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Ciudadanos protesta por sentirse ninguneado en las negociaciones presupuestarias del Gobierno

En Ciudadanos están empezando a cansarse de los desprecios que están recibiendo por parte de Mariano Rajoy al que Rivera apoyó para poder ser investido presidente del Gobierno. La gota que ha estado a punto de colmar el vaso ha sido comprobar como Moncloa priorizaba las negociaciones con el PSOE para cerrar el techo de gasto, que este viernes aprueba el Consejo de Ministro, mientras Ciudadanos quedaba relegado a un segundo plano.

Los dirigentes naranjas desyunaban el jueves viendo que la principal noticia era el anuncio de que el Gobierno ultimaba un acuerdo con el PSOE sobre el objetivo del déficit a cambio de subir un 8% el Salario Mínimo Interprofesional (SMI). Los artífices de este acercamiento con Moncloa han sido Pedro Saura y el exministro Valeriano Gómez, muy fajado como sindicalista en estas lides.

Según este principio de acuerdo, el objetivo de déficit autonómico para el próximo año quedará fijado en el 0,6 por ciento del PIB, lo que supone un gasto de 6.600 millones de euros. Esta cifra es considerada como una flexibilidad para las comunidades autónomas respecto al 0,5% que era el que a priori planteaba Hacienda. Además, han pactado una subida del SMI a 707 euros mensuales para 2017, una cantidad que a los sindicatos les parece insuficiente.

La semana pasada el Congreso aprobó la petición de Unidos Podemos de subir el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) a 800 euros en 2018 y 2019 y que alcance los 950 euros en 2020, ya que de esta forma se cumpliría con la recomendación de la Carta Social Europea que sitúa el SMI en el 60 % del salario medio. El Grupo Socialista voto a favor pero Ciudadanos se abstuvo mientras el PP votaba en contra.

“Es positivo que los socialistas se avengan a negociar. Nosotros siempre lo hemos defendido y así se lo hemos pedido”, afirmaban fuentes del partido a eldiario.es intentando restar 'dramatismo' al asunto.

La razón que esgrimen en el PP para haber dado prioridad al PSOE es que los de Rivera no gobiernan en ninguna comunidad autónoma y los socialistas lo hacen en varias, entre ellas la andaluza, y es lógico que el Gobierno quiera buscar primero el entendimiento con ellos.

Pero eso a Ciudadanos no les convence. En el partido naranja recuerdan que son los artífices de que Rajoy esté en la Moncloa gobernando de nuevo y fue con ellos con quienes el PP cerró un pacto con 150 medidas de obligado cumplimiento. Por eso lamentan y se quejan de la lentitud y de la poca seriedad con la que se ha tomado el Gobierno el diálogo con ellos.

De hecho, cuentan que estos días han ido recibiendo la información con cuentagotas, papeles que aún estaban el mismo jueves estudiando para decidir si apoyan o no el techo de gasto. El propio Rivera ha advertido de que solo lo harán “si caben las medidas de Ciudadanos en el acuerdo”. “Si es así, podemos apoyar el techo, y si no caben, no lo apoyaremos”, ha dicho, tajante, el líder de Ciudadanos poco antes de que la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, iniciara este jueves su comparecencia en la Comisión Constitucional del Congreso para avanzar los planes de su departamento.

Los reproches a Sáenz de Santamaría han sido también lanzados en privado dado que los de Rivera se enteraron por la prensa de que el Consejo de Ministro iba a aprobar este viernes la creación de un impuesto a las bebidas azucaradas, junto a una subida del alcohol y el tabaco. Sin embargo, para ellos era mucho más urgente “pinchar la burbuja política” y “suprimir duplicidades” en las administraciones con lo que creen que se podrían ahorrar más de 1.000 millones de euros. De ser así, consideran que esa cifra podría ir destinada en los Presupuestos a las medidas sociales contenidas en el pacto, cuya inversión Ciudadanos eleva a 5.000 millones.

El mayor enfado, con Montoro

Que en Ciudadanos están desengañados y enfadados es algo palpable. Pero ese enfado va especialmente dirigido contra el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, con el que llevan 'peleando' semanas para que se tome “en serio” una de las principales medidas del acuerdo de investidura: la devolución del dinero no recaudado por la amnistía fiscal que concedió 2012 y que la formación naranja cifra en 2.800 millones. El plazo de prescripción finalizó ayer. Pero por ahora solo tienen la palabra del ministro de que seguirá exigiendo a los defraudadores que cumplan. “Si no se exige la devolución de este dinero, tendremos que replantearnos el pacto”, ha avisado también Juan Carlos Girauta.

Precisamente la decisión del PP de abstenerse en la mocion que con este fin se votó con este martes en el Congreso, que fue aprobada con el apoyo de los demas grupos, sentó muy mal en Ciudadanos. Así se lo ha hecho saber el responsable de política fiscal, Francisco de la Torre, al portavoz popular Rafael Hernando con el 'recado' para Montoro de que “esperan explicaciones”.

Para calmar los ánimos, la vicepresidenta se ha comprometido con Rivera –con el que mantiene una relación muy fluida– a poner “toda la colaboración del Gobierno” para cumplir las medidas del acuerdo de investidura. Aunque después le ha explicado que algunas de ellas “son complejas y llevan tiempo”.

Como son pocas las dudas que hay de que al final la sangre no llegará al río y habrá 'fumata blanca' sobre el techo de gasto, en el propio partido de Rivera ya están organizando una comparecencia posterior a la rueda de prensa del Consejo de Ministros. “Valoraremos los acuerdos que se tomen y en base a ellos será la Ejecutiva la que decida nuestro voto”, adelantan fuentes de Ciudadanos, en donde les gusta destacar que son “un partido con sentido de Estado, ”responsable“, ”que antepone siempre los intereses generales“.