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Begoña Villacís: “Ciudadanos va a hacer apología del radicalismo liberal de centro”

Begoña Villacís, vicealcaldesa de Madrid

Carmen Moraga

3 de julio de 2022 21:57 h

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Begoña Villacís (Madrid,1977) acaba de celebrar junto al alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, tres años de Gobierno municipal en coalición, un trienio que los dos han reconocido que ha sido “duro y difícil” y no exento de tensiones y roces entre ellos. A pesar de todo y de los escándalos que han dejado muy tocado al alcalde, Villacís sigue descartando la presentación de una moción de censura contra Almeida, desdeñando los cantos de sirena que le envía la izquierda, que le daría la oportunidad de convertirse en la recta final del mandato en alcaldesa. Pero dice que ella no es “desleal” como muchos dirigentes del PP lo han sido con su partido.

Ahora, a un año de las elecciones de 2023, pese a que Ciudadanos va de derrota en derrota, la vicealcaldesa de Madrid no quiere dar por muerto a su partido y vaticina que en Madrid se van a mantener y serán “decisivos”. También desvela que a ella le gustaría continuar para poder acabar muchos proyectos en un segundo mandato.

Ciudadanos ha sufrido en tan solo un año tres severas derrotas casi consecutivas: Madrid, Castilla y León, y, hace unos días, Andalucía. En dos de esos territorios ha desaparecido. ¿De verdad cree que su partido seguirá existiendo cuando en 2023 acabe el ciclo electoral?

Sí, no tengo ninguna duda al respecto, porque, además, los ciclos electorales no se corresponden con los ciclos políticos. Estamos viviendo un momento en el que la política se ha convertido en un objeto de consumo y los ciclos van mucho más rápidos, igual que los personajes políticos se consumen muchísimo antes. Cuando yo empecé a colaborar con Ciudadanos, los dirigentes políticos de más peso en ese momento eran Pablo Iglesias y Tania Sánchez y ya no están. Ahora mismo la política está llena de personas que acaban de empezar. Lo mismo pasa con los partidos, que suben o bajan. Es todo muy vertiginoso. Pero por supuesto, por supuesto que creo que Ciudadanos seguirá existiendo.

Arrimadas acaba de anunciar una “refundación” del partido y hasta un cambio de nombre tras la debacle en las andaluzas. Pero eso mismo ya lo intentaron el año pasado, en julio, cuando convocaron una Convención Política después de perder los 26 diputados que tenían en la Asamblea de Madrid. Y no surtió efecto. Como coordinadora de ese nuevo proceso, ¿por qué cree que ahora funcionará esa “refundación”?

Lo que vamos a hacer ahora no tiene absolutamente nada que ver con nada que hayamos hecho antes como partido, ni como ningún otro partido político en España. Esto no va de poner chapa y pintura, no va de un cambio de color del partido, no va de un cambio de nombre del partido. Aclarar esto es muy importante porque la gente inmediatamente dice “la marca”. Esto no es una marca, esto es un proyecto de espacio político liberal, de centro. Esto no tiene nada que ver ni con la marca ni con el nombre ni con el color ni con el logo ni con nada de eso. Quien piense que es un cambio de logo se equivoca radicalmente. Esto va de hacer apología del radicalismo liberal de centro. O sea, se puede ser radicalmente de centro, se puede. Y todo pasa por ser más valientes de lo que hemos sido hasta ahora y decir cosas que solo un partido como Ciudadanos se puede permitir decir clarito.

¿Y cuáles son esas cosas que nunca han dicho y ahora van a decir?

El lenguaje figurado hay veces que no se entiende... Pero es que tenemos un acuerdo de confidencialidad.

¿Pero no puede adelantar o explicar algo más?

Estamos trabajando de una forma muy seria, muy disciplinada, muy rigurosa para decir esas cosas que se tienen que empezar a decir en España. Pero todas las personas que formamos parte de ese equipo tenemos un acuerdo de confidencialidad y se tiene que respetar para que el trabajo se haga donde se tiene que hacer.

¿Cree que Arrimadas debería haber asumido responsabilidades políticas por la ristra de derrotas electorales?

Por supuesto. Inés y todo su equipo, el Comité Ejecutivo. Por eso pusimos los cargos a disposición de todos. No estamos blindados, así que creo que en cualquier momento, si pasa eso, no pasa nada. El hecho de que haya gente que tenga diferentes planteamientos, que haya corrientes, que haya peticiones, que haya propuestas y que haya incluso apertura del partido en el sentido más ideológico, en el sentido más descarnado también, lo que demuestra es que tenemos unas excelentes constantes vitales, es decir, que todos queremos luchar por el proyecto y eso es lo más importante. Si te falta eso, te falta todo.

