Ciudadanos decide en su congreso si abandona la socialdemocracia y se sitúa en el centro liberal

Ciudadanos afronta este fin de semana su IV Asamblea General con el dilema de decidir si mantiene las señas de identidad socialdemócratas con las que nació en Cataluña en 2006, o definirse simplemente como un partido de centro “liberal progresista”.

Este será el principal foco de atención de un cónclave que por primera vez se hará fuera de Barcelona -se celebra en la localidad madrileña de Coslada- y al que Albert Rivera llega cómodo, con el liderazgo renovado tras someterse a unas controvertidas primarias, y con un equipo ampliado de 23 a 37 dirigentes con el que inicia una nueva etapa. Un grupo en el que el propio Rivera ha desvelado que se encuentra su “gobierno en la sombra” con el que quiere consolidad la expansión nacional del partido y prepararse para la próxima cita electoral: las autonómicas y municipales de 2019.

Precisamente, varias de las enmiendas presentadas a la ponencia de Estrategia apremia al partido a no esperar a esa fecha y entrar ya en gobiernos de coalición, un paso que aunque se ha dado ya en algunos municipios, Ciudadanos se resiste ahora a generalizar. La postura de la dirección será defendida en esa ponencia por el secretario general, José Manuel Villegas, y por el secretario de Comunicación, Fernando de Páramo.

La formación naranja quiera además pasar página del “hiperliderazgo” que ha fomentado Rivera y repartir juego entre los demás dirigentes. La primera prueba de ello ha sido la designación como portavoz de la Ejecutiva de Inés Arrimadas, cuya imagen se pretende impulsar como símbolo de la firme oposición del partido frente al nacionalismo independentista catalán.

La propia Arrimadas, en su primera comparecencia ante la prensa, anuncio que el nuevo logo y la retirada de los enormes carteles con las fotografías de Albert Rivera que dominaban por dentro y por fuera la sede eran síntomas de que el partido quería afrontar una nueva etapa. “Es una evolución lógica” porque “si no te mueves, te quedas atrás”. “Renovarse o morir”, sentenció Arrimadas, mientras rechazaba que estuviera en cuestión ese “hiperliderazgo” de Rivera dado que es “el líder mejor valorado entre la ciudadanía”. “No se debate porque no es algo negativo”, zanjó.

Cambio en el ideario

Pero el centro de atención de la Asamblea va a situarse en las nuevas señas de identidad que la dirección del partido ha acuñado en su ideario y en “qué quiere ser de mayor” Ciudadanos, como señaló gráficamente Rivera. Desde la Ejecutiva se ha impulsado un cambio ideológico para definirse únicamente como una fuerza de “centro”, “liberal progresista”, eliminando toda referencia al “socialismo democrático” con el que nació Ciutadans, Movimiento Ciudadano en 2006 en Cataluña.

Precisamente han sido varias agrupaciones de Cataluña las que han plantado cara a ese viraje con la presentación de una enmienda a la totalidad a la ponencia de Valores. Este grupo que ha capitaneado Jordi Cañas -antaño número dos de Rivera en el Parlament y ahora alineado con el sector crítico-, no espera a estas alturas poder transaccionar el texto de la Ejecutiva, que será defendido por el propio Rivera y por portavoz en el Congreso, Juan Carlos Girauta. La sorpresa sería que se forzara una votación secreta.

Los otros focos de los debates van a estar centrados en la decisión del partido de endurecer las sanciones disciplinarias para evitar la formación de “corrientes internas” y en los 'recortes' que se han introducido en el proceso de primarias.

Ambos puntos están incluidos en la ponencia de Estatutos en la que hay presentadas también varias enmiendas, una de ellas a la totalidad. La dirección, que estará representada por el secretario de Organización Fran Hervías, y el secretario de Acción Institucional, José María Espejo, aquí si parece dispuesta a suavizar el capítulo de las sanciones con cambios de tipo semántico para dejar claro -según dicen- “que no se quiere perseguir al discrepante” sino a los que quieren “torcer la voluntad de los afiliados” infiltrándose masivamente en el partido en vísperas de procesos internos.

En cuanto a las primarias, las enmiendas apuntan hacia un claro rechazo a que se simplifiquen para elegir solo al primer puesto de las candidaturas a la presidencia del Gobierno, de los gobiernos autonómicos, o para alcaldes de grandes ciudades, cuando hasta ahora también se elegían por primarias a los cuatro primeros nombres de esas listas.

Dado que la mayoría de los 479 compromisarios electos pertenecen a la candidatura oficialista “España Ciudadana”, los sectores críticos, como #TranC'sparencia, ya han adelantado que no albergan muchas esperanzas de que se propicien esos cambios deseados por la militancia. La plataforma, que no ha logrado llevar a la Asamblea ningún representantes bajo esas siglas, incluso acaba de denunciar que es “ilegal” que los 14 nuevos miembros del Comité Ejecutivo puedan ser considerados compromisarios natos porque contraviene los Estatutos.

El informe de gestión de Rivera se votará a mano alzada

Con estos mimbres el cónclave comienza este sábado y se clausura el domingo. Durante la primera jornada, Albert Rivera presentará el Informe de Gestión de su anterior Ejecutiva -que se someterá a votación a mano alzada- en el que destacará la consolidación y el crecimiento que ha experimentado Ciudadanos especialmente en estos dos últimos años.

También se presentará el informe de finanzas que correrá a cargo del responsable de ese área, Carlos Cuadrado, que pone de relieve que las donaciones privadas a Ciudadanos se dispararon en 2015, el año de su entrada en ayuntamientos, parlamentos autonómicos y en el Congreso, pero volvieron a caer a sus niveles anteriores en 2016.

Un dato curioso de ese informe económico es que en él se cifra el número de afiliados que pagaron su cuota en 2016 en 30.867. En las recientes primarias, sin embargo, se rebajó esa cifra del censo a 20.078. Esto supone reconocer que o bien había mucho militante que realmente no estaba al corriente de pago, o bien que el partido ha perdido en estos primeros meses del año casi 10.800 afiliados, una cantidad realmente preocupante para un partido en plena expansión nacional.

Ya por la tarde se debatirán y votarán las 75 enmiendas presentadas a las tres ponencias de Estatutos; Estrategias y Líneas de Acción Política y Nuestros Valores.

El domingo se dedicará a la elección de los miembros del Consejo General, máximo órgano del partido entre congresos -que también se ha ampliado- y del Comité de Garantías, cuya composición también ha sido puesta en entredicho por los críticos.

La clausura de la IV Asamblea General tendrá lugar pasado ya el mediodía, con las intervenciones del secretario general, José Manuel Villegas, a la que seguirá la del líder del grupo ALDE, Guy Verhofstadt. El broche final lo pondrá el discurso de Albert Rivera.

Como invitados especiales acudirán en nombre del PP, el vicesecretario de Organización, Fernando Martínez Maíllo, y el de Comunicación, Pablo Casado. No está anunciada la presencia de ningún dirigente del PSOE ni de Podemos.