen que entender que una negociación se da en la mesa de negociación. Los gestos que se han dado en las últimas horas es evidente que no ayudan ni a la amnistía ni al acuerdo general y creo que tienen que hacer un ejercicio de reflexión.
¿Pero cree que las negociaciones están hoy más complicadas que ayer?
Vamos a tener gobierno de progreso y vamos a ir a una investidura de Pedro Sánchez. Todo el mundo va a entender que este es un momento crucial, que tenemos la oportunidad de tejer un nuevo bloque democrático que nos permita avanzar en cuestiones que hasta ahora el Partido Socialista no se había abierto a tratar. Y creo que es una oportunidad que no se puede dejar pasar. Si Esquerra o Junts boicotearan esta oportunidad para Catalunya lo tendrían que explicar, pero estoy convencida de que todo el mundo va a saber actuar en consecuencia del momento que estamos viviendo.
¿A qué cree que se deben estos movimientos?
Hay una carrera entre Junts y Esquerra que puede terminar llevándonos a todos por el acantilado. El peligro es no entender que esto no es un momento de electoralismo, no es un momento para colgarse medallas, es un momento para hacer algo importante para el país. Esto no va de Carles Puigdemont, esto no va de Esquerra Republicana, esto no va de los comuns. Esto va de un pacto necesario para un país más decente. Y esto va de un pacto necesario también para una amnistía que tiene que permitir rebajar la tensión y normalizar la política, no solo en Catalunya, sino entre Catalunya y el resto del Estado. Estamos un poco cansadas de ver gesticulaciones dentro del Parlament y entre estos dos actores y cansadas también de ver a un president de la Generalitat que actúa como portavoz de Esquerra Republicana y no como el presidente de los catalanes y de las catalanas. Tienen que ser responsables. Las negociaciones cuando salen bien no es a través de los medios, es sentados en la mesa de negociación. Eso es donde tenemos que volver.
Ellos han planteado un referéndum de autodeterminación. ¿No es algo que desde Sumar se piensa que el PSOE debería asumir en esas negociaciones para esta legislatura? ¿Que se podría elaborar una propuesta de referéndum de autodeterminación que facilitase la investidura de Pedro Sánchez?
Primero A, luego B y luego C. Es un error político muy grave dar por hecha la amnistía. Eso no está cerrado, lo estamos negociando y hay un acuerdo pendiente que no existe. A día de hoy todas tenemos voluntad. El propio Partido Socialista y en este caso Pedro Sánchez, hizo unas declaraciones al respecto. Nosotras tenemos muchas propuestas también sobre la amnistía, lo estamos negociando en una mesa y es ahí donde se tiene que negociar. Dar por hecha la amnistía implica no solo poner en riesgo las negociaciones, sino dar por descontada una victoria que todavía no nos hemos podido apuntar. Creo que el pueblo de Catalunya necesita poder celebrar victorias. El gesto que están teniendo tanto Junts como Esquerra Republicana es equivocado y no nos permite avanzar como país.
Siempre hemos defendido el referéndum, pero no se hace en 15 días. Primero va la amnistía
Nosotras siempre hemos defendido el referéndum como una forma de dar la palabra a la ciudadanía, que tiene que tener la última palabra. Pero lo primero para que esto suceda se llama amnistía. Lo segundo, diálogo a la par que confianza. Y después un acuerdo. El referéndum no se va a pactar en una semana ni en 15 días. Requiere tiempo y lo primero es que se cierre la amnistía.
¿No es cierto entonces lo que dice ERC de que la amnistía ya está cerrada políticamente y faltan cuestiones técnicas?
Todo son cuestiones técnicas en una ley. Hacer pasar por cuestiones nimias estos elementos legales también es un error. La amnistía, como cualquier otra ley, tiene que ser una ley perfecta, que jurídicamente esté amparada y que no tengamos problemas después en términos de aplicación o de efectos varios. Tenemos que ser serias. No dar por vendida la piel del oso antes de cazarlo. Cerremos la negociación, que no está aún, y luego ya veremos para dónde vamos.