¿Ha pensado en algún momento postularse para llevar las riendas del partido?

No. He pensado en que la mejor manera de defender el proyecto liberal es defender la ciudad de Madrid, defender nuestro trabajo en la Alcaldía y en el Gobierno de la ciudad de Madrid. Ese es mi sitio. Y es de los sitios de más alta representación institucional que tenemos ahora mismo en España y lo tenemos que hacer muy bien. Lo que más me apetece de todo es trabajar ahora en la parte de refundación, que es la parte donde estamos hablando del core de lo que es el partido. Y vuelvo a decir que el core del partido es la propuesta ideológica, no es el cascarón. Cambiar de nombre es cambiar solo el cascarón.

¿Van a cambiar al final de nombre?

Eso no está definido. La parte que menos me interesa del debate es el nombre.

La líder de su formación ha reconocido que la marca Ciudadanos está “dañada” y Edmundo Bal llegó a decir que está “muy quemada”. ¿Quién la ha dañado y quién la ha quemado?

Es que esto es muy típico, que siempre estamos tratando de repartir culpas en lugar de asumir la parte de responsabilidad que podemos tener todos en cada uno de nuestros actos. Yo creo que es menos relevante hablar de culpables, pues se han cometido muchos errores por parte de muchas personas, errores en los que también yo misma he estado incluida. Por ejemplo, yo creo que los pactos [con el PP] a lo mejor no fueron los más deseables y que teniendo un 40% de los votos le dimos el 100% de la representación. Pero ahora hay que mirar al futuro y hablar de cometer aciertos.y para eso la Ejecutiva se tiene que ampliar. Hay que incorporar personas de peso, como Francisco Igea.

¿Le apetece volver a repetir como candidata?

A mí la ciudad de Madrid y la política local es lo que más me gusta del mundo en política, es lo que me encanta. Me encanta el trabajo que estamos haciendo y quiero darle continuidad a los proyectos, que muchos son proyectos de más largo plazo que tienen que estar cristalizados en el segundo mandato.

Hace un año, en una entrevista, dijo que no sabía si repetiría, dando la sensación de que preparaba su retirada.

Nunca he dicho que estaba preparando mi retirada. Nunca. Yo voy a estar donde el proyecto liberal de España me necesite. Yo creo que es vital que en España haya un proyecto liberal fuerte, que condicione. El PP es mucho mejor partido cuando compite con Ciudadanos que cuando compite con Vox. Y el PSOE es mucho mejor partido cuando compite con Ciudadanos que cuando compite con Podemos. Creo que el Gobierno de la Nación, ahora mismo, con todas las contradicciones que tiene, con todas las incoherencias, con la jaula de grillos que está siendo, con el ridículo en el que se ponen unos a otros, que es desagradable de ver, es mucho peor proyecto que 'el Pacto del abrazo' [que cerró Albert Rivera con Pedro Sánchez en 2016]. Lo tengo clarísimo.

¿Le ha tentado el PP para que se vaya con ellos? ¿Y ha pensado en irse alguna vez?

No lo he pensado nunca. Muchas veces ha habido bromillas al respecto y tal, pero ofertas serias no, vamos. Yo he sido muy clara y bastante rotunda en ese sentido. Lo que ha tenido de bueno este gobierno de coalición es que somos dos partidos distintos. Si no hubiésemos sido dos partidos distintos, no estaría revertido el Madrid Central, no habría pancartas del Orgullo por varias las Juntas de Distrito; las políticas de igualdad que hemos llevado a cabo no se hubiesen materializado, tendríamos un macro parking en Retiro, por ejemplo, o se hubiese borrado el muro de las mujeres en Ciudad Lineal.

Acaban de celebrarse tres años de Gobierno de coalición y el alcalde, en el acto del Retiro, primero alabó el trabajo de Ciudadanos y el suyo. Pero minutos después, cuando usted ya no estaba, reconoció que ya no cuenta con su partido y que su deseo es gobernar en solitario por una amplia mayoría. Usted dijo luego que había sido “poco elegante”.

Hombre, porque yo en la vida tengo por costumbre decir lo mismo delante de una persona que detrás de ella. Pero yo respondía un poco a la tendencia que tiene ahora el PP de decir eso. A mí no me gustan los argumentarios. Pero ya me encargaré yo, ya nos vamos a encargar nosotros, de que no estén gobernando en solitario o que gobiernen con Vox en Madrid. Creo que Madrid tiene un aliado en el partido liberal.

