María Dolores de Cospedal ha dicho estar segura de que el recibí por 200.000 euros que firmó su gerente en el PP de Castilla-La Mancha, José Ángel Cañas, a Luis Bárcenas “no complica en nada” su posición política como presidenta autonómica y secretaria general del partido. La número dos del PP ha añadido su ya clásico “así de claro se lo digo” para dar más fuerza a su afirmación, pero no ha explicado por qué.
En su opinión, la declaración de Cañas ante el juez “es tan clara” que no merece ningún comentario por su parte. De esta forma, Cospedal lleva meses evitando todo lo que tenga que ver con cualquier declaración judicial para no incurrir en contradicciones como las del despido de Bárcenas. Según el PP, la situación es diáfana: el gerente estampó su firma en el documento a cambio de nada. Cañas firmó “por imposición” del extesorero pero no cogió dinero en metálico ni tiene relación con las donaciones de Sacyr al PP ni con comisiones por el contrato de basuras de Toledo a una de las empresas de Luis del Rivero.
Las versiones sobre este asunto han ido variando hasta que Cañas tuvo que declarar ante el juez Pablo Ruz. Primero fueron unos “unos fondos para la campaña” entregados por la dirección nacional como una “justificación” interna a cambio de ayudas para la precampaña. El hecho de que los 200.000 no figuren registrados en la contabilidad se explicó después con que estaban “desglosados” en varias partidas.
“Claro que quiero repetir”
Aunque las preguntas sobre el asunto siempre la ponen tensa, Cospedal ha tirado para delante y ha aprovechado para anunciar que su posición “como presidenta autonómica y secretaria general” es fuerte y que repetirá para volver a gobernar Castilla-La Mancha: “Claro que quiero. Soy la presidenta y es la primera vez que el PP ha ganado allí en 30 años”. El mismo anuncio por parte de Alberto Fabra, en cambio, ha merecido un comentario diferente porque Cospedal ha elogiado su gestión pero ha añadido que no ha llegado la hora de postularse: “No estamos aún en el momento de las candidaturas”.
El momento cómico de la rueda de prensa ha llegado cuando la han hecho elegir entre José María Aznar y Mariano Rajoy. El plante del PP y del Gobierno al último acto del expresidente ha enfriado aún más las relaciones y la pregunta ha sido si está de acuerdo con Ana Botella en que Aznar es “el mejor expresidente de la democracia”. A Cospedal y a los periodistas se les ha escapado la risa por distintos motivos. Su respuesta ha sido que Aznar lo fue, pero que ya no porque “el que necesita España es Rajoy”.
Lo que sí parece tener tranquilo a todo el partido es el resultado de la Conferencia Política celebrada por el PSOE el fin de semana. Cospedal le ha dedicado más comentarios que a la reunión interparlamentaria del PP. Siempre anteponiendo el “eso no es cosa mía”, Cospedal ha demostrado que Rubalcaba es su candidato preferido y ha pedido que el PSOE averigüe “a dónde va para que no tenga que estar encontrándose todos los días”. El argumento para regodearse en la crisis de liderazgo del partido rival ha sido el de siempre: decir que España necesita un PSOE fuerte y que diga lo mismo que el PP en materia de soberanía nacional sobre la consulta que pide la Generalitat catalana.