El líder del PP, Pablo Casado, ha defendido este viernes las macrogranjas de ganadería intensiva que algunos de los dirigentes de su partido han considerado en la última semana ilegales e incluso inexistentes. Pero no lo ha hecho en una explotación con miles de cabezas de ganado, sino en el entorno bucólico de una explotación extensiva en Las Navas del Marqués (Ávila). Precisamente el tipo de explotación que defendió el ministro de Consumo, Alberto Garzón, en la ya famosa entrevista en The Guardian que ha desatado una dura campaña de las derechas política, mediática y empresarial contra el también coordinador federal de IU. Una ofensiva que Casado ha mantenido al exigir, una vez más, la destitución de Garzón.
Casado ha utilizado el bulo extendido por el lobby cárnico para atacar al ministro, al dar por bueno que Garzón dijo en su entrevista en The Guardian “que los animales en España son maltratados y que producen carne de baja calidad”. En realidad, el titular de Consumo lo que apuntó es que la ganadería extensiva produce carne de buena calidad y que son las macrogranjas las que logran, y exportan, un producto de “peor calidad”.
“España tiene la mejor carne del mundo gracias a estos entornos”, ha arrancado Casado su comparecencia, rodeado de vacas en libertad en el campo abulense. En sus declaraciones al diario británico, Garzón señaló expresamente que las granjas extensivas son “medioambientalmente sostenibles” y citó como ejemplo las de Extremadura, Andalucía y Castilla y León.
Pese a compartir criterio sobre las granjas extensivas, Casado ha sostenido que hay un “ataque” desde el Gobierno al sector primario, en el que ha incluido las inspecciones laborales en el campo, las recomendaciones de la Unión Europea y la OMS para reducir el consumo de carne, los supuestos ataques “a la remolacha” y a la “dieta mediterránea”.
“Pido a Pedro Sánchez que mañana cese a Alberto Garzón”, ha dicho, tras repasar todas la supuestas afrentas del Gobierno al campo español. “No manda nada, es un presidente débil. Es copresidente, hay un Gobierno de de Pedro Sánchez y otro de Yolanda Díaz. Y aunque Sánchez cambie a no sé cuántos ministros en julio, no puede cambiar a Alberto Garzón”, ha apuntado.
El líder del PP también ha defendido el eslogan que ha elegido su partido en su campaña contra Garzón: #MasGanaderiaMenosComunismo. Un lema que emula al que utilizó Isabel Díaz Ayuso ante las elecciones de mayo de 2021. Casado ha arremetido contra la “intervención comunista” y ha criticado que “ideología política esté en el Consejo de Ministros” porque, ha dicho, intenta “intervenir en los hábitos y en la economía familiar”, indica a los españoles que coman menos carne y a los ganaderos “que tienen que cerrar sus explotaciones”.
Pero las indicaciones sobre los hábitos de consumo, la dieta o los riesgos de las macrogranjas los establece la Unión Europea, no la Internacional Comunista. De hecho, el comisario de Agricultura de la UE, el comisario polaco Janusz Wojciechowski, reconoció este mismo jueves que hay un “problema con el desarrollo de la agricultura a gran escala, especialmente en algunos sectores de la producción animal, como la carne de cerdo, las aves de corral y las gallinas ponedoras”. Wojciechowski pertenece al ultraderechista partido polaco Ley y Justicia.
Defensa de las macrogranjas
Casado ha tenido que responder a los periodistas sobre las explotaciones intensivas y las macrogranjas, a las que Garzón dirigió sus críticas. “Aquí no hay macrogranjas”, ha despejado de primeras el presidente del PP. Es el argumentario que ha utilizado el partido desde que comenzó la polémica. El candidato del PP en las elecciones de Castilla y León del próximo 13 de febrero, Alfonso Fernández Mañueco, llegó a decir que las macrogranjas “no existen” y que son “una cortina de humo”. La portavoz parlamentaria, Cuca Gamarra, dijo que estas no son legales.
Pero la insistencia de las preguntas ha obligado a Casado a reconocer, primero que “en Castilla y León hay granjas y granjas grandes”. “Hay ganadería intensiva en la que no se maltrata a los animales y donde se cumple la normativa estatal y europea”, ha añadido. El líder del PP ha continuado con una defensa cerrada de las macrogranjas: “Tampoco me parece que contaminen. Esas granjas aprovechan incluso los residuos de los animales para biocombustible. También niego lo de la contaminación”. Antes, había dicho que en esas explotaciones agroindustriales “no se maltrata a los animales”.
Casado también ha defendido que el Ayuntamiento de Daimiel (Ciudad Real), donde gobierna el PP, haya vetado la construcción de macrogranjas en su término municipal. “Lo que voten está bien”, ha zanjado.
La presión de las preguntas, y la evidencia de que hoy Casado había optado por un escenario bucólico para defender la ganadería, le ha obligado a modificar en directo sus planes. El líder del PP ha asegurado que la semana que viene visitará una macrogranja en Palencia. De momento, ya tiene su habitual foto en los espléndidos campos de Ávila rodeado de lozanas vacas.