La Audiencia Provincial de Madrid ha condenado a veintidós años de prisión para Enrique O.G. que el 23 de octubre de 2013 entró en el domicilio del extesorero del PP Luis Bárcenas, donde retuvo a su esposa, a un hijo del matrimonio y a la empleada doméstica.
En la sentencia, los magistrados consideran a Enrique O.G., de 65 años y sin antecedentes penales, autor de tres delitos de secuestro, tres de amenazas, uno de tenencia ilícita de armas y tres faltas de lesiones. También le condena por un delito de allanamiento de morada al asaltar el domicilio del extesorero del PP haciéndose pasar por un enviado del “obispado para hacer gestiones por la eventual libertad provisional” de Bárcenas.
La Fiscalía solicitó dieciocho años de prisión, mientras que la acusación particular, ejercida por la familia Bárcenas, reclamó una condena entre 25 y 29 años de cárcel, y la defensa pidió su libre absolución, al entender que se le debe aplicar la eximente de alteración mental. Sin embargo, la Sala considera que “no puede apreciarse como eximente completa o siquiera incompleta”.
Los informes médico-psiquiátricos emitidos durante el proceso establecieron que las capacidades de comprensión y abstracción del acusado son adecuadas y mantiene plena conciencia de la realidad, es decir, que es “capaz de distinguir con normalidad entre la licitud e ilicitud de una conducta”, aunque padece “trastorno de la personalidad con rasgos paranoides, narcisistas y antisociales”.
La sentencia, que fija en 18 años de prisión el límite máximo de cumplimiento efectivo de la condena, relata que el falso cura accedió a la vivienda mediante “engaño”. Una vez en la puerta del piso, el condenado insistió en entablar conversación con la esposa de Bárcenas, Rosalía Iglesias, que decidió “atenderle personalmente” y “entablaron una comversación sobre la situación penitenciaria de su marido y su posible excarcelación”, según explica la resolución judicial.
Tras veinte minutos de conversación, Enrique O.G. fingió que iba a sacar una pastilla de su maletín para combatir la acidez de estómago, pero sacó un revólver - “sin seguro” y que funcionaba “correctamente”- con el que apuntó a los “moradores” y les dijo “se acabó el teatro”. Apuntándoles con la pistola, pidió a Rosalía Iglesias toda la información relativa al caso Bárcenas, incluidos los 'pendrives' con los datos sobre la presunta financiación irregular del partido que preside Mariano Rajoy.
A continuación, el acusado maniató a los familiares de Bárcenas y a la empleada y amenazó a Rosalía Iglesias con disparar si no le entregaba la información. En el transcurso de los hechos, una amiga de la mujer y el frutero llamaron al timbre, pero el falso cura les obligó a despacharles. Después el hijo del extesorero del PP consiguió desatarse y redujo al secuestrador. Los retenidos consiguieron pedir auxilio. A la vivienda se trasladaron agentes de la Policía Municipal y la Nacional que detuvieron al falso cura.