El clima de indignación por la corrupción y la falta de una respuesta a los desahucios ha protagonizado la sesión de control en el Congreso. Los socialistas han reprochado al ministro de Hacienda su amnistía fiscal, el baile de la cifras en la previsión de déficit y su actitud de desnaturalizar a la ILP de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca. La expresión “dinero negro” ha provocado las protestas de los diputados del PP, muy sensibles con la acusación, en una semana en la que este diario ha informado sobre la fortuna opaca de la familia del presidente del Congreso.
El punto álgido de la discusión ha llegado cuando el diputado socialista Pedro Saura ha espetado al ministro de Hacienda que su gestión “tiene aroma a negro, a dinero B” por la amnistía fiscal decretada por el Gobierno y aprovechada por Luis Bárcenas y otros imputados en el caso Gürtel. “Su gestión es negra como la noche”, ha insistido Saura, que ha vuelto a reclamar la dimisión de Cristóbal Montoro porque “su presencia en el Consejo de Ministros es incompatible con la necesaria regeneración de la vida pública”.
El socialista también se ha hecho eco de las informaciones reveladas por Raúl del Pozo en El Mundo en el sentido de que todos los ministros de José María Aznar cobraron en sobres. “Jamás, en ninguna circunstancia he cobrado en negro”, contestó Montoro muy enfadado. Dicho esto, el ministro exigió respeto a Saura y lo acusó de lanzar “infundios que solo lo descalifican”.
“Más pendientes de la cobertura mediática que del problema”
El mismo tono hosco se percibió en el debate entre la portavoz socialista, Soraya Rodríguez, y la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría. Aunque la pregunta trataba sobre prestaciones sociales, el debate se centró se centró en los desahucios y las protestas que provocan. La vicepresidenta, que vivió un escrache en la puerta de su casa el pasado viernes, oyó como la portavoz socialista le acusaba de haber incrementado los índices de pobreza desde su llegada al Gobierno y le recriminaba la falta de soluciones para las ejecuciones hipotecarias.
“En su propuesta sobre desahucios no hay una respuesta a los que han perdido su casa. Andalucía ya les ha dicho claramente cómo hacerlo”. En ese momento, el hemiciclo se convirtió en un gallinero por los gritos, protestas y risas de la bancada conservadora. Uno de los más activos, Rafael Hernando, se burlaba de la decisión de la Junta y de que se produzca ahora y no cuando los socialistas estaban en el Gobierno central.
La vicepresidenta, en tono muy agrio, acusó al PSOE de estar “más preocupado por la cobertura mediática” que por la de las prestaciones de los ciudadanos, y trató de ridiculizarlos al recordar la inactividad de los socialistas en esta materia hasta hace muy poco. Cuando acabó su andanada y se sentó en el escaño fue muy felicitada por Rajoy y Gallardón.