Cospedal admite reuniones a solas con Villarejo pero niega que le realizara encargos

Pedro Águeda

29 de junio de 2021 11:37 h

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La exsecretaria general del PP María Dolores de Cospedal ha negado esta mañana en la Audiencia Nacional que realizara encargos al comisario Villarejo y, por tanto, que le pagara cantidad alguna. En su declaración como investigada, Cospedal ha admitido encuentros con el policía, el primero en compañía de su marido, y después a solas, para que Villarejo le informara de lo que sabía de los casos de corrupción de su partido, pero siempre convencida de que Villarejo no estaba en activo en la policía y con el fin de depurar responsabilidades en la formación, informan a elDiario.es fuentes jurídicas.

La que fuera números dos del PP le ha dicho a los fiscales que su marido le explicó, antes de presentarle a Villarejo, que tenía una consultora “muy importante”, muchos contactos en los medios de comunicación y que conocía “a todo el mundo”. También que hacía labores de investigación pero que estaba en excedencia en la Policía. Las reuniones con Villarejo, ha añadido, no quedaron anotadas en su agenda oficial y fueron al menos cuatro. La primera de ellas, en julio de 2009, fue recogida por la grabadora de Villarejo y es en la que Cospedal y López del Hierro le preguntan si está dispuesto a hacerles “trabajos puntuales”. El caso Gürtel había estallado en febrero de ese año.

Tanto el juez instructor, Manuel García-Castellón, como los fiscales del caso han preguntado a Cospedal por la anotación de la agenda de Villarejo “Cospe muy preocupada cinco pagos de 200”. Cospedal ha respondido que no tiene “ni idea” de a qué se puede referir el policía y, en respuesta al Ministerio Público, ha mostrado su hartazgo por que “las fábulas” del policía se estén prolongando “tantos años”.

Asimismo, Cospedal se ha desvinculado de la operación de espionaje a Luis Bárcenas y ha añadido que cuestiones como la captación del chófer o la entrada ilegal en el estudio de Rosalía Iglesias son asuntos “de la Policía” y no del Partido Popular. El PP no habría necesitado la Operación Kitchen para sustraer a Bárcenas documentación que el extesorero habría tenido durante meses en la sede de Génova tras su salida del partido, ha razonado Cospedal, si bien ha negado igualmente que pudiera haber entre ella información comprometedora para la formación política.

En este sentido ha negado igualmente que su marido o ella pusieran en contacto al comisario asesor en su Presidencia de Castilla-La Mancha, Andrés Gómez Gordo, con Villarejo para la captación del chófer Sergio Ríos, del que dice no supo nada hasta que comenzaron a publicarse las informaciones sobre el espionaje. También ha negado que el PP situara de chófer de Bárcenas al mencionado Ríos con voluntad de espiar al tesorero y su entorno.

Cospedal ha contestado a las preguntas del juez, de la Fiscalía Anticorrupción y de su abogado, y se ha negado a hacerlo con el resto de las partes personadas. García-Castellón le ha preguntado por su relación con varios imputados en la causa, entre ellas el ministro del Interior Jorge Fernández Díaz. La exnúmero dos del PP ha descrito su relación como compañeros de partido y ha añadido que es alguien a quien se ha “tratado injustamente”. Del comisario Gómez Gordo, quien captó al chófer trabajando junto a Copedal en Castilla-La Mancha, antes de regresar a la Policía, Cospedal ha dicho que no solía despachar con él.

El letrado de Cospedal, el mismo que defiende al Partido Popular en los casos de corrupción, Jesús Santos, ha vuelto a insistir en los informes de la Intervención General del Estado que defiende han sido ignorados en las instrucciones judiciales de la caja B. Cospedal, en las respuestas a Santos, ha llegado a decir: “Somos el partido que menos problemas ha tenido con el Tribunal de Cuentas”.

Cospedal ha intentado referirse a Bárcenas en todo momento como “esa persona” y le ha llamado “mentiroso” cuando se le ha preguntado por su denuncia del robo de información comprometedora para el PP. También ha dicho que no sabía en aquel momento de la existencia del investigador principal de los casos Gürtel y caja B, Manuel Morocho, pero que le “llama mucho la atención” que no se registrara la casa del extesorero del PP.

María Dolores de Cospedal, que declaró como testigo llevando una mascarilla en el juicio de la caja B desde una habitación donde no se apreciaba a nadie más, se quitó la que llevaba este martes a media declaración y continuó respondiendo a las preguntas sin ella en la sala de la Audiencia Nacional frente al juez y los fiscales.