Ciudadanos sigue inmerso en su particular crisis. La decisión de Arrimadas de no acometer cambios ni forzar ceses tras la debacle sufrida en las recientes elecciones en Catalunya, en las que el partido bajó de 36 a 6 diputados, ha provocado que se intensifiquen las voces críticas y resurjan corrientes internas que creen necesario la convocatoria de una nueva Asamblea General en la que se decida el futuro del partido. El objetivo principal de ese cónclave sería, según fuentes de esos grupos, “analizar las causas de la derrota” en el que fue su feudo, admitir los “errores cometidos” y definir de una vez por todas “qué quiere ser Ciudadanos”. Previamente, la actual dirección debería convocar de nuevo primarias para que todos aquellos que lo deseen puedan optar a liderar Ciudadanos.
Estos sectores críticos, como el que se ha conformado bajo el nombre de Renovadores Cs, así como algunos exresponsables autonómicos, remarcan que la Ejecutiva tiene que convocar en unos meses una nueva Asamblea “ordinaria”, como estipulan los estatutos, dado que la que se celebró hace ahora casi un año, en la que se eligió a Arrimadas presidenta del partido tras la dimisión de Albert Rivera, tuvo carácter “extraordinario”, algo que niega la nueva dirección. En el caso de que no lo hagan adelantan que forzarán una recogida de firmas de afiliados para que se celebre un cónclave extraordinario.
Otro de los que ve necesario esa convocatoria “ordinaria” es el economista y tertuliano Juan Carlos Bermejo, el afiliado de las Rozas que se enfrentó a Rivera y a Aguado en primarias. Según advierte, primero acudirá a los canales internos para solicitarla a través de la Comisión de Garantías y en el caso de que no se tome en consideración su petición, acudirá por la vía judicial, por lo civil, “por vulneración del derecho fundamental de asociación”.
Una de las quejas de algunos de los antiguos dirigentes de Ciudadanos contra la actual líder es que después de ser elegida decidió excluir del máximo órgano del partido, el Consejo General, a todos los dirigentes que habían formado parte de la plataforma CiudadanosEresTú, que capitaneaba el ahora vicepresidente castellano leonés, Francisco Igea, su rival en aquellas primarias. Algunos de estos igeistas lamentan ahora que no se escucharan sus demandas de hacer un partido “más abierto” y “participativo”.
La última Asamblea ordinaria se celebró en febrero de 2017
La anterior Asamblea ordinaria, la IV que celebraba Ciudadanos desde su fundación en 2006, fue en la que se ratificó a Rivera como presidente del partido después de someterse a primarias, y tuvo lugar en febrero de 2017, en Coslada (Madrid). El artículo 59.2 de los estatutos indica que “las reuniones ordinarias se celebrarán una vez cada cuatro años y serán convocadas por el Comité Ejecutivo”. Así que la siguiente teóricamente tocaría este año sobre ese mismo mes. No obstante, el artículo 59.5 señala que “no cabrá la celebración de Asamblea general ordinaria o extraordinaria en un periodo de cuatro meses anteriores o posteriores a cualquier proceso electoral al que el partido haya decidido concurrir”. De modo que al haberse celebrado elecciones en Catalunya el 14 de febrero de 2021, la Asamblea —sea ordinaria o extraordinaria— debería realizarse a partir del próximo 14 de junio salvo que el Consejo General, a propuesta del Comité Ejecutivo, decida “alterar esta regla en atención a razones justificadas de urgencia y necesidad”, según estipula el citado artículo. La normativa establece que debe anunciarse la fecha de su celebración “con dos meses de antelación”. En este caso, en abril.
Sin embargo, fuentes de la actual dirección discrepan e insisten en que la última Asamblea celebrada hace ahora casi un año, en la que se eligió a Arrimadas, tuvo carácter “ordinario” y por lo tanto no cabe ahora celebrar una nueva de ese mismo carácter. Para sostener esa versión envían a esta redacción la siguiente explicación: “Ciudadanos celebró el año pasado, desde el 30 de abril hasta el 3 de mayo, su V Asamblea General donde se renovaron todos sus órganos internos al igual que sus Estatutos y Estrategia. De acuerdo a estos nuevos Estatutos, aprobados el día 2 de mayo de 2020, solo cabría la convocatoria de una Asamblea extraordinaria si se diese alguno de los siguientes supuestos recogidos en el artículo 59.3: a) Por acuerdo del Comité ejecutivo o del Consejo general, adoptado en ambos casos por mayoría cualificada de dos tercios. b) Cuando lo soliciten al menos un tercio de los afiliados en plenitud de derechos, mediante la firma de una petición expresa que habrá de incluir el orden del día. La solicitud se dirigirá al Consejo General que procederá a formalizar la convocatoria”.
Pero la realidad desmiente que la V Asamblea fuera “ordinaria”. Para empezar, al día siguiente de la derrota del 10N de 2019 el propio Rivera anunció un nuevo Congreso y le dio un claro carácter “extraordinario”, puesto que después de su dimisión el partido tenía que elegir a toda prisa una nueva Ejecutiva.
En esa V Asamblea, además de ratificar como presidenta a Arrimadas, se sometió a debate la estrategia, se reformaron los estatutos y se eligió una nueva Ejecutiva y un nuevo Consejo General. Los fieles de Arrimadas restan importancia a esas corrientes internas que piden ahora otro congreso y recuerdan que la líder fue respaldada por una amplia mayoría en la tensa Ejecutiva que se llevó a cabo el pasado 15 de febrero, un día despues de los desastrosos resultados de los comicios catalanes.