¿En qué punto está esa negociación? ¿Qué impide que se cierre ya?
Yo defiendo mucho la pulcritud y la seriedad y creo que es muy importante. A lo mejor es porque vengo del sindicalismo y sé bien cómo funciona una negociación cuando tú la haces pública o cuando te dedicas a ir un poco más lejos incluso de lo que sería lógico que fuera tu plataforma de negociación. Entonces hay turbulencias en la misma, que es lo que ha sucedido hoy [por este viernes]. Debemos ser responsables, estar centradas y creo que todas tenemos que ser discretas. Yo no puedo revelar qué es lo que se está discutiendo a día de hoy en esta mesa de negociación. Creo que estaba funcionando bien y que las cosas iban funcionando de forma bastante acelerada para lo grande que es esta temática y creo que es ahí donde tenemos que volver.
Sumar está trabajando con un equipo de 20 expertos, liderado por Jaume Asens. Entiendo que tienen previsto realizar un informe de cara a esa amnistía, no sé si de cara a esa negociación piensan publicar las conclusiones de ese informe de expertos, en aras también de hacer pública la posición de Sumar o de allanar la negociación.
Lo vamos a hacer. Son dos cosas distintas. Nosotras también tenemos derecho a explicar públicamente cuáles son las posiciones que estamos manteniendo en esta negociación y, sobre todo, cuál es nuestro prototipo de ley o de reforma que se tenga que hacer. Esto sucederá en breve. Pero esto es aparte de la negociación. Todos los actores tenemos posición, pero es obvio que nunca va a ser el 100% de ninguna parte. Por eso hay que ser prudente con lo que contamos en torno a la mesa de negociación.
¿Creen que sería bueno, desde un punto de vista simbólico, que el PSOE se reuniera, de forma más o menos pública, con Carles Puigdemont o con algún líder de Junts?
Todas las partes tienen responsabilidades. Esquerra y Junts tienen que entender que lo que está en juego no solo son sus carreras políticas, que está en juego el futuro de Catalunya y del Estado. Pero el Partido Socialista también tiene que hacer una lectura tanto de su forma de funcionar en torno a las propias negociaciones como también sobre cómo entienden que va a funcionar esta legislatura. Hay un cambio de mayorías. Tenemos un bloque democrático, que no progresista, para apoyar a este gobierno de progreso. Eso nos tiene que hacer ver también que existen mínimos comunes denominadores de ciertos partidos.
Esquerra y Junts tienen que entender que lo que está en juego no solo son sus carreras políticas, que está en juego el futuro de Catalunya y del Estado
¿Qué nos une con Junts per Catalunya? Pues ya les diré que el modelo de país en absoluto. Defendemos modelos de país absolutamente antagónicos. Son de derechas, por eso tienen mucho más en común con el propio Partido Popular en muchas cuestiones, en materia económica o de desarrollo. Pero es cierto que Junts no es Vox, sino que es un partido de raíz democrática que en años anteriores ciertamente incurrieron en errores graves sobre esta materia, pero con los que nos podemos poner de acuerdo esta legislatura en cuestiones fundamentales. Estamos hablando del Consejo General del Poder Judicial, estamos hablando de la renovación de los órganos de Televisión Española, estamos hablando de la Ley Mordaza, estamos hablando de la financiación autonómica, estamos hablando de la ley de lenguas. Cuestiones que el Partido Socialista ha frenado porque creía que eran de segunda o que tenían menos interés. Esta nueva mayoría debe tomar esta responsabilidad de época precisamente para hacerlo posible.
¿Y no cree precisamente que puede ser al revés? ¿Que el peso de una fuerza conservadora en ese nuevo bloque le haga más fácil al PSOE negarse a ciertos avances progresistas?
