Izquierda Unida está volcada en la plataforma política que está diseñando la vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz. Por ello, el coordinador federal de la coalición y ministro de Consumo, Alberto Garzón, quiere llevar a la ejecutiva que se celebra este sábado una serie de propuestas para contribuir al articulado de esa herramienta. La idea del líder de IU es poner en marcha una mesa de organizaciones políticas en la que estén representadas todas las fuerzas que quieran participar en Sumar y unas “primarias proporcionales” para diseñar las candidaturas para las próximas generales.
Garzón intervendrá este fin de semana en la coordinadora federal de Izquierda Unida con un informe político que, como cada año, marcará las líneas del partido. En el borrador de ese documento, al que ha tenido acceso elDiario.es, el secretario general considera que 2023 será “trascendental” para el futuro del país y también para la próxima década. “No está en juego el Gobierno de coalición, está en juego la legitimidad gubernamental de la izquierda transformadora y las distintas expresiones de la España plurinacional”, apunta. El documento pone en valor el trabajo del Ejecutivo en estos tres años, pero menciona una única vez a Unidas Podemos y pide una candidatura política de unidad de la izquierda en torno al proyecto de Yolanda Díaz.
Para este año en el que, avanza Garzón en el texto, “no está en juego únicamente la posibilidad de un nuevo gobierno de corte conservador” sino “la homologación completa de la extrema derecha”, el dirigente de IU planteará este sábado cinco ideas fuerza con las que revalidar el Gobierno de coalición y garantizar “que las cosas salgan bien en 2023, no solo –ni principalmente– para la izquierda, sino sobre todo para la clase trabajadora y los sectores populares”.
El documento que tiene previsto plantear ante la ejecutiva del partido otorga una importancia crucial a la “máxima unidad posible”. “Izquierda Unida defiende la unidad electoral y la unidad popular, pero si no es posible Izquierda Unida estará presente, de manera reconocible e inequívoca, en el mayor número posible de territorios porque allí donde Izquierda Unida es fuerte, se consiguen más avances, sea un municipio pequeño, mediano, grande o en una Comunidad Autónoma”, expone.
Ese proceso de unidad, no obstante, tiene que ser capaz de incluir “no solo a organizaciones políticas, sino también a personas no adscritas a partidos políticos”. “Necesitamos un revulsivo organizativo y un nuevo estímulo de participación para ensanchar la base militante de la izquierda”, advierte Garzón.
Es ahí donde entra Sumar, el proyecto que está poniendo en marcha la ministra de Trabajo para las próximas elecciones generales y, como ha repetido en multitud de ocasiones en sus actos, también “para la próxima década”. Garzón celebra el “proceso de escucha” con el que Díaz está dando forma a la plataforma y reconoce que “a pesar de las deficiencias y errores que se han podido cometer”, el proceso ha conseguido “implicar a miles de personas que no estaban necesariamente vinculadas a organizaciones políticas”. “Frente a las tentaciones de repliegue defensivo hacia las certezas, necesitamos ensanchar el espacio”, sostiene.
Por ello, Garzón plantea que su formación debe seguir “participando en el proceso” y coordinar con las federaciones “cualquier acción de Sumar en el territorio”. Pero sobre todo, el informe político del coordinador federal propone dos cosas.
Por un lado, la creación de una mesa de organizaciones políticas que incluya a todas aquellas “organizaciones que quieran participar en el proceso de Sumar en particular y de la construcción del proyecto de país en general”. Aunque no detalla el contenido ni las funciones de ese grupo de partidos o formaciones, el documento plantea también que, de cara a las próximas generales, deben celebrarse “primarias proporcionales”, con censo específico y por circunscripciones para dar forma a las candidaturas de unos comicios que si nada cambia se celebrarán a finales de 2023. “Esta es la mejor manera de generar un proceso de participación y refrendo popular”, sintetiza el documento.
Un buen resultado en las autonómicas y municipales
El dirigente de IU ve en las elecciones del próximo 28 de mayo una “cita importantísima” no solo como fin en sí misma sino también “de cara a las propias generales”. “Estas elecciones se juegan más que nunca abajo: la pandemia revalorizó el principio de subsidiariedad, lo cercano, y autonomizó los debates. Para bien o para mal, las batallas fundamentales se libran en cada uno de los municipios”, expone el documento de Garzón, que reivindica a Izquierda Unida como “la organización municipalista de la izquierda transformadora” del país.
Así, Garzón defiende que su formación tiene el trabajo hecho y cree que debe asumir un “rol protagónico para articular la izquierda a nivel municipal”. “Una organización sin la cual ninguna candidatura autonómica puede obtener ningún resultado”, ha sostenido el ministro, que envía así un mensaje a Podemos, su socio de coalición, con quien ultima las negociaciones para las candidaturas de confluencia con las que concurrirán en autonomías y municipios. “De mayo nuestra organización tiene que salir con la autoridad reconocida por las demás organizaciones del espacio conjunto como la base territorial y organizativa del nuevo sujeto político de la izquierda transformadora”, demanda.
Para ganar en esas elecciones, Garzón cree que el Gobierno de coalición debe “profundizar en el cumplimiento del acuerdo” que las dos partes suscribieron hace tres años, “especialmente los apartados más ambiciosos en términos sociales”. “La presión de nuestros compañeros y compañeras de Unidas Podemos en el Gobierno va en la buena dirección. Si el PSOE primero rechaza nuestras propuestas diciendo que no son viables pero luego se ve obligado a aplicarlas, bien por interés electoral o sencillamente porque son las mejores, es necesario que este proceso se aligere”, dice el dirigente de IU, que alerta además del clima de desconfianza y ansiedad colectiva que aceleran los elementos reaccionarios.
Por eso, dice, “no bastará con lo que se ha denominado «tecno-populismo», esto es, una buena gestión con compromiso social”, sino generar “una expectativa de futuro, un nuevo horizonte que interpele a los sectores sociales”. Ese proyecto debe estar encabezado, entiende, por Yolanda Díaz. “Debemos dotarnos de nuevas herramientas para avanzar hacia el cumplimiento de los derechos sociales más básicos”, concluye.