Casado trata de boicotear la Conferencia de Presidentes con el apoyo de sus barones más fieles
La Conferencia de Presidentes que este viernes ha reunido a Pedro Sánchez con los máximos responsables de los gobiernos autonómicos es, para el Partido Popular, un “fraude”, un “fake” y un acto de “propaganda” del Ejecutivo de PSOE y Unidas Podemos. Lo era incluso antes de conocer qué ocurriría en el encuentro que se ha celebrado presencialmente –tras los 17 telemáticos que han tenido lugar durante la pandemia– en la ciudad de Salamanca y en el que Sánchez ha anunciado la adquisición de 3,4 millones de vacunas para acelerar la vacunación, y la transferencia de 10.500 millones de euros de los fondos europeos a las autonomías en lo que queda de año para que hagan frente a las consecuencias de la pandemia.
Con todo, dirigentes populares, incluido su líder, Pablo Casado, y sus barones más afines –la madrileña, Isabel Díaz Ayuso, y el murciano, Fernando López Miras–, lanzaron esta semana una campaña para intentar boicotear la citada cumbre autonómica con el objetivo de seguir desgastando al Gobierno de izquierdas y desvincularlo de cualquier acuerdo que se pudiera lograr en la conferencia, a la que asistieron todos los presidentes autonómicos del PP.
Algunos de ellos, como el presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo o el andaluz, Juan Manuel Moreno Bonilla, también han sido críticos con el Ejecutivo aunque con un mensaje más moderado que el de Ayuso y López Miras. Por contra, el castellanoleonés, Alfonso Fernández Mañueco, ha sido el único que se ha mostrado agradecido con la interlocución del Gobierno y las comunidades autónomas.
En todo caso, el propio Casado se desplazó este jueves a la capital charra para mantener una cena previa con sus barones y preparar la reunión en la que estos se han visto con el resto de dirigentes territoriales y el Ejecutivo central.
Casado considera que la conferencia supone una “humillación” a todos esos presidentes autonómicos, sobre todo a raíz de que el lehendakari, Iñigo Urkullu, decidiera asistir a la cita tras conseguir el miércoles que el Gobierno cediera a la administración vasca la gestión de dos nuevos impuestos. También porque Sánchez haya decidido mantener la cumbre bilateral prevista para el lunes con el president de la Generalitat catalana, Pere Aragonès, después de que este rechazara asistir a Salamanca y reivindicara al Estado un trato diferencial al del resto de comunidades autónomas.
“Los presidentes autonómicos están hartos, y con razón, de que se establezca un mercado persa de que si vienes a la Conferencia de Presidentes, como eres del PNV, te voy a dar la Tasa Tobin, la tasa Google y los impuestos del comercio exterior, igual que el año pasado te di 2.000 millones de euros. Esa foto no la cobran ni los mejores actores de Hollywood”, ironizaba este jueves el líder del PP durante la rueda de prensa de balance del curso político que ofreció en la sede nacional de su partido.
“No se decidirá nada”
Los gestos de Sánchez hacia Urkullu y Aragonès, en el marco de sus relaciones con las comunidades autónomas, suponen, para Casado, una muestra más de que el de PSOE y Unidas Podemos es “el Gobierno de la desigualdad y de la malversación permanente de promesas electorales y de prebendas a los socios que le aprueban los Presupuestos”. El mismo líder del PP que tilda al Gobierno de “socialcomunista”, le acusa de “mentiroso” e “incompetente” y lo vincula con ETA y las “dictaduras bolivarianas” reclamó “respeto” este jueves a ese Ejecutivo para el que no escatima en descalificativos.
“Pedimos un respeto y, si no, que no la convoque. Para humillar a la gente y para decir 'tú eres menos que el otro porque no tienes votos que me hacen presidente', que no la convoque, que no nos haga perder el tiempo”, insistió Casado en su comparecencia.