Me parece una excusa por parte del Partido Socialista y creo que es un mal punto de partida el hecho de que simplemente se planteen que estos cuatro años pueden ser de paseo. Creo que es una ofensa. Estos cuatro años son una oportunidad para seguir desarrollando un país mucho más moderno, más justo y más social. Eso es lo que hicimos en la anterior legislatura y eso es lo que tenemos que seguir haciendo. Solo así, realmente este gobierno tendrá sentido. Tienen que sentir la presión. Esto va a tener que ver con unos socios de gobierno que seremos nosotras, que claramente estaremos apretando para que eso suceda y en el que espero que podamos tejer unas alianzas más amplias para apretar en estos mínimos comunes denominadores de todo el espacio amplio del bloque democrático.
Ahora el foco está en Junts y en ERC y en la amnistía, pero la legislatura pasada hubo una repetición electoral por la falta de acuerdo entre PSOE y Unidas Podemos. ¿Cree que puede volver a pasar?
Yo diría más bien que el Partido Socialista no tenía claro con quién quería ir. Jugó con Ciudadanos y falló.
¿Y cómo están yendo las negociaciones?
Hay un grupo que está negociando el acuerdo de Gobierno, que no podemos desvelar. Pero insisto, primero A, luego B y luego C. Ahora mismo lo fundamental es garantizar que vamos hacia una investidura y para ello es importante que haya elementos que faciliten la misma. Y eso se llama amnistía.
¿Qué propuestas son importantes para Sumar?
La cuestión social es fundamental, donde introduzco también la cuestión medioambiental. La lucha contra el cambio climático debe ser claramente una de las prioridades de este gobierno. Tenemos retos muy importantes en torno a la transición ecológica, la transición energética y también a desarrollar estos nuevos derechos climáticos. Tenemos que hablar también de feminismo y de lucha contra la lacra del machismo y de los asesinatos en clave de género. Es un horror. Son 49 las mujeres asesinadas por el hecho de ser mujeres y aún tenemos comunidades autónomas y ciudades con gobiernos que niegan siquiera la existencia de este tipo de violencia.
Ha sido un acierto el desarrollo económico y las medidas en el ámbito laboral que hemos tomado, pero vamos hacia una nueva época. 2024 va a ser un año complicado. Es posible que puedan tener tentaciones el conjunto de la Unión Europea con tal de recuperar el austericidio que nos hizo perder décadas de vida en este país. Por eso es fundamental que haya un gobierno fuerte, que se plante en Europa y que presione por medidas como el tope del gas. Tenemos muchos deberes en torno al eje democrático. Nos quedó a medias la ley mordaza. Habíamos avanzado muchísimo, pero hubo una falta de ambición por parte del Partido Socialista y una falta de responsabilidad gravísima por parte de Esquerra Republicana y de EH Bildu.
Podemos e Izquierda Unida han hecho sus propias propuestas para esta negociación. No sé si los comuns tienen también sus propuestas o asumen todo lo que está negociando el equipo de Yolanda Díaz en estas negociaciones.
Nosotras también estamos en esas negociaciones y obviamente es un documento que hemos hecho de forma conjunta. El reto que representa el grupo de Sumar es mucho más amplio que hacer una recolecta entre unos y otros. Estamos intentando hacer algo que nunca ha conseguido nadie, que es generar un espacio realmente confederal, de izquierdas. Y eso implica que todo ello se tiene que mezclar. Esto no son solo las propuestas de unos o de otros, deben ser las propuestas del espacio en conjunto y eso implica integrar todas las demandas que son de cariz nacional o territorial. Para nosotros es fundamental recuperar ese contrato territorial que se rompió en el 2012, cuando el Partido Popular hizo una campaña contra Catalunya y recurrió al Estatut ante el Constitucional. Esa confianza quebrada, ese pacto territorial aniquilado, ahora tenemos la obligación de recuperarlo.
Tenemos interés en poder participar en este gobierno, es una cuestión de nuestro ADN. Sabemos gobernar
¿Cómo creen que debería ser el reparto de la parte más orgánica, el reparto interno de Sumar en el futuro gobierno? ¿Van a reclamar un ministerio? ¿Creen que deberían tener el mismo peso que tenían en Unidas Podemos?
