La candidatura de Sira Rego para liderar IU abre una brecha en la dirección

Alberto Ortiz

15 de marzo de 2024 22:52 h

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Un tuit rayando las 8.00 de la mañana del miércoles provocó un incendio en Izquierda Unida con consecuencias que aún están por determinar. La ministra de Juventud e Infancia, Sira Rego, anunció que se presentaba como candidata a las primarias que definirán el nuevo liderazgo del partido. Dio así un paso adelante que era un secreto a voces pero que se produce, según reprocha una parte de la dirección, cuando negociaban una lista consensuada y en pleno proceso de primarias para definir la persona que irá en las listas de Sumar a las elecciones europeas. 

La pugna interna tiene lugar en los primeros meses de un año determinante para la izquierda transformadora. Sumar celebra el próximo sábado su asamblea fundacional, con un debate todavía abierto sobre cómo se integrarán los partidos en el frente amplio que Yolanda Díaz aspira construir. Y con un calendario electoral todavía más apretado con la convocatoria de las catalanas en mayo, entre las vascas y las europeas.

IU debate desde hace varios meses la fórmula para reemplazar a Alberto Garzón al frente de la federación. El exministro dejó sus cargos en diciembre, pero su salida se fue dando paulatinamente desde el verano. En ese tiempo, las distintas organizaciones, territorios y tradiciones que integran la formación se pusieron de acuerdo para impulsar una comisión preparatoria de la asamblea en la que se renovarán los liderazgos para la próxima etapa, prevista para mayo.

Desde la salida de Garzón, la dirección se puso el objetivo de generar una candidatura de consenso. El proceso de negociación llevaba en marcha varias semanas: hubo un acuerdo para la fecha de la asamblea, para los plazos hasta llegar a ella e incluso para los documentos político y organizativo, que quedaron aprobados por la coordinadora federal hace unas semanas. Pero las conversaciones seguían atascadas no tanto en la persona para encabezar esa lista, sino en el conjunto de nombres que la acompañarán, esto es, qué peso tendrá cada facción en la futura dirección. 

Las organizaciones y corrientes que se integran en IU son el Partido Comunista de España (PCE), Izquierda Republicana (IR), la Candidatura Unitaria de Trabajadores (CUT), la organización Unión de Juventudes Comunistas de España  (UJCE) y la corriente Común.

Las conversaciones marchaban en esos términos hasta el tuit de Rego este miércoles, que desencadenó una cadena de reacciones. La primera, de Amanda Meyer, coportavoz del partido en esta transición hasta la asamblea, integrante de la dirección del Partido Comunista de España que lidera Enrique Santiago y que forma parte de la federación andaluza, la que tiene mayor peso dentro de la formación. 

“Desde el respeto a tu decisión, lamento la renuncia al acuerdo para tener la mejor dirección, la más representativa y la más cohesionada para dirigir Izquierda Unida. Son muchos los meses que venimos trabajando por alcanzar la máxima unidad en torno a la política. Y en primarias”, sostuvo Meyer. 

Entre los mensajes de esa mañana también hubo alguno proveniente de personas no vinculadas al PCE. “Lo mejor para la clase trabajadora y para nuestra organización será que se articule un gran acuerdo que recoja la diversidad de Izquierda Unida. Como humilde militante espero cooperación entre las diferentes sensibilidades y no competición. Os necesitamos a todas y todos”, dijo el dirigente Carlos Sánchez Mato. 

El anuncio de la ministra se produce en mitad del proceso de primarias de la organización para decidir quién forma parte de la futura lista de Sumar a las europeas. Un proceso en el que Manu Pineda, el candidato auspiciado por el sector de Enrique Santiago, parte con mucha ventaja frente a las otras dos opciones: Henar Moreno, de La Rioja, y Margarita Sainz, de la federación de Madrid.

Aunque la victoria del eurodiputado se da por descontada –reunió muchísimos más avales que sus rivales–, en la dirección hay acusaciones cruzadas de haber querido convertir estas primarias en una suerte de previa de la asamblea de mayo. Aunque Rego no se ha posicionado por ninguna candidata, su secretario de Estado de Juventud e Infancia, Rubén Pérez, publicó un post en sus redes en apoyo a Moreno. Un gesto que en el sector ligado a la dirección actual del PCE vieron como una demostración de que la ministra estaba apoyando de forma implícita a la diputada de La Rioja. “Rubén es un alma libre”, opone otro dirigente del partido. 

