La comisión de investigación sobre la Operación Kitchen, que investiga el espionaje político y policial al extesorero del PP Luis Bárcenas durante los gobiernos de Mariano Rajoy, no terminará este mes de junio, tal y como estaba previsto. Las pesquisas parlamentarias se prolongarán al menos hasta finales de 2021. Así lo han acordado el PSOE y Unidas Podemos, que tienen la mayoría en el órgano que controla la comisión, después de que el juez que instruye la causa sobre estos hechos en la Audiencia Nacional imputara este miércoles a la ex secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, y a su marido, Ignacio López del Hierro, por haber presuntamente intermediado para la operación con el comisario José Manuel Villarejo.
La decisión se sustanciará el martes que viene, pero ya está tomada. Fuentes parlamentarias consultadas por elDiario.es aseguran que la decisión del juez Manuel García-Castellón, que se produjo ocho meses después de que lo solicitara la Fiscalía Anticorrupción y el mismo día que estaba convocada Cospedal a declarar ante la comisión, ha provocado el cambio del calendario. De hecho, la imputación cogió a López del Hierro en pleno interrogatorio de los diputados.
El paso dado por García Castellón, y su coincidencia con la citación parlamentaria de Cospedal, provocaron la reacción de los grupos parlamentarios, que optaron por suspender la declaración de la que fuera número dos de Mariano Rajoy en el PP y ministra de Defensa en sus gobiernos.
Un día después se ha reunido la mesa de la comisión de investigación, el órgano que la dirige, para plantear modificaciones en el plan de trabajo acordado y que se ratificarán el próximo martes. La decisión cuenta con el apoyo del PSOE y de Unidas Podemos, y con el rechazo del PP.
La comisión continuará así con sus trabajos pasado el verano, en lugar de concluir su labor el 30 de junio, como estaba previsto. Eso provoca que las comparecencias de Rajoy y del que fuera su ministro del Interior, Jorge Fernández, se suspenden sine die. El PSOE y Unidas Podemos habían planificado que ambos fueran los últimos testimonios que el Congreso recabara para su investigación, por lo que la lógica indica que se les citará igualmente al final del nuevo periodo prorrogado, que todo indica que irá hasta el mes de diciembre. También la comparecencia de Cospedal suspendida ayer se reprogramará como la inmediatamente anterior a la del exjefe del Ejecutivo.
Fuentes del PSOE sostienen que la imputación dictada el miércoles por el juez “abre una nueva fase” y evidencia que “no solo eran cargos de Interior”, sino “del PP”, los que estaban implicados o, al menos, tenían conocimiento de los hechos investigados judicial y parlamentariamente.
A la vuelta de las vacaciones, además, los dos partidos que lideran la investigación propondrán ampliar las comparecencias. Por un lado, para llamar a declarar a algunas de las personas que ya han desfilado por el Congreso ante las “contradicciones” entre sus testimonios. Pero además se puede abrir el abanico y reconsiderar algunas de las peticiones que fueron rechazados. Unidas Podemos planteó desde el principio la necesidad de citar al presidente del PP, Pablo Casado, que formaba parte de la dirección nacional del PP durante los años del espionaje policial a Luis Bárcenas y que logró el liderazgo del partido en 2018 con el apoyo de Cospedal.
El PSOE se negó entonces y Unidas Podemos sacó el nombre de la lista para no entorpecer el acuerdo. Ahora, sin embargo, el discurso de los socialistas se acerca al que plantean sus aliados del Gobierno. Este mismo jueves el portavoz en el Senado, Ander Gil, ha asegurado que Casado “algo sabía” y que “algo tendrá que decir”.
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