La Cadena SER ha tenido acceso a los audios de la confesión del exgerente de una de las filiales del Canal de Isabel II, Diego García Arias, en la que apunta que el presidente madrileño, Ignacio González, era quien lo controlaba todo. Según su declaración, el expresidente madrileño fue el encargado de dar “la orden a todo el mundo de todo”.
En su declaración como investigado en diciembre del año 2017 ante la Audiencia Nacional, el exgerente de Inassa (filial colombiana del Canal) dio detalles de la compra en 2013 de la brasileña Emissao, una empresa por la que el Canal pagó -a través de Inassa- 30 millones de dólares y que después perdió su valor hasta los 5.
Una compra por la que, ha dicho, cinco personas cobraron una comisión total de 5,4 millones de dólares. Aparte del propio García, el expresidente madrileño y Moro, también recibieron dinero el hombre fuerte de González en Latinoamérica, Edmundo Rodriguez Sobrino, y Ramón Navarro (exgerente de la Triple A, propiedad de Inassa), según han informado fuentes presentes en la declaración.
García Arias, detenido en agosto de 2017, aseguró que el papel de González era el de organizarlo todo: “El jefe, el que lo organizó todo, el que dio la orden, el que trajo la empresa desde Emissao, el que dio la orden a todo el mundo de todo”. “Edmundo (Rodriguez Sobrino) -cuenta García Arias sobre la compra de Emissao- me dice en Barranquilla, 'Diego, se ha acordado que la comisión es de 6 millones de dólares por la operación de Emissao'”. El exgerente de Inassa estaba convencido de que el expresidente madrileño “tenía información de lo que iban a pagar de comisión con la empresa Essentium y se la trasladó a Edmundo”.
Según su declaración, González preguntó a Edmundo Rodriguez cómo se iban a repartir la parte de Colombia y se preocupó por el papel de Diego García. “Le dijo, es de mi total confianza. Edmundo me lo contó como cosas clave de la conversación”
Para la compra de Emissao por parte del Canal, el empresario brasileño y dueño de Emissao, Sebastiao Cristovam, rebajó la comisión a 5,4 millones de dólares. Él le llego a decir: “Sebastiao esa es la orden que tengo yo, tú me tienes que cumplir. - No Diego, además yo tengo que pagar impuestos (en Brasil) - ¿Qué tienes que pagar de impuestos? - El 10%. - Vale, descuenta los seis millones de ahí. Esa decisión la tomo yo, a estos les digo que hay que descontar los impuestos”.
Las cuantías de las presuntas mordidas quedaron de la siguiente manera: “1,8 para Ignacio González y 900.000 para cuatro personas, que éramos Diego García (en referencia a él mismo), Edmundo Rodríguez, Luis Moro y Ramón Navarro. Entonces Edmundo me dice: la parte de Ignacio González la voy a recibir yo porque Ignacio está de mierda hasta aquí, no tiene cómo procesar dinero y no tiene como sacar, no tiene como hacer nada y me ha pedido que sea yo quien lo tenga”.
“A Ignacio González desde que sale de la Comunidad de Madrid y le investigan por lo del ático le saltan todas las alarmas. Edmundo estaba desesperado por tener ese dinero, eso me consta a mí. En la conversación que tuvimos en la oficina personal de Ignacio González, nos sentamos en la cocina. Edmundo le dice a Ignacio -Tenemos que hablar del tema de Emissao, dime qué hago macho”. “No tengo ninguna duda de que haya dinero para Ignacio González”, concluye García Arias.