De puertas afuera Almeida y usted han intentado aparecer como un matrimonio político bien avenido, pero en Cibeles se comentan sus malas relaciones y sus choques.

Tenemos roces ideológicos. No son roces personales, que para mí eso es lo importante. Hay veces que opinamos de forma distinta desde el punto de vista ideológico. Y hay debates que son vehementes porque cada uno defiende su posición, porque somos dos partidos distintos. Lo que está claro es que gobernamos bien conjuntamente, que damos estabilidad porque nuestras discrepancia ideológica no se ha traducido nunca en una mala gestión de la ciudad. Con el gobierno coalición se puede pactar con la izquierda, y se puede pactar con la derecha y para mí eso es bueno. Seguro que todos los partidos querríamos gobernar en solitario, pero yo creo que democráticamente es mucho mejor un gobierno en coalición ya que es una garantía frente a la corrupción y los abusos.

¿El caso del supuesto espionaje a Ayuso ha supuesto un antes y un después en esas relaciones entre ustedes?

En ese momento yo expresé de una forma muy tajante mi decepción. Y desde entonces no ha vuelto a ocurrir nada y hemos sido absolutamente libres en la Comisión de Investigación, porque no era la Comisión de Investigación sobre el Ayuntamiento, sino sobre un partido que está en el Ayuntamiento y que no era el nuestro. De hecho el dictamen lo hemos votado junto con Más Madrid y el Partido Socialista.

¿Le adelantó usted al alcalde su decisión de pactar estos dos grupos de la oposición las conclusiones de la comisión de investigación?  

No, hablamos con la gente del PP que estaba en esa comisión. 

Ese acuerdo en el que se señala a dos importantes cargos del Gobierno del PP, personas de confianza de Almeida, me consta que le ha generado tensiones dentro de la Junta de Gobierno. Con Borja Carabante [delegado de Medio Ambiente y Movilidad] al menos.

Yo no he tenido encontronazos en ese sentido con Carabante, lo que sí hemos tenido son discrepancias. Yo tengo la opinión de que si no queda claro que no obraron bien es como si no hubiesen obrado bien. Y si piensan que eso es obrar bien, están destinados a repetir lo mismo. Entonces es importante que quede claro que no pueden repetir esa conducta de nuevo.

¿Cree que el Ayuntamiento actuó correctamente con la estafa de las mascarillas? No lo denunció pese a saber que había pagado un sobreprecio por un material defectuoso.

Vamos a ver. Es esa parte sí se reclamó y nos devolvieron el dinero. Entonces tu denuncias cuando ves inviable la recuperación del dinero. Y lo que estamos tratando de hacer en este juicio es recuperar todo el dinero que ha supuesto un sobrecoste, porque estamos personados en la causa como Ayuntamiento. Fuimos los primeros en pedir perdón a los madrileños porque nos la colaron. Pero también te digo que es fácil colártela cuando estás desesperado, cuando ves a policías exponiéndose, a bomberos exponiéndose sin que puedas protegerles. Nosotros fuimos la primera ciudad que consiguió proteger a todos sus trabajadores. Y no solo eso, sino que acabamos teniendo que darle mascarillas a la Policía Nacional porque ellos no tenían.

Pero es que ha habido más casos. No solo ha sido ese. Ha habido dejadez y también una dejación a la hora de activar los controles.

A eso me refiero, que hay casos reales, por eso digo que es algo absolutamente transversal que ha pasado en el Ministerio de Sanidad, ha pasado en consejerías de todas las comunidades autónomas, además del Ayuntamiento. Pero en el Ministerio y las consejerías de Sanidad están especializados en eso. Nosotros pedimos por carta hasta en tres ocasiones al ministro, al presidente, a la delegación del Gobierno, que nos suministraran, pero cuando ya nos dijeron que no podían, nos tuvimos que buscar la vida por nuestra cuenta. A eso hay que unir la desesperación, la inmediatez que hace que cometas errores, y yo creo que se cometieron errores precisamente por eso, pero también fuimos la primera institución que pudo proteger a los trabajadores. Si no hubiesen llegado el material con esa inmediatez, no hubiesen estado protegidos. Claro que quizá hay gente que hubiese preferido que estuviesen dos semanas más sin mascarillas.

Sé que la pregunta es recurrente pero ¿no hay suficientes motivos para presentar una moción de censura?

