“Ausencia de una investigación efectiva”. La frase se repite en las sentencias que el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) dicta contra España por presuntas torturas de miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. También en el fallo que acaba de conocerse por el que el Tribunal de Estrasburgo condena al Estado español por malos tratos policiales a dos terroristas de ETA, a los que el Tribunal Supremo no dio la razón y cuyo recurso fue rechazado por el Tribunal Constitucional. Estos son los otros casos por los que el TEDH ha fallado contra España.
2004: Terra Lliure
No indagar en la denuncia de 15 miembros del grupo terrorista Terra Lliure, que fueron detenidos y procesados poco antes de los Juegos Olímpicos de Barcelona, le costó a España su primera condena por no investigar torturas. Entre el 29 de junio y el 7 de julio de 1992, los denunciantes fueron arrestados en Catalunya y posteriormente trasladados a Madrid. Allí se quejaron ante los jueces de que habían sufrido maltrato policial. Lo ocurrido se denominó como “operación Garzón”, en referencia a que fue Baltasar Garzón quien instruyó la causa desde la Audiencia Nacional. Estrasburgo destacó que no se inició una investigación “profunda y efectiva” del caso. También decretó que los demandantes fueran indemnizados con 132.000 euros.
2010: Mikel San Argimiro
Los supuestos malos tratos que recibió un etarra detenido cuando intentaba poner una bomba lapa en un coche en mayo de 2002 motivaron la segunda condena por no investigar torturas. Un forense constató que Mikel San Argimiro, condenado por intentar asesinar a los exministros José Barrionuevo y Matilde Fernández, padecía una serie de lesiones. Posteriormente, y tras aparecer en la cárcel de Badajoz con una costilla rota, denunció “golpes en la cabeza” y “sesiones de asfixia” con una bolsa de plástico. La “ausencia de una investigación efectiva”, ya que su denuncia fue archivada, fue el argumento principal de la condena contra España de Estrasburgo, que obligaba a indemnizar al etarra con 23.000 euros.
segunda condena por no investigar torturas
2011: Aritz Beristain
Tras ser detenido por actos de kale borroka el 5 de septiembre de 2002, Aritz Beristain Ukar denunció que recibió “golpes en la cabeza, sesiones de asfixia con una bolsa de plástico alrededor de la cabeza, humillaciones y vejaciones sexuales y amenazas de muerte y violación”. Beristain fue examinado por un forense, pero asegura que no denunció esto ante el médico por el temor a los agentes de la Guardia Civil que le custodiaban. Nueve años después, el TEDH condenó a España por “la ausencia de una investigación profunda y efectiva” de esta denuncia. La indemnización para Beristain se fijó en 23.000 euros.
2012: Martxelo Otamendi
El director del clausurado periódico Egunkaria, absuelto en 2010 de integración en banda terrorista, denunció haber sido torturado tras su detención en 2003 por la Guardia Civil. Martxelo Otamendi aseguró que durante los cinco días que pasó detenido e incomunicado recibió “golpes en los genitales” y que le obligaron a desnudarse. Estrasburgo señaló que la Justicia española fue “pasiva” a las quejas de Otamendi y que las investigaciones al respecto “no fueron lo suficientemente profundas y efectivas”. El periodista fue indemnizado con 24.000 euros.
2014: Beatriz Etxebarria y Oihan Unai Ataun
Las supuestas torturas a una terrorista de ETA y a un miembro de Segi significaron otra condena a España por no investigar las denuncias. “Las investigaciones efectivas que se imponían por la situación de vulnerabilidad de los demandantes en detención incomunicada no tuvieron lugar”, señaló Estrasburgo sobre los casos de Beatriz Etxebarria y Oihan Unai Ataun, cuyas denuncias fueron archivadas por juzgados de Bilbao y Pamplona respectivamente. La condena contemplaba una indemnización a Etxebarria de 25.000 euros por daños morales y 4.000 por honorarios; Ataun debía recibir, por los mismos conceptos, 20.000 y 4.000 euros respectivamente.