Mantener a los diputados y senadores una vez que se disuelven las Cortes y deja de haber actividad parlamentaria tiene un coste para las arcas del Estado. En los dos últimos meses –desde que el 3 de mayo acabó la XI legislatura hasta la celebración de las elecciones generales, el 26 de junio–, las dos Cámaras se han gastado más de de cinco millones y medio de euros para afrontar el pago de los sueldos e indemnizaciones a los parlamentarios y exparlamentarios. Sin embargo, durante todo ese tiempo apenas se han reunido los cinco miembros de las Mesas de las Diputaciones Permanentes, máximos órganos del Congreso y el Senado fuera de periódos ordinarios.
La cifra calculada por eldiario.es asciende a un mínimo de 5.657.880,84 euros y es la suma de lo que cobran durante ese tiempo los 121 miembros de la Diputación Permanente del Congreso; los 71 que integran este órgano en el Senado; los complementos extras que se pagan a los cinco miembros de las Mesas de los respectivos órganos parlamentarios así como a los portavoces y portavoces adjuntos, más el pago de la llamada 'indemnición de transición' que se ha abonado a todos aquellos parlamentarios que dejaron de serlo al disolverse las Cortes: 203 en el Congreso y 181 en el Senado.
A todo ello, además, habrá que añadir más adelante otra indeminación por cese –a la que algunos parlamentarios ya se han acogido– que pagarán las Cámaras a los diputados y senadores que no han conseguido escaño el 26 de junio y que acrediten que no tienen otros ingresos.
Lo más notorio es que desde el 3 de mayo no ha habido actividad en las Cámaras. Para ser exactos, la Mesa de la Diputación Permanente del Congreso solo se ha reunido en tres ocasiones y la del Senado, dos, más una convocatoria de ese órgano al completo. Pese a ello, ni diputados ni senadores han renunciado a cobrar los complementos a los que legalmente tienen derecho, como los destinados a pagar los gastos que les origine su “actividad” parlamentaria, principalmente vivienda y manuntención: los de Madrid algo más de 870 euros, y los de otras provincias cerca de 1.814 euros, también mensuales. Cantidades que suman a su asignación básica y fija, que es igual para todos, de 2.813 euros brutos mensuales.
Complementos adicionales
Complementos adicionalesAdemás, los diputados que tenían en la legislatura algún cargo adicional, es decir, eran –o son– miembros de las Mesas de las Cámaras, lo eran de las Mesas de las Comisiones –órganos que quedaron disueltos al finalizar la legislatura–, u ostentan portavocías y portavocías adjuntas de sus grupos parlamentarios, añaden a esas cantidades los complementos estipulados. Son los llamados “gastos de representación” y de “libre disposición”, que no son nada desdeñables.
El Congreso lo explica en su página web, en el apartado de 'régimen económico'. “Tras la disolución de la Cámara, y conforme al acuerdo adoptado por su Mesa, los Diputados miembros de la Diputación Permanente, tanto titulares como suplentes, percibirán a partir del primer día del mes siguiente al de la disolución de la Cámara o al de la expiración de su mandato como retribución la asignación constitucional, la indemnización y un complemento de miembro de la Diputación Permanente equivalente en su cuantía a la totalidad de los que venían percibiendo en el momento de la disolución o de la expiración del mandato, hasta el día anterior al de la constitución de la nueva Cámara”.
Los que salen mejor parados son los cinco miembros de la Mesa tanto del Congreso como del Senado, quienes, además de sus asignaciones básicas suman otras cantidades extras por los llamados “gastos de representación” y de “libre disposición”. Los presidentes –Patxi López y Pío García Escudero– reciben un complemento de 3.064,57 euros, más 3.327,89 de gastos de representación y otros 2.728,57 de libre disposición.
Los dos vicepresidentes de la Mesa tiene también un complemento de 1.209,60 euros, más 1.010,83 por gastos de representación y otros 707,10 como gastos de libre disposición. Y los dos Secretarios un complemento de 944,49 euros, más 818,46 como gastos de representación, y 677,35 de libre disposición.
