La vicepresidenta se ha enzarzado este martes en la sesión de control al Gobierno con el senador Jesús Enrique Iglesias (Izquierda Unida) a cuenta de la gestión de la infección por el virus del ébola. El senador le ha reprochado “falta de autocrítica” y ha intentado, en vano, que Soraya Sáenz de Santamaría reconociera algún tipo de error en las actuaciones de las autoridades sanitarias.
“Si Moncloa toma el mando es porque reconoce que no se había llevado de la forma adecuada”, ha espetado Iglesias antes de reprochar al Ejecutivo haber repatriado a infectados “sin los medios adecuados para combatir la enfermedad” y la decisión de la Comunidad de Madrid de desmantelar el Hospital Carlos III como centro de referencia para enfermedades infecciosas.
Entre los fallos de gestión, Iglesias también ha echado en cara la falta de previsión para hacer seguimiento a las personas que, como Teresa Romero, estuvieron en contacto con los infectados. “Se fue de vacaciones, pero se quedó en Madrid. ¿Se imagina lo que hubiera pasado si llega a ir a una zona turística?”, ha preguntado.
Entre los fallos más clamorosos, Iglesias ha denunciado la falta de formación de la que se han quejado los profesionales sanitarios y la “culpabilización mezquina” de la enferma que hizo el consejero madrileño de Sanidad, Javier Rodríguez.
Los gritos del hemiciclo han subido de tono cuando la vicepresidenta ha mencionado que su máxima preocupación es la salud de la infectada “y los profesionales que la están cuidando”. “Ahora, ¿no? Ahora”, han empezado a protestar algunos senadores.
“Sí, señores, ahora”, ha respondido Sáenz de Santamaría, “todos tenemos responsabilidades políticas”. “Tú, más”, se ha escuchado, a lo que la número dos del Gobierno ha contestado rápidamente: “Sí, yo más, el Gobierno el que más”.
La vicepresidenta ha aprovechado para acusar a los senadores de la oposición de usar la polémica en su provecho y pedirles “responsabilidad”. Los gritos la han obligado a parar. “¿Les interesa o no lo que tengo que decir?”.
Cuando en el hemiciclo se ha recobrado la calma, sólo le ha dado tiempo a contestar afirmativamente a la petición de que el comité especial no se disuelva cuando la infección se controle. “Va a durar mucho tiempo porque nos tiene que preocupar lo que pase ahora y siempre”.