El presidente del Partido Popular, Pablo Casado, ha propuesto este martes endurecer la política penitenciaria para los presos de ETA como “garantía” del reconocimiento a las víctimas del terrorismo que dicen defender los populares. En un acto en Almería, Casado ha planteado la reforma de la ley penitenciaria para exigir a los reclusos de la organización terrorista que además de renegar de la violencia se comprometan a una “colaboración efectiva al esclarecimiento” de los crímenes de la banda.
Ese deberá ser un requisito imprescindible para que los presos de ETA puedan cambiar de grado penitenciario. Además, Casado propone la reforma del Código Penal para que el delito de enaltecimiento del terrorismo “afecte a la convocatoria” de los actos en los que se produzca ese enaltecimiento. El líder del PP quiere evitar así que los reclusos de la organización terrorista sean “recibidos como gudaris” una vez salgan de prisión.
Casado ha cargado contra el Gobierno por el acuerdo que logró ayer la ministra de Política Territorial, Meritxell Batet, con el Gobierno Vasco, para iniciar el proceso para que la competencia en materia de Prisiones sea cedida a Euskadi. A juicio del líder del PP esto supone una “cesión” a los intereses de Bildu e implica “el fin de la política de dispersión” de los presos de ETA que él defiende.