Fuentes de una parte de la dirección federal de IU mostraban el miércoles su “sorpresa mayúscula” por el paso adelante de Rego precisamente en un momento de primarias, con un proceso en marcha desde hace varios meses y cuando hay una comisión preparatoria de la asamblea, que es donde, entienden, se debe plantear este nombre. 

El nombre de Rego salió en la última colegiada (ejecutiva) pero según esas mismas fuentes fue recibido con frialdad. El problema, insisten, no es el nombre de la ministra para liderar la federación sino los tiempos, la forma y que todo ocurra cuando se estaba negociando una lista de consenso. 

El responsable de Organización de IU, coportavoz del partido y quien pilota la comisión preparatoria de la asamblea, Ismael González, publicó un tuit ese mismo miércoles en el que celebraba el paso de Rego. “IU es una organización democrática que elige sus direcciones y cargos públicos por sufragio universal. Por eso es una excelente noticia que se presente una compañera, sea dirigente, cargo público o militante de base”, dijo. Y adelantó que la próxima semana convocaría una reunión de la comisión preparatoria de la asamblea “para valorar si se puede articular una candidatura de consenso en torno a la propuesta de Sira” o una diferente que pueda surgir en estos días. 

En los pasillos del Congreso, la propia dirigente descartaba que su decisión supusiese una ruptura de las negociaciones para una candidatura de unidad. “Estamos a tiempo de consensuar absolutamente todo. Vamos a debatir, a consensuar, a hablar de la política. Tenemos un documento magnífico y hay tiempo de sobra para poder tener un proceso unitario que nos represente a todos”, dijo. 

Algunas voces dentro de la dirección defienden el paso de la exeurodiputada como una forma de desbloquear unas negociaciones que el otro sector, dicen, estaba tratando de dilatar. 

Fuentes críticas con el movimiento de la ministra no dan las negociaciones por rotas y todavía aspiran a lograr una candidatura de unidad, pero advierten de que hay un sector del partido, reflejado en las organizaciones y en los territorios, que se tiene que hacer valer. “Si la candidata no es capaz de abanderarlo, tendrá que hacerse ver de alguna manera”, aseguran para deslizar la posibilidad de una candidatura alternativa si se siguen cometiendo “errores” como el de esta semana. 

Aunque de momento nadie está en eso, la tensión que reina en las negociaciones es evidente. Y es posible que el resultado de las primarias europeas, que cierran este domingo, pueda influir en lo que pase en los días siguientes. Todo el mundo espera que gane Pineda, pero podría tener un resultado menos abrumador de lo esperado. En todo caso, hay fuentes de la dirección que tratan de desvincular estas primarias como una suerte de primera vuelta de la asamblea de mayo. 

El sector crítico vuelve a presentar candidatura 

Como en las anteriores asambleas, la corriente crítica con la dirección, que abandera una posición contraria a las confluencias, ha presentado ya una candidatura alternativa. La encabezará, igual que en el congreso anterior, José Antonio García Rubio, quien fue dirigente durante la etapa de Cayo Lara. 

García Rubio trata, igual que hizo en 2021, de reeditar la lista articulada alrededor de la llamada Declaración de Zamora, con el fin de agrupar al sector más identitario de IU. En 2016 esa candidatura la encabezó Paloma López y la cerró de forma simbólica Cayo Lara. Cinco años después Rubio tomó el relevo y presentó una candidatura acompañada de un documento que tituló La Izquierda Necesaria. Obtuvo el 20% de los apoyos frente al ex coordinador federal Alberto Garzón.

Ahora volverá a enfrentarse a Rego con los mismos argumentos con los que entonces ese sector rechazaba la confluencia con Podemos. Para García Rubio, la estrategia de unidad con Sumar. “El personalismo y la escasa participación colectiva democrática, acentuada por la desigual presencia territorial del grupo que se propone dirigir el proceso, está generando una situación cuya dinámica anuncia una división de la izquierda trasformadora aún más fuerte que en el caso de UP”, denuncia el documento del sector crítico, según informa Europa Press.