Es que no sería una moción de censura. En este caso sería la dimisión de alguien que no está imputado. Porque es el juez el que en reiteradas ocasiones ha considerado que el Ayuntamiento no tiene responsabilidad y que ninguna persona que esté vinculada al Ayuntamiento se ha beneficiado. Yo creo que una moción de censura en el Ayuntamiento supone desalojar a gente muy buena que hay trabajando dentro, como Inmaculada Sanz o Engracia Hidalgo. Gente de la que me fío.

La moción sería contra el alcalde, y no solo por ese caso...

Sería ir en contra de nuestro propio gobierno. Sería hacer una enmienda a la totalidad de tu propio gobierno. Yo sé que ahora mismo en política se estila mucho eso de lanzarse a una moción de censura y dar una noticia. Nosotros no tenemos que dar noticia. Nosotros tenemos que trabajar. Y si hay desconfianza grave y palmaria, y una causa posible y objetiva, pues claro que cabría. Pero no es el caso todavía.

Para usted sería un plus ser alcaldesa durante este último año.

Ya, yo sé que mucha gente se alegraría y estoy convencida de que el 90% de políticos, como me han dicho por ahí, lo harían. Pero es que a mí me interesa más hacer las cosas bien por Madrid y no permitir que gente que no se lo merece se vaya con deshonor, porque eso no es justo. Abunda en política, pero a mí no me parece bien.

Quizá lo lamente más adelante...

No creo. Yo creo que de cuando haces una cosa pensando que es lo éticamente correcto, aunque luego te vaya mal, no te arrepientes de la decisión que tomaste.

Arrimadas ha reconocido que en el PP no han sido leales con ustedes y que fue una ingenuidad y un error darles todo el poder cuando en realidad no ganaron ninguna de las elecciones en donde al final gobernaron gracias a Ciudadanos ¿Comparte ese reflexión?

Totalmente. Y especialmente en el caso de Mañueco. Sí, sí. Para mí, el de Mañueco fue, sin lugar a dudas, el caso más severo de todos. Que saliese mintiendo abiertamente de una forma tan descarada, con tan poca ética, con tan poca decencia, dirigiéndose a sus compañeros de gobierno por WhatsApp de la forma más baja posible.... Creo que eso para mí representa lo peor de la política y es justo lo contrario a lo que quiero ser yo.

¿Se arrepiente de no haber apoyado a Manuela Carmena para que pudiera revalidar su mandato? Ustedes eran la llave.

Ya, pero es que no estábamos sustituyendo a Manuela, lo que estábamos sustituyendo eran sus políticas. Yo estoy profundamente orgullosa de lo que hemos hecho estos tres años. Y como hemos cambiado a Madrid. Hemos desbloqueado la ciudad, hemos desbloqueado la zona norte, hemos desbloqueado los estadios de Madrid; crece el PIB y el empleo por encima de la media. También hemos mejorado la situación de los inmigrantes, hemos aumentado las plazas de trabajadores sociales de una forma exponencial... A Manuela le hicieron dos huelgas los trabajadores de los servicios sociales, que a nosotros no. A nosotros nos lo agradecen. Hemos aumentado las plazas para refugiados y, cuando termine el mandato, siete escuelas infantiles. Y hemos creado una beca para los niños... Hemos hecho tantas, tantas, tantas cosas y me está preguntando que si me arrepiento de todo el trabajo que hemos hecho y de cómo hemos transformado Madrid.

La gestión de Carmena fue muy valorada por los ciudadanos. De hecho fue la que ganó las elecciones con Más Madrid, aunque luego no lograran gobernar.

Manuela no sumó lo suficiente. Su gestión no sumó lo suficiente. La realidad es que lo que nosotros presentamos fue una enmienda a la totalidad a esa gestión, salvando cosas, porque las cosas que estaban bien las mantuvimos sin ningún tipo de problema. Pero la suma hacía que se pudiese producir un gobierno alternativo. Insisto, a mí no me gustaba el gobierno de Manuela Carmena. Fue profundamente ineficiente.

Pues eliminó la deuda municipal que dejó el PP.

La ejecución presupuestaria fue un desastre. Los distritos del sur tenían muchísimo dinero y no se lo gastaban. Paradójicamente, un gobierno de izquierdas fue el que peor ejecutó los presupuestos, especialmente en el sur, a quienes tenían completamente olvidados. Fue el que más hizo por reducir la deuda, sí... como no se gastaba en lo que necesitaba la gente... Subió impuestos y nosotros los bajamos. Y todo eso es muy mala política, es muy mala gestión, objetivamente hablando.

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