Un día después de la dimisión de Yolanda Díaz como líder de Sumar tras los malos resultados electorales, la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros arrojó una imagen no inédita pero sí poco habitual: la de dos ministros del socio minoritario de la coalición dando cuenta de nuevos proyectos aprobados desde el Palacio de la Moncloa.
El titular de Derechos Sociales, Pablo Bustinduy, informó de la aprobación de una estrategia para “dar la vuelta al modelo de cuidados”; mientras que el responsable de la cartera de Cultura, Ernest Urtasun, anunció la recuperación de la ley del cine que se quedó en cajón hace un año por el adelanto electoral de las generales de julio.
“El futuro no pasa por construir más residencias, sino por poner los recursos necesarios para que la gente pueda vivir en su barrio o en su pueblo con sus seres queridos todo el tiempo que sea necesario”, explicó Bustinduy. El plan, afirmó, es una “brújula” para caminar hacia un modelo “más eficiente, racional y humano”, con más recursos para la teleasistencia, la ayuda a domicilio o los centros de día frente al actual paradigma de las “macrorresidencias, cuyas deficiencias quedaron de manifiesto durante la pandemia”. Está dotado con un presupuesto inicial de 1.300 millones de euros hasta 2030.
“Es una ley que nace de una demanda unánime del sector hecha con el sector y para el sector”, dijo Urtasun en alusión a la norma que tiene en cuenta a las series o incluye a las plataformas en las líneas de ayudas. Aseguró, además, que es una ley que quiere poner en valor “toda la cadena cinematográfica”, “defender los derechos de autor” y que promueve “la diversidad y la igualdad”. Y destacó especialmente la protección a los productores independientes.
La continuidad de la coalición
A pesar de los esfuerzos de ambos por detallar las iniciativas aprobadas y por negar que se abra ahora una etapa de inestabilidad, durante el turno reservado a los periodistas el nombre de Díaz y los efectos de su decisión centraron muchas de las preguntas. Y ahí, tanto la portavoz, Pilar Alegría, como los dos ministros se afanaron en insistir en que todo seguirá igual a pesar del evidente vacío de poder en el socio minoritario. Esto es, que la crisis abierta en Sumar tras el paso al lado de su líder no afectará a la continuidad del Ejecutivo de coalición.
“Es una cuestión interna, que se circunscribe al ámbito de Sumar”, insistió Alegría, que reiteró que el objetivo es mantener una “hoja de ruta” marcada por los “buenos” datos de empleo o el ámbito económico, así como seguir adelante con la “agenda de progreso”. Es más, la portavoz aseguró que decisiones como la que este lunes anunció Díaz “manifiestan una cultura democrática ligada a los partidos de izquierda, que suelen abrir proceso de reflexión y lectura sosegada de los resultados electorales” y, que a su juicio, “suelen abrir fases de fortalecimiento en las organizaciones”.
En el mantenimiento de la agenda también insistió el también portavoz de Sumar, Ernest Urtasun. “La vicepresidenta ha dicho que su prioridad es centrarse en gobernar. La agenda social y su despliegue son una prioridad muy importante. En esto ha sido clara. Va a centrarse en gobernar y mejorar la vida de la gente”, afirmó. “Quien esté esperando que se produzca algún tipo de inestabilidad en el marco del Gobierno, se equivoca. Nosotros vamos a seguir gobernando y desplegando un acuerdo de coalición que es muy ambicioso y una agenda social que va a ser la prioridad de la vicepresidenta”, amplió.
Bustinduy, por su parte, aludió asimismo al “compromiso” con el despliegue de la agenda de Gobierno más allá de la decisión de Díaz de abandonar sus responsabilidades orgánicas en Sumar. “Ese compromiso se plasma hoy mismo aquí con la estrategia de cuidados, con el próximo informe de cumplimiento de la Agenda 2030, o la ley del cine. El compromiso es seguir trabajando para mejorar las condiciones de vida de la gente. Respondemos con hechos ante dudas o suspicacias”, aseveró.
El jueves, reunión clave en Sumar
Lo cierto es que algunas de las “dudas” que podrían surgir tras la decisión de Díaz empezarán a sustanciarse este jueves, cuando el Grupo de Coordinación de Movimiento Sumar tiene convocada una reunión para abordar la nueva etapa. Una de las ideas que se manejan y que tendrá que ser refrendada es la creación de una suerte de gestora que pilote la transición hasta que se decida a una nueva coordinadora o coordinador general, un trámite para el que se necesita la mayoría simple de ese órgano.
Entre las 80 personas que forman parte de ese grupo hay pocas caras conocidas. Las más destacadas son las del propio Urtasun, la del secretario de Análisis Político y Discurso y portavoz parlamentario, Íñigo Errejón, o la de la secretaria de Comunicación, Elizabeth Duval. Nadie en ese espacio ha dado pistas sobre el perfil del sucesor o sucesora de Díaz.
Otro asunto que se abordará en los próximos días será quién mantiene la interlocución con la parte socialista del Ejecutivo. Es una tarea que hasta ahora llevaba a cabo Díaz y que seguirá realizando, según su círculo más próximo. En el PSOE también asumen que será la vicepresidenta la que pilote las conversaciones en representación del socio minoritario, aunque asumen que la decisión última es de Sumar.