Decenas de científicos reafirmaron hoy en Chile que el uso de la marihuana con fines terapéuticos es “seguro, eficaz y de escasos efectos adversos”, durante el tercer Seminario Internacional de Cannabis Medicinal en Santiago.
Sin embargo, los especialistas aseguraron que aún pesa “el mito de la adicción” sobre los pacientes que se tratan con cannabis, lo que “no está comprobado”, precisó a Efe la directora de investigación y estudios clínicos de Fundación Daya, Gisela Kuester.
Actualmente, la normativa chilena establece “que el uso medicinal del cannabis es legal, lo que ha favorecido que se atiendan pacientes en el marco de la ley”, señaló Kuester, quien se ha convertido en la principal investigadora nacional en este ámbito.
Gracias a la regulación emitida en 2015, se cosechó en marzo de 2016 la mayor plantación legal de cannabis en América Latina, de 6.000 plantas en una zona rural del sur del país, para distribuir sus cogollos de manera gratuita entre 4.000 pacientes oncológicos, con epilepsia refractaria y dolores crónicos.
Actualmente, la ley autoriza la elaboración y venta de medicamentos derivados del cannabis, aunque en forma restringida, con “altísimas” exigencias y a un elevado costo monetario, sostuvieron desde la Fundación Daya.
Por ello, especialistas de países como España, Estados Unidos, Colombia, Argentina, Uruguay y Bolivia, entre otros, coincidieron este jueves en la importancia de democratizar el acceso a cultivos y fitofármacos (medicamentos con principios naturales) a base de cannabis.
“Debería existir la opción de adquirir fármacos a un precio justo y accesible, a un precio ético, o contar con agrupaciones de cultivadores regulados, con experiencia, para satisfacer así una demanda”, dijo Kuester.
La investigadora lidera actualmente en la Fundación Daya el primer ensayo clínico de un fitofármaco a base de cannabis de Latinoamérica, con el fin de medir la eficacia de la sustancia en alrededor de 200 pacientes con dolor oncológico, en un país en el que el cáncer es la segunda causa de muerte.
En esta línea, el bioquímico español Manuel Guzmán advirtió a Efe que el próximo “gran reto” en el ámbito de la oncología y la neurodegeneración será dilucidar si a la vez de paliar los síntomas asociados a estas enfermedades, la marihuana puede ayudar a frenar su progresión.
El biólogo molecular de la Universidad Complutense de Madrid explicó que los cannabinoides podrían además utilizarse como agentes neuroprotectores, ya que se unen a los receptores de las células “como una llave que se introduce en una cerradura” e imitan su comportamiento para ayudarlas a funcionar.
En el encuentro, que se extenderá hasta el sábado, se demandó también un mayor compromiso de las universidades para enseñar sobre el uso de la marihuana medicinal, que hasta el momento es una temática que no figura en las carreras de salud en Chile, declaró a Efe Ana María Gazmuri, directora de la Fundación Daya.
Se calcula que en el país suramericano más de 200.000 personas utilizan marihuana medicinal como tratamiento a enfermedades como epilepsia, cáncer, depresiones, anorexia y artritis, entre muchas otras.
De acuerdo a una encuesta realizada este año por la Universidad Andrés Bello y la Universidad de Londres, Chile es el país de Latinoamérica que más consume marihuana, con una ley que ampara el cultivo de la planta para “su uso personal exclusivo y próximo en el tiempo”.