Aragonès advierte de que no habrá colaboración con el Gobierno si no da explicaciones por el espionaje
La “confianza” del president de la Generalitat, Pere Aragonès, hacia el Gobierno de Pedro Sánchez es “cero”. La relación entre ambas administraciones atraviesa su momento más delicado desde que el lunes salieran a la luz los casos de espionaje a través del sistema Pegasus de los que fueron víctimas el propio dirigente catalán y otros 65 representantes del independentismo. No obstante, a primera hora de este jueves, Aragonès evitaba dar por rota la legislatura o asegurar que su partido, ERC, dejará de apoyar a Sánchez en el Congreso.
En una entrevista en la Cadena Ser, el president catalán se limitaba a solicitar al jefe del Ejecutivo central una reunión “cuanto antes”. Después, durante su visita al Congreso de los Diputados –donde se ha reunido con representantes de los partidos espiados–, Aragonès ha querido dejar claro que ahora es necesario “restaurar” la confianza entre Gobierno y Generalitat, que solo se recuperará, ha dicho, si el Ejecutivo investiga el espionaje y depura responsabilidades.
“La pelota está en el tejado del Gobierno”, ha asegurado el president catalán, que ha considerado que el Ejecutivo “debe decidir hasta qué punto es transparente y asume responsabilidades”. Para él es imprescindible que “desde el máximo nivel” de la Moncloa se adopten “medidas claras, concretas e inmediatas” para aclarar lo ocurrido y para castigar a sus responsables.
Junto a la escalinata de los leones del Congreso, Aragonès ha denunciado que el conocido esta semana es “el caso de espionaje más grave de la democracia”. “Es un caso extremadamente grave y que necesita de transparencia. Es imprescindible que el Gobierno abra una investigación interna con supervisión independiente”, ha añadido.
“Hay que asumir responsabilidades y no nos podemos eternizar. No toleraremos que la solución del Gobierno sea que pase el tiempo. Hay que buscar responsabilidades para saber quién ha sido investigado, quién ha dado esa orden y por qué”, ha enfatizado. Aragonès ha añadido que “en una democracia” los ciudadanos tienen que tener “la privacidad garantizada”. “Y los que somos electos tenemos que tener también esa privacidad, que es la garantía de que podamos hacer nuestro trabajo”. “Necesitamos explicaciones y las necesitamos ya”, ha insistido.
Unidad de acción de los independentistas
El caso del espionaje a los protagonistas del independentismo catalán fue desvelado el lunes por la plataforma de investigadores canadienses Citizenlab. Más de 60 teléfonos infectados con un malware llamado Pegasus, desarrollado por la empresa israelí NSO. Entre ellos, los del propio Aragonès, varios expresidents catalanes y dirigentes de ERC, Junts, PDeCAT, CUP y EH Bildu.
La empresa, creada en 2010, explica en su memoria de transparencia relativa a 2021 que sólo asiste a “autoridades estatales”. Es decir, a agencias estatales de inteligencia, cuerpos policiales y cuerpos militares.
Ante este escenario, Aragonès quiso viajar este jueves a Madrid para reunirse con algunos de los diputados del Congreso que fueron espiados, un día después de que Unidas Podemos y todos los socios del Gobierno registraran en la Cámara Baja una solicitud de comisión de investigación sobre el espionaje. El encuentro, según han explicado varios de los asistentes, ha servido para poner en marcha una suerte de unidad de acción de cara a futuras iniciativas para aclarar lo ocurrido, que podrían ser del ámbito parlamentario pero también judicial.
Tras la reunión, la portavoz de Junts en el Congreso, Miriam Nogueras, ha denunciado que el Gobierno “supuestamente progresista” está “blanqueando el sistema español podrido”. “No hay confianza hacia este Gobierno que vulnera la intimidad de dirigentes políticos. El PSOE y Unidas Podemos tienen que escoger cómo afrontan esta crisis democrática, investigando y depurando responsabilidades, o serán absolutamente cómplices”, ha recalcado.
La “obligación democrática” de Unidas Podemos
Desde la CUP, el diputado Albert Botran se ha mostrado preocupado porque, a su juicio, “el Gobierno, la Presidencia de la cámara y otras instituciones se están poniendo de perfil, se están lavando las manos de un escándalo político con dimensiones y repercusiones más graves”. Para él el Ejecutivo de PSOE y Unidas Podemos está “ignorando” la “dimensión” del escándalo y “haciéndolo se está poniendo a la altura de países como Hungría” al aceptar una “degeneración democrática”.
Su compañera de filas, Mireia Vehí, ha asegurado por su parte que “parece cada vez más evidente que el Gobierno y el CNI tienen una responsabilidad directa” en el espionaje y ha anunciado que su grupo ha registrado una pregunta al respecto para la ministra de Defensa, Margarita Robles.
Preguntada por la postura de Unidas Podemos, que en las últimas horas ha mostrado su indignación con el espionaje y ha reclamado depurar responsabilidades, la CUP considera que “es su responsabilidad democrática llegar hasta el fondo, porque forma parte del Gobierno”. “Podemos tiene la obligación democrática de esclarecer este asunto”, ha remachado.
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