Desde que el presidente del Gobierno aseguró el miércoles que había dado órdenes para que se facilitara a los ciudadanos una información constante sobre la crisis del ébola, Ana Mato no ha salido en público a dar explicaciones. La ministra tampoco lo hará al término del Consejo de Ministros, donde presentará un informe sobre cómo está la situación. Para escucharla, habrá que esperar a que termine su reunión de esta tarde con los consejeros autonómicos de Sanidad. Según un portavoz del ministerio, la ministra ofrecerá una rueda de prensa.
La última vez que la ministra dio la cara en público para informar sobre el asunto fue el lunes. Su comparecencia no consiguió aclarar las dudas sobre cómo se produjo el contagio de Teresa Romero. Mato desvió casi todas las preguntas a los cargos de Sanidad que la flanqueaban, la directora general de Salud Pública, Mercedes Vinuesa, y el responsable de Atención Primaria, Antonio Alemany y no contestó a la pregunta de si van a producirse dimisiones por esta crisis sanitaria.
El consejero de Madrid, centro de las críticas
Mientras el consejero madrileño de Sanidad, Javier Rodríguez es el foco de las críticas por culpabilizar a la enferma, Mato se ha quedado en un segundo plano en cuanto a exposición pública. Mariano Rajoy la respaldó de forma contundente: “Por supuesto que apoyo la gestión de la ministra Mato porque, si no, no sería la ministra”. El presidente del Gobierno quiso tranquilizar y aseguró que sus colegas europeos le habían felicitado por cómo España está gestionando la infección. “Me han dicho que las cosas se están haciendo muy bien”.
La presión para que dimita el consejero de la Comunidad de Madrid ha aumentado en los dos últimos días. Además de decir que la auxiliar de enfermería que permanece en estado crítico “bien pudo mentir” pese a reconocer que no lo puede demostrar y que lo dijo “de su cosecha”, las voces para que deje su cargo empiezan a escucharse en su propio partido. Sus palabras han sido calificadas de “desafortunadísimas” por sus compañeros de partido.
El portavoz del PP en el Congreso, Rubén Moreno, reconoció que el consejero ha hecho “especulaciones” y calificó de “inapropiadas” sus intervenciones. “Como político, la prudencia y el respeto a los profesionales debe ser su máxima”, le recordó. Otra diputada del PP, Carmen Quintanilla las ve “desafortunadísimas” y no descarta que deba dejar su cargo.
Asunción de responsabilidades
Aunque el presidente apoyó la gestión de Mato sin reservas, los ministros son más cuidadosos. El titular de Defensa, Pedro Morenés, no descartó que su compañera acabe dejando su puesto cuando la crisis esté controlada y no haya más posibilidades de contacto. “Si ha sido una acción suya la que ha producido el problema”, aseguró el jueves, “acabará asumiendo su responsabilidad”.