Los portavoces de los ocho grupos parlamentarios del Congreso siguen manteniendo también los complementos en concepto de gastos de representación, 1.741,19 euros al mes, y otros 926,31de libre disposición. Al igual que los portavoces adjuntos, que tiene asignados gastos de representación, 1.424,62€ y de libre disposición, 662,45 euros.
Por su parte, los que eran presidentes de Comisión suman solo gastos de representación, 1.431,31 euros. Los vicepresidentes y los portavoces de estas Comisiones 1.046,48 euros; y los secretarios y portavoces adjuntos 697,65 euros.
En el caso del socialista Patxi López, tendría también derecho a sumar el plus por presidir la Comisión de Reglamento, pero ha renunciado a ello, al igual que su compañera Micaela Navarro, vicepresidenta segunda de la Mesa y por ende también de dicha Comisión.
Indemnización a los que pierden su acta
Indemnización a los que pierden su actaLas Cámaras, además, han abonado estos días la llamada indemnización de transición, una paga única correspondiente a estos 54 dias transcurridos a la que tienen derecho los diputados y los senadores que han dejado de serlo y la solicitan , siempre que no tengan otros ingresos, ni públicos ni privados, ya que es incompatible. A este pago se han acogido 203 diputados y solo 26 no la han pedido por diferentes razones, algunos por incompatibilidad.
A estos exdiputados se les abonan también todos los complementos y pluses por los cargos que ostentaban. Algunos, como el socialista Odón Elorza, renunciaron en la X legislatura a cobrarlo. El exalcalde de San Sebastián, que era vicepresidente segundo de la Comisión de Cultura, consideró “incorrecto” y “poco ético” sumar esos complementos a su sueldo y devolvió ese dinero –3.652 euros– a la cuenta del Congreso.
Hay más. Todos los parlamentarios han podido quedarse durante estos dos meses con los teléfonos y las tabletas nuevas que les facilitaron al inicio de la XI legislatura, aunque con el compromiso de su devolución si no resultan elegidos en los comicios del 26 de junio. A los que no lo consigan se le ofrecerá su venta “a precio de mercado”.
El Senado algo más austero
El Senado algo más austero En el Senado es algo diferente. Los 71 senadores que forman parte de la Diputación Permanente perciben su suedo básico más la asignación adicional por ser de Madrid o de otras provincias. Pero solo añaden otros complementos los cinco miembros de la Mesa y los portavoces y portavoces adjuntos de los grupos. Los que ostentaban cargos en las Comisiones no suman más asignaciones como ocurre en el Congreso.
Según se explica en su página web, el acuerdo alcanzado tras la disolución de las Cortes contempla “abonar a todos los Senadores, una vez producida la disolución anticipada de la Cámara las retribuciones correspondientes a los días del mes de mayo hasta el día anterior al de la disolución, más la parte proporcional de la paga extraordinaria del próximo mes de junio”.
En el Senado también es diferente la 'indemnización de transición' para los que han dejado sus actas. Supone cobrar 154,54 euros por cada uno de los 54 días entre la disolución de la Cámara y la celebración de elecciones generales; en total, 8.345,16 euros que han cobrado de una vez y que como ocurre en el Congreso son incompatibles con cualquier otro sueldo público o privado. En la Cámara Alta han solicitado esta indemnización 181 senadores, mientras que trece han renunciado a ella.
Finalmente, una vez celebradas las elecciones, el Parlamento tendrá que afrontar un tercer pago, una 'indeminzación por cese' a todos aquellos que no hayan conseguido escaño en estas elecciones de junio y no tengan otros ingresos. Algunos diputados que dejaron sus actas antes de finalizar la legislatura ya se acogieron a ella.
Ese paro al que tienen derecho solo los que hayan estado en el Parlamento un mínimo de dos años, es el equivalente a una mensualidad de la asignación constitucional (2.813,87 euros) por cada año de mandato y con un máximo de 24 meses. Dicha indemnización no se abona de golpe, sino mes a mes para dar tiempo a ajustes y poder cesar de pagarla si hay un cambio en la situación laboral del exparlamentario.