- Alberto Garzón ha defendido en una entrevista con Carne Cruda la “radicalidad” de ideas que mantiene IU frente al “giro al centro” que ha ido realizando Podemos
El candidato de Izquierda Unida-Unidad Popular, Alberto Garzón, ha pasado este jueves por la Carnicería del programa radiofónico de Carne Cruda, donde ha vuelto a culpar a Podemos del fracaso de una posible confluencia con IU de cara a estas elecciones generales del 20D. Garzón ha sido tajante: “En Podemos nunca quisieron un pacto con IU”. A su juicio, lo que pretendió el partido de Pablo Iglesias fue entrar en un “mercado de fichajes, comprarme a mí como si fuera Messi”, cuando para él la política es algo que va “mucho más allá”.
“Dos no colaboran si uno no quiere”, ha insistido Garzón, aunque ha recordado que tanto en Galicia como en Cataluña están trabajando en candidaturas unitarias. “Allí donde se ha podido construir, se ha hecho”, ha dicho, pese a que después ha lanzado otra vez duras críticas por el “giro al centro” que está realizando Podemos en sus planteamientos programáticos.
El candidato fue preguntado por qué, si considera que Podemos está instalado en el centro, mantuvo conversaciones para confluir. Garzón ha explicado que ese “giro al centro”, esa “moderación de su discurso” y ese “espíritu de intentar parecerse a UCD”, lo han efectuado los dirigentes del partido de Iglesias según ha ido avanzando la campaña, no antes. De ese giro ha excluido a Galicia y Cataluña, donde “no es Podemos los que llevan la batuta”, pero sí “en el resto del Estado”.
Garzón ha situado ese viraje al centro en cuestiones como asumir los compromisos de la OTAN, el libre mercado con las eléctricas, o el proceso constituyente, sobre cuya defensa ha afirmado que “nos hemos quedado solos”. En este último punto, cree que Podemos ha mantenido también una clara “ambigüedad” en la apuesta por un modelo de Estado republicano, sin monarquía - que él no ha dudado en volver a calificar como “corrupta”-. “IU se dejó la piel para llegar a acuerdos con todo el mundo”, ha zanjado.
El candidato de IU-Unidad Popular ha reconocido que la coalición sigue arrastrando “elementos negativos en la mochila” -como la implicación de José Antonio Moral Santín en el caso de las tarjetas black-, pero ha añadido que esa mochila tiene sobre todo elementos positivos como “la lucha histórica de nuestros padres y madres”.
Además, ha defendido el esfuerzo de “renovación profunda” que ha habido en su partido desde las europeas. Garzón ha dejado claro que no va a ser él quien no reconozca los errores del pasado. “Nunca he sido un patriota de partido, soy un patriotas de ideas”, ha dicho.
Sobre la identificación de su candidatura únicamente con su persona, lo ha achacado al “resultado de la política espectáculo”, explicando que cuando le llaman para ir a cualquier programa, “nos dicen que vaya solo yo”, pensando en que que los ciudadanos dicen: “Yo solo quiero ver a este chaval de 30 años”, lo que “alimenta ese mito”. Dicho esto, ha asegurado que durante la campaña van a “superar esa limitación” y van a hacer un esfuerzo “para que la gente conozca al resto de los candidatos”.
Garzón ha contestado a varias preguntas realizadas por los ciudadanos sobre su programa. Una de las dudas que ha despejado es su posición sobre el euro y la posible salida de la moneda común europea. El candidato ha afirmado que lo ve complicado porque ahora es “bajarse de un avión en pleno vuelo”. “No creo que se dé esa disyuntiva aunque la idea del euro fue una mala idea”, ha sostenido, para opinar después que el problema de la economía española “es la desigualdad” y el modelo productivo que, a su juicio, hay que modificar radicalmente. ¿Cómo?, ha sido preguntado. Garzón ha respondido que, entre otras cosas, “con una mayor inversión en ciencia”, fijándose como meta “la creación en un año de un millón de puesto de trabajo garantizado”, distribuyendo mejor la riqueza y aumentando la presión fiscal a las grandes empresas y a los que más tienen.
El candidato de IU-Unidad Popular ha apostado también por la “recuperación los derechos laborales con indemnización de 45 días” y ha defendido una “renta mínima”, pero solo “para un sector de la sociedad”, frente a la renta básica universal que defiende Podemos. Como broche final, se ha mostrado convencido de que “van a dar la sorpresa” el 20D porque su campaña está siendo muy “entusiasmante”.