Las listas del PSOE para las elecciones generales del 23 de julio dibujarán algunos cambios sustanciales en la bancada socialista. Con una presencia masiva de ministros en puestos de salida, Ferraz ha abierto los escaños del Congreso a la acogida de buena parte de los cargos orgánicos territoriales que perdieron su poder institucional el 28M. En contraste, resultará damnificado un ramillete de diputados y diputadas jóvenes que en algunos casos han tenido un papel relevante en la actividad parlamentaria de la legislatura.
Uno de los casos más simbólicos es, seguramente, el de la portavoz socialista en el Congreso en materia de igualdad, Laura Berja. La diputada por Jaén, que ha conformado el tándem socialista en materia de políticas feministas junto a la secretaria de Igualdad del partido, Andrea Fernández, ha sido la ponente de su grupo en la mayoría de proyectos emblemáticos de ese departamento.
Reconocida como “diputada revelación” por la Asociación de Periodistas Parlamentarios en la última edición de los premios, Berja defendió desde la tribuna la abolición de la prostitución, la ley contra el acoso en las clínicas a las mujeres que deciden interrumpir su embarazo, el decreto de protección a las víctimas de la violencia de género durante la pandemia e incluso la propia reforma de la ley del aborto, cuya defensa le costó el insulto de la bancada de Vox, un episodio que llegó a paralizar el pleno durante unos minutos.
La exclusión de las listas a las generales de Laura Berja se une a la de la presidenta de la comisión parlamentaria contra la violencia de género, Beatriz Micaela Carrillo (diputada por Sevilla), a la asignación de un puesto que no garantiza escaño para la secretaria de Igualdad de Ferraz, Andrea Fernández (repetirá como número 2 por León por detrás del secretario provincial), y a la salvaguarda de su lugar en el Congreso para Carmen Calvo (rescatada como número uno por Granada tras ocupar Luis Planas su lugar en Córdoba). Algo que es percibido en algunos sectores del partido como un mensaje claro a quienes han abanderado las políticas feministas de la organización en los últimos cuatro años. Una conclusión que, sin embargo, rechazan de plano en la dirección socialista.
“Hemos respetado la propuesta de los territorios”, sostienen fuentes de la dirección, donde achacan la inmensa mayoría de los cambios a la decisión explícita de cada una de las federaciones, que será ratificada por la Comisión de Listas este viernes salvo en contadas excepciones. En Ferraz explican que hay casos puntuales que obedecen a las propias tensiones orgánicas de federaciones muy concretas.
El ejemplo más claro es el de la circunscripción de Jaén. En 2019 la lista allí la encabezaron Felipe Sicilia como número uno, que llegó a ser nombrado portavoz nacional del partido desde octubre de 2021 a julio de 2022, y la citada Laura Berja como número dos. Ninguno de los dos repiten esta vez y han sido sustituidos por Juan Francisco Serrano y Ana Cobo, respectivamente.
Tanto Sicilia como Berja son considerados políticos cercanos a la exvicesecretaria general y ex portavoz parlamentaria Adriana Lastra, que sí concurrirá como número uno por Asturias al Congreso por deseo expreso del presidente del Principado y líder socialista, Adrián Barbón. De ese núcleo de confianza de Lastra también se caen de las listas nombres como el de Omar Anguita, uno de los diputados más jóvenes del Congreso con tan solo 32 años. También es excluido de las candidaturas Ignacio Urquizu, el hasta ahora alcalde de Alcañiz, a pesar de la opinión de la dirección de Teruel.
En Ferraz se desentienden de cualquier lectura política global en una conformación de las listas que, sin embargo, arroja un mensaje claro: Pedro Sánchez culmina su acercamiento hacia todos los aparatos del partido de los que durante tanto tiempo estuvo tan lejos, un movimiento que en gran medida obedece a la necesidad de mantener la paz interna en el PSOE hasta el 23J tras la debacle del 28M.
Además, una buena parte de los puestos de salida quedan reservados para la totalidad de ministros socialistas, a excepción de Llop y los independientes Calviño y Escrivá, en una clara intención de reivindicar la labor del Gobierno durante los últimos cuatro años.
También en las listas aparecen altos cargos de la administración como Óscar López, director de gabinete del presidente; el director adjunto, Antonio Hernando; o la directora de la Guardia Civil, Mercedes González. Todos ellos tendrán que dimitir de sus funciones para convertirse oficialmente en candidatos, tal y como regula la Ley Orgánica del Régimen Electoral General.