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MAPA | La aldea irreductible del PP en Barcelona

Las elecciones catalanas dejaron un mapa barcelonés pintado del color turquesa, correspondiente a la coalición Junts pel Sí. No es el caso de los bloques de viviendas que rodean la Plaça de la Infancia en el barrio barcelonés de Sant Martí dels Provençals, en el distrito de Sant Martí. 283 residentes de las 1.105 personas censadas en la sección auparon al PP con la victoria, con el 32,6% de los votos, la única sección censal de la ciudad donde el PP fue la formación más votada, según los datos públicos electorales de la Generalitat de Catalunya. En la ciudad en su conjunto el PP no llegó al 10%.

La coincidencia también se repitió en las pasadas elecciones municipales, cuando la candidatura municipal de Alberto Fernández consiguió el 35% de los votos en la misma zona. Este desglose del voto por secciones censales lo publica la Generalitat para cada proceso electoral. Cada sección mostrada se compone de aproximadamente 1.000 votantes.

La manzana con más votantes del PP de Barcelona no tiene, a simple vista, nada de especial. Los grandes bloques de pisos, de hasta 17 alturas, son las típicas construcciones de la etapa del desarrollismo español, características del barrio de Sant Martí dels Provençals. Hay comercio de proximidad, un centro de salud en los bajos y, como en tantos otros puntos de la ciudad, en algunas ventanas las banderas independentistas se mezclan con la ropa tendida. “Aquí lo más vendido es El Periódico de Catalunya, pero le van a la zaga La Razón y El Mundo”, asegura el regente de un quiosco pegado a la manzana.

La querencia por el PP en esta manzana es un caso único en Barcelona. La formación popular no superó el 23% de los votos en ninguna de las secciones de la ciudad. En ninguna, a excepción de la cuadrícula de la Plaça de la Infancia. Cercada por las calles de Andrade al Sur, Concilio di Trento al Norte, Bac de Roda al Este y Fluvià al Oeste, la manzana acumula en 20.000 metros cuadrados más de 15 bloques de viviendas.

¿Por qué los habitantes de esta manzana votan de forma tan diferente a los del resto del barrio y de la ciudad? La respuesta la da uno de los vecinos, que lleva toda su vida viviendo en uno de los pisos de la calle Andrade. Según explica, varios de estos bloques fueron construidos como viviendas de policías nacionales que trabajaban en el cuartel de la Verneda, que se encuentra tres calles más allá. El padre de éste vecino, fallecido hace medio año, era uno de estos agentes que vinieron de diferentes partes de España, en su caso de Galicia. “Supongo que eso nos da una tendencia a votar al PP”, asegura con media sonrisa.

Los resultados del PP en la Plaça de la Infancia contrastan con todos las secciones que la rodean a lo largo del distrito. Mientras que en ese zona concreta la formación popular obtuvo un 32,6% de los sufragios, en todas las secciones que se extienden a un kilómetro a la redonda no superan el 15% de los votos. Además, este resultado ha afectado directamente al voto de Junts pel Sí, que solo obtuvo el 12,8% de los votos en contraste con las secciones contiguas donde la coalición entre Convergencia y ERC superó ampliamente el 25% del voto.

Los bloques de la manzana y colindantes se levantaron entre los años 60 y 70, en su mayoría para alojar a trabajadores de fábricas de las inmediaciones. Los bloques que dan a la calle Fluvià fueron ocupados por obreros de Endesa, mientras que los de la manzana de enfrente se destinaron a trabajadores de empresas textiles. Los de la calle Andrade y Bac de Roda fueron para la policía.

Según recuerda otro vecino, se acabaron de levantar en 1972, con el coste de 200.000 pesetas para los profesionales, y salieron para la venta al público a principios de los 90. Algunos de los policías vendieron su propiedad entonces, aunque muchos de ellos se quedaron, por lo que muchos ocupantes de la única manzana de Barcelona en la que ganó el PP son hoy agentes jubilados o hijos de éstos.