Cayetana Álvarez de Toledo, que fue uno de los azotes internos de Mariano Rajoy, se siente en casa con Pablo Casado. Considera que el PP ha recuperado sus esencias y por eso ha aceptado encabezar la lista por Barcelona. En su debut como candidata, Álvarez de Toledo ha reiterado su agradecimiento por “volver a casa” y ha cargado con dureza contra el independentismo. “El procés es un gigantesco proyecto de extranjería”, ha afirmado en su primer discurso en el que ha denunciado que el independentismo apuesta por la “xenofobia y la intolerancia”.
“Voy a representar a los míos, que son todos aquellos que se consideren ciudadanos libres e iguales en Catalunya y que significa ser libres e iguales en España”, ha asegurado Álvarez de Toledo, que ha sido la única cabeza de lista del PP, junto al número dos del partido, que ha intervenido en el acto de presentación de los 51 aspirantes que acompañarán a Pablo Casado. Para la política, que ha recordado que es madrileña y “medio argentina”, el independentismo busca que los catalanes se sientan “extranjeros” en su tierra.
Álvarez de Toledo ha asegurado que en las elecciones generales “se juega la continuidad histórica de España como una comunidad de ciudadanos libres e iguales”. “Un PP débil es sinónimo de una España débil. España solo seguirá unida y democrática con un Gobierno liderado por el PP y por Pablo Casado”, ha expresado la dirigente conservadora, que llegó a votar a Ciudadanos fruto de su desencanto con las políticas de Rajoy.
La cabeza de lista del PP por Barcelona se ha quejado de que los independentistas critiquen que personas de fuera de Catalunya concurran a las elecciones: “Cuantas más veces digan Cayetana es de fuera, no habla catalán, no puede representarnos; más poderoso será el sentido de lo que el PP hace en el día de hoy”.
En esa misma línea, Pablo Casado ha anticipado que a su fichaje la llamarán “charnega” y “botiflera” en Catalunya, cuando, a su juicio, Álvarez de Toledo “ha hecho más” por Catalunya que las “60 entidades financiadas” que se desplazan este mismo sábado a Madrid a una manifestación en defensa del derecho a decidir y contra el juicio del procés.
Casado denuncia una “campaña sucia”
Casado ha asegurado que esa protesta persigue reclamara “preventivamente” a Pedro Sánchez “en la capital de la nación” y “a las puertas de la Moncloa” el “pago al contado” por el apoyo de ERC y PDeCAT a la investidura. Los socialistas no han renunciado esta vez a recibir el apoyo de las fuerzas independentistas para mantener el Gobierno, pero el derecho a la autodeterminación es una línea roja que Sánchez insiste nunca traspasará.
“A lo mejor vienen a increparnos a nosotros”, ha llegado a decir Casado, que ha defendido la actuación del PP respecto al proceso de independencia con la activación del 155 o la presentación de recursos ante el Tribunal Constitucional. De hecho, ha presumido de que los dirigentes independentistas estén siendo juzgados en el Supremo y no por “jueces elegidos por los partidos independentistas” en el Tribunal Superior de Catalunya sea una victoria del PP. “No sabemos a qué vienen”, ha reconocido el líder conservador, que ha especulado con que “a lo mejor” de manifiestan para “criticar a Trapero [el exjefe de los Mossos] cuando ha descubierto el entramado por la violencia” o “a increpar a sus altos cargos cuando reconocieron lo que tuvieron que sufrir”.
En la presentación de los cabezas de lista –cuya tardía designación causó inquietud en algunos aparatos provinciales–, el PP se ha reivindicado como el único partido capaz de hacer frente a Sánchez. Así, Casado se ha referido sin citarlo a Vox al hablar de un “un espacio político estérilmente fragmentado” que sirvió de “estímulo” a Sánchez para anticipar las elecciones y que le da “esperanza” de seguir en Moncloa. Sin hacer una referencia expresa, también ha criticado a Santiago Abascal por estar fuera del foco y limitar su estrategia a las redes sociales y a actos de formato cerrado en los que no tiene que responder a los periodistas.
Casado ha asegurado que seguirá con su actual estrategia pese a que le acusen de estar “sobreexpuesto” y ha acusado al Gobierno de alentar una campaña de “fake news” en su contra. El líder del PP se ha referido expresamente a la polémica por su propuesta de retrasar la expulsión de madres migrantes embarazadas si dan a sus hijos en adopción.
“Ya hemos visto que van a hacer una campaña sucia para intentar denostar incluso a los legítimos representantes del partido de enfrente”. Casado ha reclamado a los suyos que no se “crispen” ni “ enfaden” porque “la gente no es tonta”: “No van a poder con nosotros”, ha rematado.
Casado también ha reivindicado la “renovación tranquila” en las listas del PP de las que han desaparecido buena parte de los baluartes de Soraya Sáenz de Santamaría, que fue su rival en la batalla por el liderazgo del partido de hace unos meses. “Comparto esa necesidad de ir unidos para evitar que el PSOE caiga en las garras de los que quieren romper España”, ha sentenciado Casado.