“Le deseo lo mejor. Solo tengo buenas palabras y buenos recuerdos y experiencias de Toni”. Inés Arrimadas se refería así este lunes a su compañero Toni Roldán que esta mañana creaba una verdadero terremoto dentro de Ciudadanos al anunciar su dimisión de todos los cargos y el abandono de su militancia en el partido. La portavoz nacional fue la encargada de comparecer una vez más en rueda de prensa y no Rivera tras la reunión de la Ejecutiva en donde las caras largas y de circunstancias eran la tónica general, según se puede apreciar en las imágenes tomadas por los gráficos.
Roldán no acudió a la sede y se limitó a comunicar su decisión a Albert Rivera y a llamar telefónicamente a José Manuel Villegas y a la propia Arrimadas, según ha desvelado la portavoz nacional en un corrillo con periodistas. Luego hizo una breve declaración en el Congreso, sin preguntas, que terminó casi al borde de las lágrimas.
Pese a este mazazo, Rivera ha decidido no variar su estrategia. Así lo confirmó Arrimadas en la rueda de prensa posterior a la reunión de la Ejecutiva. “No vamos a cambiar de criterio y seguiremos con la estrategia que aprobó por unanimidad la Ejecutiva”, es decir, optar por el PP como “socio preferente” en los pactos; no hacer “tripartitos” con Vox -pero no vetarle, como pedían las voces críticas-, y votar 'no' a la investidura de Sánchez. “Decidimos estar en la oposición y seguiremos firmes contra Sánchez pero leales con los españoles como nos comprometimos”, ha afirmado Arrimadas, que ha vuelto a descartar que Ciudadanos pueda replantearse más delante su decisión.
La portavoz nacional ha preferido no atacar a su ya excompañero de filas - “no voy a hacer comentarios sobre sus manifestaciones”, ha dicho- pero no ha podido evitar pedirle que sea él quién explique su cambio de opinión ya que votó a favor de esa estrategia, primero en febrero, con el veto al PSOE a nivel nacional, y después hace apenas unos semanas cuando se planteó con quién iban a aliarse tras los resultados del 26M.
“Habría que preguntarle a él por qué apoyó aprobar por unanimidad el criterio de la Ejecutiva y por qué no se siente ahora comodo con esa decisión. ”Le deseo lo mejor pero este partido sigue adelante“, ha zanjado.
Al ser preguntada si no creía que Ciudadanos ha dado un “giro a la derecha” como ha lamentado Roldán -no hay que olvidar que Rivera en 2016 llegó a firmar un pacto de investidura con Pedro Sánchez- , la portavoz nacional ha destacado: “El único cambio es que antes teníamos 32 escaños y ahora tenemos 57; que ahora somos un partido de gobierno y antes estábamos muy por detrás de los dos principales partido del bipartidismo y [tras las elecciones] nos hemos situado a 0,8 puntos del PP”.
Arrimadas además, ha descartado abrir una consulta a los militantes para saber qué opinan, como está pidiendo un sector del partido en Madrid capitaneado por el exrival en primarias de Rivera, Juan Carlos Bermejo.
La marcha de Roldán abre un nuevo roto a Rivera, que lleva más de una semana viendo cómo se cuestiona su estrategia de pactos con el PP con el inevitable respaldo de Vox en muchos ayuntamientos y en comunidades como Madrid o Murcia. Roldán era una de las escasas voces críticas, junto a la de Luis Garicano -que ha lanzado alguna 'puya' al partido en su cuenta de Twitter- y Francisco Igea, que había dentro de Cs, además de la de Valls o el mismo presidente francés, Emmanuel Macros, que desmintió que haya felicitado a Rivera precisamente por su política de pactos. Pero todo esto a la dirección del partido parece no preocuparle.