El presidente de los populares asegura compartir, además, todas las reflexiones realizadas por los dirigentes de su partido y por sus barones en los últimos días para tratar de desacreditar la Conferencia de Presidentes de este viernes. El miércoles, el secretario general del PP, Teodoro García Egea, se refirió a la reunión como una “conferencia fake” en la que “no se decidirá nada”. Y la portavoz de los populares en el Congreso, Cuca Gamarra, tildaba el encuentro como un “fraude”, en esa misma línea.
Más dura fue hace una semana una de las que ha confirmado su asistencia a la reunión de este viernes, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. Sus críticas se deben a que el Gobierno no envió el orden del día del encuentro –formado por dos puntos: la situación de la pandemia y el reparto de los fondos europeos– hasta esta misma semana. Ayuso acusa a Sánchez de no respetar el reglamento de la Conferencia, que fija que el orden del día de cada una de sus reuniones debe ser conocido con 20 días de antelación, algo que, a su juicio, nunca se ha producido en los 17 encuentros celebrados por el Gobierno y los presidentes autonómicos durante la pandemia.
Su advertencia es clara: “Mientras estas conferencias no se programen y no se traten de acuerdo al reglamento, [desde la Comunidad de Madrid] no vamos a seguir asistiendo. El Gobierno de Madrid no puede ir a una reunión en la que nos dan cinco minutos para hablar del reto demográfico o de las vacunas y donde no se tiene en cuenta nuestra opinión”. A su juicio, las reuniones celebradas hasta ahora han sido para “escuchar y aplaudir al presidente”.
Los “cinco minutos” de cada interviniente
Menos contundente, el presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, también denunció el martes que el de las conferencias de presidentes “es un formato informal” donde el presidente del Gobierno “cuenta algunas cosas”. “Algunas que ya sabemos”, matizó. “Y se nos da cinco minutos a los presidentes autonómicos”, lamentó.
Todos –también presidentes autonómicos socialistas como el castellanomanchego, Emiliano García-Page– han criticado la ausencia del president catalán. El andaluz, Juan Manuel Moreno Bonilla, consideró que las “cesiones” a Euskadi y Catalunya “no son el mejor comienzo” para el cónclave. Lo hizo, asimismo, el presidente de la Región de Murcia, el popular Fernando López Miras, que el miércoles también arremetió contra la falta de previsión del orden del día y contra el formato de la reunión.
“Vamos a hacer cientos de kilómetros para, en cinco minutos, hablar de la situación epidemiológica de cada comunidad; de la necesidad de vacunas que tenemos para poder acelerar la vacunación de los más jóvenes; para que nos dé un mínimo de información sobre los criterios de reparto de los fondos europeos Next Generation; y sobre el plan de lucha contra la despoblación en el mundo rural, entre otras tantas cuestiones”, advirtió en una entrevista en Telecinco.
El presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, anfitrión de la conferencia en Salamanca, la ciudad de la que fue alcalde, reconoció sin embargo el “esfuerzo muy importante” realizado por el Gobierno “en el último año y medio con la celebración de las Conferencias de Presidentes”. “Hay que reconocérselo al presidente del Gobierno y a los presidentes de las comunidades autónomas”, dijo el martes. Él también lamentó la ausencia de Aragonès, algo que responde, a su juicio, a que “en este país hay que aprender a dialogar y a acordar”.
En contra de la gestión de la pandemia
El principal objetivo de la dirección del PP es que con reuniones como la de este viernes no pueda percibirse que el Gobierno ha realizado ninguna gestión positiva durante la pandemia y que cualquier decisión correcta ha correspondido en exclusiva a las comunidades autónomas y, en especial, a las gobernadas por los populares.
Para Casado, “la gente no es tonta” y ha podido ver cómo los presidentes autonómicos “han dado la cara” en sus autonomías, “han puesto vacunas y han dado ayudas a autónomos”, mientras Sánchez “ha declarado el virus vencido tres veces, cada vez que había una campaña electoral”.
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