La Audiencia Nacional confirma que Rubiales irá a juicio por el beso no consentido a Jenni Hermoso
La Audiencia Nacional ha confirmado que el expresidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) Luis Rubiales irá a juicio por el beso no consentido que impuso a la futbolista Jennifer Hermoso tras la final del mundial femenino y las supuestas coacciones a la futbolista y a varios de sus allegados para que saliera públicamente en un vídeo a restar importancia a ese beso.
La Sala de lo Penal ha rechazado tanto el recurso del expresidente federativo como el de los otros tres acusados: el director deportivo de la selección masculina, Albert Luque, el exentrenador de la selección femenina Jorge Vilda y el exresponsable de marketing de la Federación Rubén Rivera, que se sentarán en el banquillo por las supuestas coacciones a las que sometieron a la jugadora para que dijese que el beso había sido consentido. La Fiscalía pide para ellos condenas de hasta dos años y medio de prisión. En cuatro autos diferentes, uno por cada acusado, la Sala rechaza los recursos de los exdirigentes de la Federación, que se enfrentan a un juicio por un delito contra la libertad sexual y otro de coacciones.
En este caso, la Sala considera que los hechos que se describen en el auto por el que el instructor propuso llevar a juicio a los acusados recoge indicios que encajan en el delito contra la libertad sexual y el de coacciones y que estos son “suficientes” como para seguir adelante con el procedimiento en contra del criterio de las defensas, que pidieron que esa resolución fuera revocada.
El tribunal indica asimismo que las consecuencias jurídicas “del beso y del constreñimiento no puede ser objeto de valoración en este momento”. Y cuestiona que los recurrentes pretendieran confrontar las declaraciones como si se tratase del juicio oral. Los testigos, según el Tribunal, relatan unos hechos que son susceptibles de encuadrarse en los dos delitos, por lo que el desafío probatorio corresponderá a la fase del plenario y no a la instrucción, “que se limita a determinar si existen indicios y si son subsumibles en un tipo penal”. Según la Sala, “ambas exigencias se cumplen en el auto recurrido”.
En su escrito de acusación, la teniente fiscal de la Audiencia Nacional, Marta Durántez, concluyó que Rubiales “propinó” a Hermoso un beso en los labios “de manera sorpresiva y sin consentimiento ni aceptación de la jugadora”. Y que, con posterioridad, “ante las consecuencias personales y profesionales que le podían acarrear”, él y el resto de acusados comenzaron a ejercer “actos constantes y reiterados de presión” tanto a la jugadora como a su familia y amistades. Todo, dice la fiscal, con la finalidad de que, públicamente, justificara y aprobara “el beso que contra su voluntad” le había dado el expresidente de la RFEF.
Por contra, en su declaración ante el juez Rubiales defendió ese beso como “algo natural” entre dos personas que han convivido mucho tiempo y negó haber presionado a la jugadora, según extractos de su declaración publicados por El Español. “¿Cómo le voy a pedir perdón si estábamos los dos super contentos?”, dijo durante el interrogatorio para tratar de justificar ese acto, que fue retransmitido en directo por televisiones de todo el mundo. Tras esa declaración, el juez le prohibió acercarse a menos de 200 metros de la deportista y comunicarse con ella mientras avanza la investigación. Los otros tres investigados también negaron las coacciones.
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