La nueva ministra de Política Territorial y Función Pública, Meritxell Batet, se ha fijado este jueves como uno de sus objetivos principales recuperar el diálogo con Cataluña y lograr que la sociedad española “viva la diversidad” territorial del país “como una riqueza y un tesoro”.
Así lo ha manifestado en el acto en el que ha tomado posesión, que se ha desarrollado en el palacio del Marqués de Villamejor, y al que han asistido su antecesora en el cargo, Soraya Sáenz de Santamaría, el líder del PSC, Miquel Iceta, el excomisario europeo Joaquín Almunia y los exministros socialistas Francisco Caamaño y Jordi Sevilla, entre otros.
“No nos podemos conformar y pensar en España como una yuxtaposición de territorios” porque hablar de territorios es hablar de “personas, respeto y convivencia”, ha subrayado Batet, convencida de que los poderes públicos han de “garantizar y potenciar en la medida de lo posible esa convivencia”.
Batet ha asegurado ser plenamente consciente de las circunstancias “excepcionales” en las que se produce este traspaso de poderes y ha afirmado que asume el cargo “con la máxima convicción, ilusión”, pero también con el “vértigo de saber que esta cartera es crucial para el país”.
ESCUCHAR, DIALOGAR Y CONSENSUAR
La actitud que mantendrá al frente de este Ministerio, ha avanzado, será la que ha expuesto el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez: “escuchar, dialogar y consensuar”, pues estas son, a juicio de la ministra, “las bases de la nueva política del siglo XXI”.
La ministra ha tenido palabras de agradecimiento a los empleados públicos del departamento, por su vocación de servicio al país y por lo fácil que le estaban poniendo las cosas en su aterrizaje al Ministerio, pero también ha agradecido el apoyo de su partido, el PSC, sin el cual hoy no sería ministra.
También ha dado las gracias a Pedro Sánchez por la confianza depositada en ella y ha terminado su alocución dirigiendo unas palabras en catalán a sus dos hijas de 5 años, presentes en el acto, a las que ha prometido que estará con ellas todo el tiempo que no esté trabajando.
La nota de color la ha puesto la vicepresidenta saliente, Saénz de Santamaría, que advirtió de que era la segunda vez en la jornada que se había visto forzada a arrancar un aplauso de los asistentes tras la lectura del real decreto con el nombramiento de Batet. Le ocurrió lo mismo, reveló, en la toma de posesión de la vicepresidenta, ministra de la Presidencia y de Igualdad, Carmen Calvo.
Una de las primeras cosas que hará Batet en estas sus primeras horas al frente del departamento será iniciar una ronda de llamadas a los presidentes autonómicos, muchos de los cuales ya se habían puesto en contacto con ella para felicitarla por su nombramiento.