Hay que tener respeto por las negociaciones que estamos teniendo ahora mismo y tener respeto implica abordar las cosas en el orden que tienen que ser. Igual que en las matemáticas, en política, también el orden de los productos altera el producto. Estamos centrados en la investidura. Tendremos tiempo para hablar de los ministerios. Tenemos interés de poder participar de este gobierno. No es una cuestión siquiera de ambición, es una cuestión de nuestro ADN. En En Comú Podem somos de raíz claramente municipalista. Nos gusta gobernar, gobernamos bien y obviamente aspiramos a seguir haciéndolo. Pero eso no toca ahora. Lo discutiremos y lo hablaremos en el momento que toque.
¿Cree que Izquierda Unida y Podemos también deberían tener un ministerio? Lo digo pensando en cómo se han desarrollado los últimos movimientos dentro del espacio, si creen que una elección de perfiles más técnicos y no tanto de partidos podría generar tensión al interior del espacio político.
No conozco ningún dirigente de Sumar, de Unidas Podemos, que sea técnico como tal. Creo que todas las personas que han jugado un papel y que lo seguirán jugando, sean de la procedencia que sean, tienen una calidad política absolutamente incuestionable. No estamos hablando de esta diferencia entre perfiles. Es precipitado por muchos motivos, primero por el político y segundo porque es que ni siquiera sabemos qué ministerios van a existir.
Los comuns han salido beneficiados del reparto de portavocías de Sumar en el Congreso. También tuvieron tiempo de intervención en el debate de investidura. ¿Hay una sintonía mayor entre ustedes y Yolanda Díaz que quizá con otras fuerzas políticas dentro del grupo de Sumar? Lo digo por lo que hemos visto en en las últimas semanas con quejas por parte de Podemos, también Izquierda Unida ha cuestionado algunas decisiones, ha dicho que ha habido decisiones poco democráticas, que esto debería ser de otra manera.
Sumar acaba de empezar y es responsabilidad de todas el funcionamiento interno que tenga. Ya tenemos un espacio de dirección de todo el grupo parlamentario. Todos los grupos políticos tienen un representante en ese espacio y por lo tanto es un sitio no solo democrático sino útil. Es ahí donde se tienen que dirimir los problemas. Tenemos mucho tiempo por delante para construirnos como espacio.
Creo que no le damos importancia al hito que supone tener este grupo parlamentario. Siempre nos habían dicho la importancia de que la izquierda fuera junta. Siempre había habido muchas dificultades al respecto y estamos haciendo exactamente eso. Eso implica no solo un elemento bonito hacia fuera, de reconocer la pluralidad, de reconocer la unidad, etcétera. Esto implica dificultades obviamente la interna. Somos espacios distintos, algunos somos partidos. Hay una mezcla también en términos territoriales y de representatividad, y eso comporta obviamente tensiones si lo queremos llamar así, obviamente implica dificultades a veces a la hora de pactar. Pero lo estamos llevando bien. La conversación que estamos teniendo dentro del grupo parlamentario tiene que ver con esta España confederal, plurinacional, que aún no sabemos bien bien en qué se concreta. Tenemos que ir construyéndola paso a paso.
¿Cómo valora el papel de Sumar en este primer debate de legislatura?
Yo creo que hemos sido claves no solo para construir los días previos, sino también en la propia investidura. Creo que lo que ha intentado el señor Feijóo es hacer un cambalache entre una investidura y una moción de censura. Fue oportuno recordarle cuáles son sus grandes puntos flacos en este sentido. Ya no es su alianza con Vox. Ellos solos ya han tomado un camino en torno a la censura, a la restricción de las lenguas, a la eliminación de consejerías tan importantes como es Igualdad o el cambio climático. Era importante ponerles enfrente de cuál es la consecuencia. El Partido Popular se está convirtiendo en una fuerza de extrema derecha, dejando a un lado ese elemento de sentido de Estado que tanto habían reclamado para ellos mismos durante tanto tiempo. Están fuera incluso de la propia Constitución y eso les pasará factura.
