Ciudadanos no quiere que su polémica ley de gestación subrogada se quede en el olvido. Pese a no contar con apoyos entre los demás grupos políticos del Congreso, los de Rivera han vuelto este miércoles a registrar en la Cámara su propuesta en plena semana de celebración del Orgullo y en medio de las críticas y los vetos por parte de los colectivos LGTBI tras negarse a firmar el compromiso de no pactar con Vox.
El texto que presentan de nuevo ha sufrido alguna “mejora técnica para asegurar la libertad de la mujer que decide ayudar”, según explica a eldiario.es la responsable de Cs de Mujer y LGTBI, Patricia Reyes, que ha sido junto a la portavoz adjunta del grupo parlamentario, Melisa Rodríguez, la encargada de volver a registrarlo. Estos cambios se refieren a un punto concreto de la ley sobre la la prohibición de consanguinidad entre la gestante y la pareja demandante.
“Hemos modificado, después de consultar con expertos, un punto de la ley en donde no se admitía la consanguinidad. Ahora se admite la consanguinidad salvo que haya informes psicológicos previos que son preceptivos y que lo desaconsejen”, ha aclarado Reyes. Así, contenido de fondo será prácticamente el mismo y tiene por objetivo establecer un marco legal para regular la práctica.
La diputada ha insistido en la necesidad de “abrir una nueva vía para que los que no pueden ser padres puedan cumplir sus sueño”. “Creemos en un modelo de gestación subrogada altruista, garantista para que la mujer tome esa decisión con absoluta libertad”, ha señalado Reyes, que ha puesto como ejemplo de referencia Canadá, “un país que no es sospechoso de vulnerar los derechos humanos sino todo lo contrario”, en el que esta practica es legal.
La dirigente de Cs ha pedido al Gobierno y a los demás grupos que “aparquen los prejuicios” y no cierren “de un plumazo el debate”. Según ha recordado, en España hay “parejas del colectivo gay, parejas de hombres, que no pueden ser padres de otra manera y ven muy difícil adoptar”.
El lunes pasado, el secretario general del partido, José Manuel Villegas, lamentó que en la anterior legislatura no pudiera abrirse el debate sobre una práctica que no está permitida en España, ya que la propuesta de Ciudadanos, presentada por primera vez en junio de 2017, no llegó nunca el pleno y “se quedó en la nada”. El pasado mes de enero Rivera volvió a anunciarla y pidió a los demás grupos que dieran libertad de voto a sus diputados al constatar que era una tema que en algunos partidos suscitaba divisiones internas.
Sin embargo, la formación naranja es la única que se muestra partidaria de la gestación subrogada, cuya regulación llevaba en su programa electoral para las elecciones generales del 28A. De hecho, a principios del pasado mes de marzo en un acto de campaña electoral Inés Arrimadas presentó el 'Decálogo Feminista' del partido y en su intervención puso la gestación subrogada y la prostitución como ejemplos de “libertad” para las mujeres: “Allí donde las mujeres podemos elegir más hay más feminismo. Allí donde hay prohibiciones hay menos libertad y por tanto menos feminismo”, señaló.
Vetados por sus pactos con Vox
Con la recuperación de la iniciativa en plena semana del Orgullo LGTBI, el partido de Rivera intenta hacer un guiño a un sector del colectivo LGTBI. Y de hecho, “el objetivo es extender los derechos del colectivos LGTBI”, según dijo Villegas, aunque precisando al mismo tiempo que es un asunto “que afecta a todos los ciudadanos”.
“Es una vía para formar una familia LGTBI en un país democrático”, decía Albert Rivera el pasado mes de marzo en una entrevista en La Sexta. El mismo recurso utilizó hace tan solo unas semanas en un vídeo publicado en Twitter aprovechando la presentación oficial del Orgullo en Madrid. En él, Ciudadanos apuntaba entre banderas arcoíris a que seguirá “trabajando” desde las instituciones para establecer un marco legal que avale esta práctica mientras reivindicaba “diversidad, libertad e igualdad”.
El partido intenta así focalizar el asunto de la gestación subrogada en el colectivo LGTBI, a pesar de que en la comunidad se trata de un debate marcado por las diferentes posturas y sobre el que no hay unanimidad: algunas entidades defienden su regulación y otras entienden que no se trata de un tema y una reivindicación esencialmente homosexual. De hecho, aunque hay parejas de hombres que acuden a esta práctica, también las hay heterosexuales y son varias las agencias intermediarias en España –ofrecen servicios en países en los que sí está regulada– que han señalado que la mayoría de clientes son parejas de diferente sexo.
El registro de la iniciativa, además, se produce en plena polémica por el veto a Ciudadanos en las carrozas de la manifestación del próximo 6 de julio, a la que ha confirmado que acudirá. Los colectivos organizadores del Orgullo han decidido impedir que la formación naranja y el PP cuenten con carroza por sus pactos con Vox. Las negociaciones con la extrema derecha son una línea roja para las entidades LGTBI y el partido no firmó un decálogo de compromisos que incluía este punto lanzado por COGAM, uno de los organizadores.
Frente a ello, los dirigentes naranjas insisten en que la formación “siempre ha defendido los derechos del colectivo LGTBI” y no entienden que se les haya “excluido” por no firmar un texto que consideraran “un intento de politizar el Orgullo fuera de lugar”. “Estamos de acuerdo con las asociaciones tanto en la defensa de la libertad como en la no discriminación y esa defensa tiene que seguir avanzando en los derechos que ya existen, para que se cumplan y se amplíen”, abundó Villegas en su comparecencia en la sede del partido, en la que adelantó el registro de la propuesta.
El veto no solo se ha reducido a Madrid y los organizadores del Pride de Barcelona también tomaron la misma decisión. No obstante, Ciudadanos decidió hacer circular un autobús LGTBI por las calles de la ciudad condal el pasado sábado, al que una veintena de personas pintaron con frases como “fuera fascistas” o “LGTBI en lucha”. El partido ha señalado que no descarta emprender acciones legales “si se identifica a los agresores”.