El Molar (Madrid), 9 mar (EFE).- El hallazgo este martes de los cadáveres de un matrimonio y su hija de 10 años, los tres con signos de violencia, en El Molar (Madrid) ha causado una gran consternación entre los vecinos, que han reconocido estar en “shock” tras conocer la muerte de una familia “de diez”.
Una familia que habitaba en la urbanización Fuente Cárdena, en una vivienda unifamiliar ubicada en un camino de tierra, denominado camino Arroyo Cárdenas, que parte del kilómetro 38 de la autovía de Burgos (A1).
Según los primeros indicios, podría tratarse de un crimen machista, una vez que el hombre, de unos 45 años, pudo matar a su mujer y a su hija y después suicidarse, aunque todo está pendiente de la investigación que lleva a cabo la Guardia Civil.
Hasta la zona, muy alejada del núcleo urbano de El Molar y con apenas una decena de casas en un entorno verde, se han desplazado numerosos medios de comunicación después de conocerse el suceso.
Fue pasadas las once de la mañana cuando varios vecinos de la zona alertaron de una columna de humo proveniente de una de las casas de la urbanización, por lo que llamaron a la Policía Local, que pasó el aviso al 112.
Tres dotaciones de Bomberos de la Comunidad de Madrid acudieron a la casa y comprobaron que el fuego estaba muy localizado en tres estancias: la cocina y dos dormitorios.
El incendio, que llegó a romper por la fachada, fue fácilmente extinguido por los Bomberos, que localizaron en la parcela los cadáveres de un hombre y una mujer, de nacionalidad española de unos 45 años, y de una niña de 10, que no presentaban quemaduras al encontrarse fuera de las dependencias afectadas por el fuego.
Los sanitarios del Summa 112 solo pudieron confirmar los fallecimientos de las tres víctimas, que presentaban lesiones mortales.
Según las primeras pesquisas, tanto la madre, Mari Cruz, como la hija, Isabel, llevaban varias horas muertas. La progenitora presentaba una herida por arma de fuego y la niña solo por arma blanca, según fuentes de la investigación.
No obstante, fuentes el instituto armado han afirmado que en la primera inspección se han observado heridas por arma de fuego en los cadáveres, aunque han pedido esperar al resultado de la autopsia.
Estas mismas fuentes han asegurado que por el momento todas las hipótesis están abiertas.
El hombre, Fausto, presentaba una herida de arma de fuego, su cadáver estaba fuera de la casa, y la principal hipótesis es que fue él quien las mató. Después intentó quemar la casa y más tarde acabó con su vida.
La mujer trabajaba en una casa de la urbanización La Moraleja, mientras que el hombre era mecánico en el municipio vecino de San Agustín de Guadalix.
Tras conocer el suceso, varios de los vecinos de El Molar, ubicado en la zona norte de la región madrileña y con una población de 9.300 personas, se han acercado al cordón policial establecido por la Guardia Civil y han coincidido en manifestar que se encontraban en estado de “shock”.
No han dudado en calificar a la familia como “vecinos de diez”, ya que nunca habían causado problemas, y ella estaba “cuando se la necesitaba”, han relatado los vecinos a los medios de comunicación.
No saben qué “ha podido pasar” en esta “zona muy tranquila, aislada, donde nunca ha habido problemas”, han enfatizado los vecinos, que han descrito a la pareja como unas personas “totalmente normales”, a las que veían “muy bien” con su hija pequeña.
Pasadas las cinco y media de la tarde, la jueza ha ordenado el levantamiento de los cadáveres, a los que se les practicará la autopsia.
La alcaldesa de El Molar, Yolanda Sanz, ha lamentado “profundamente la pérdida de tres vidas humanas”.
“Hemos puesto todos los medios del consistorio a disposición de Guardia Civil, Policía Local y el resto de fuerzas y cuerpos de seguridad de cara a esclarecer lo ocurrido lo antes posible”, ha añadido en declaraciones remitidas a los medios de comunicación.