¿Cómo están siendo las negociaciones para el futuro reglamento interno del grupo? ¿Cree que un buen reglamento puede solucionar las tensiones que se han ido generando?
No lo llamaría tensiones, lo llamaría diálogo entre las diferentes fuerzas que estamos construyendo algo que nunca antes ha existido. Requiere de un tiempo de adaptación, por decirlo así. Uno de los elementos fundamentales es tener un reglamento de grupo y nos estamos dando unos cuantos días para poder hacer aportaciones. No hemos tenido tiempo entre la investidura y todo lo que ha ido sucediendo y yo creo que estamos dentro de unos márgenes de absoluta normalidad.
Pero no sé si entiende las quejas de Podemos de Izquierda Unida por este tipo de cuestiones, por que no se les deje hablar en la en la investidura, por que no tengan portavocías...
El término no es que no se les deje hablar.
Que no hayan hablado. Podemos dice: “No se nos deja hablar”.
Tampoco habló Más Madrid, tampoco habló Compromís, tampoco habló Més, tampoco habló CHA. Somos 14 grupos. No podremos salir todos en todos los plenos. Nos vamos distribuyendo. Igual que en el de Lengua salió País Valencià defendiendo la unidad lingüística y hablando por los cuatro territorios de habla catalana, en el pleno de investidura nos repartimos distinto. Esto irá cambiando pleno tras pleno. Tenemos que hacer compatible la existencia de realidades políticas y nacionales distintas dentro del grupo con la necesidad de que haya un mensaje coherente y conjunto de todo el grupo. Y esto es un reto para nosotras y para cualquiera. Pero a nadie se le deja fuera.
Pero es verdad que al no tener portavocías adjuntas Podemos o Izquierda Unida, que son fuerzas estatales, parecen soslayadas.
Yo no he visto que el hecho de no tener portavocías impidan a Enrique Santiago hacer ruedas de prensa, exactamente igual que Javier Sánchez Serna. Eso no les está impidiendo ni tener actividad política, ni tener su propia voz, ni hacer ruedas de prensa de forma habitual y normal. Son un partido y tienen el derecho a poder expresar su opinión. Otra cuestión es el funcionamiento dentro del propio grupo. Ahí tendrá que haber normas comunes para todas, porque somos 14 fuerzas dentro y en los plenos no podremos salir siempre.
Movimiento Sumar hará una asamblea después de la investidura. ¿Los comuns piensan integrarse de alguna manera en esa plataforma? ¿O comparten la propuesta de Izquierda Unida de crear un Frente Amplio con mecanismos democráticos de decisión en el que Sumar sea un partido más?
Catalunya en Comú somos un partido de raíz catalana. Un proyecto nacional catalán y buscamos un referente con el que podamos tener una relación federal, confederal. En este caso con Sumar.
¿Pero cómo piensan que debe relacionarse Movimiento Sumar, el futuro partido de Yolanda Díaz, con el resto de formaciones de lo que ahora es la coalición electoral?
Nos tenemos que dar un poco más de tiempo y creo que el debate tiene que ser entre nosotras. Hay varias propuestas en la mesa pero es importante que Sumar se exprese. Es importante que todas podamos conformar un espacio español, una fuerza potente con capacidad de transformación y el resto no es más que arquitectura. Tendremos tiempo para hablar de ello.
Esta semana se ha celebrado el encuentro de Los Verdes. ¿Cree que con Sumar habrá un acercamiento más profundo?
Así lo espero. Creo que el movimiento verde es el movimiento del futuro, creo que no se puede ser de izquierda sin ser ecologista y me parece fundamental el hecho de que se convierta en un tronco de los fundamentos de Sumar.
De cara a las europeas, en Unidas Podemos había más diputados que se iban a The Left. ¿Cree que esto puede cambiar?
Esto forma parte del diálogo que comentábamos anteriormente. Creo que venimos de tradiciones distintas pero tenemos un mismo objetivo y eso lo tendremos que discutir en los próximos meses.
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