Además del anuncio del propio Rivera, las pruebas de que a la última Asamblea no se le dio carácter “ordinario” sino “extraordinario” son muchas más. Entre ellas, un comunicado interno que se cursó el 3 de diciembre de 2019 a los dirigentes del partido vía email:
REUNIÓN DEL CONSEJO GENERAL Y CONVOCATORIA DE ASAMBLEA EXTRAORDINARIA
“En su reunión del 30 de noviembre de 2019, el Consejo General aprobó con un 91,4% de votos a favor la constitución de la Comisión Gestora que conducirá el partido hasta la próxima Asamblea General.
La votación salió adelante con 5 votos en contra y 6 abstenciones de los 128 consejeros asistentes.
También se aprobó, por unanimidad, la convocatoria de la Asamblea General Extraordinaria para el 15 de marzo de 2020“
En esa misma nota se hace referencia a la tensa reunión de ese Consejo General en el que se filtraron las intervenciones, recordando a los dirigentes del partido que “las deliberaciones de todos los órganos del partido son secretas, incluido, las del Consejo General (art. 22. 5 del Reglamento del Consejo General). Es la única forma de preservar la libertad de los intervinientes y la democrática constitución de la voluntad de los órganos. Sin embargo, como es sabido, se ha vulnerado mediante interesadas y parciales filtraciones”, y se les recrimina:“La Mesa del Consejo constata que se ha vulnerado gravemente el Reglamento de este órgano que establece, en su artículo 6.2, que los asistentes a las sesiones de Consejo General no podrán revelar la información y deberán velar en todo caso por la confidencialidad de la información que conozcan por razón de su cargo” .
Poco después, la portavoz nacional, Melisa Rodríguez, explicó a los periodistas que se habían aprobado, “con una mayoría abrumadora, los 16 miembros que compondrán la gestora y que trabajarán por el partido en este período de transición”, un organismo que “lo ha propuesto el presidente de la Comisión Gestora, Manuel García Bofill”. Y añadió que también se había elegido “por unanimidad la fecha del día 15 de marzo —aunque luego tuvo que retrasarse— para que se convoque la Asamblea General Extraordinaria, donde se elegirá el futuro, el ideario y la estrategia que llevaremos adelante en la formación naranja”, según consta en la nota de prensa subida a la web del partido. El propio exsecretario general, José Manuel Villegas, en las comparecencia celebradas en la sede del partido, se refería siempre a ese cónclave como “extraordinario”.
Las agrupaciones de afiliados, “abandonadas o desaparecidas”
Por otro lado, los Renovadores Cs también se quejan de que la dirección haya abandonado a las agrupaciones, que deberían ser “el alma” del partido, pero denuncian que “hace mucho tiempo que la actividad en ellas ha ido desapareciendo” y “no hay voluntad de revitalizarlas”. En Catalunya, en concreto, donde llevan meses constituidas, aseguran que “languidecen sin que se celebren ningún reuniones, ni presenciales ni telemáticas aunque los estatutos establecen que deben reunir en asamblea ordinaria una vez cada dos meses”, lamentan.
Esta corriente crítica recuerda que “según el reglamento orgánico, a finales de octubre del año pasado deberían haber estado renovadas todas las agrupaciones”. “Sin embargo —añaden—, incumpliendo las propias normas, se ha ido celebrando las elecciones a las Juntas de las agrupaciones de las comunidades autónomas como Madrid o Valencia pero quedan pendientes otras, como las de Andalucía”. “Además de ante un incumplimiento normativo, estamos ante una muestra del desinterés de la dirección del partido por la participación de los afiliados en la vida del partido”, concluyen.
El grupo de críticos suma a estas quejas el hecho de que el plazo establecido para presentar una candidatura de 72 horas “es claramente insuficiente para que los afiliados que comparten preocupaciones e inquietudes puedan organizarse y presentarse”. Y creen que lo que se pretende con ello es favorecer a las listas oficiales y “dificultar y desincentivar la presentación de candidaturas alternativas”. “Si a esto sumamos que solo las candidaturas oficialistas tienen acceso al censo de electores y elegibles en posesión exclusiva de organización, y que hacen un uso indebido de los medios de comunicación oficiales para difundir sus candidaturas, resulta evidente que las candidaturas oficiales parten con una enorme ventaja, totalmente contraria a la igualdad de oportunidades que deberían presidir la elección de cargos y responsabilidades en Ciudadanos”, señalan.
También denuncian que limitar el horario de votación a dos horas “tiene una función desmotivadora” y “supone la vulneración del derecho de participación en procesos electorales y resulta Incompatible con el buen ejercicio de la democracia interna”. “Si esta restricción es inadmisible en votaciones presenciales lo es aún más en votaciones telemáticas”, sostienen.
Finalmente rechazan que las candidaturas se hagan a través de listas cerradas lo que “tiene como consecuencia ofrecer menos representatividad interna de la realidad de los afiliados”. “Con este sistema de elección un grupo mayoritario no hegemónico ocupa el 100% de los órganos de representación, sin dejar espacio a otras sensibilidades y por tanto a la pluralidad, participación y debate internos imprescindibles para mantener vivas las organizaciones políticas”.
El resultado de todo ello, para Renovadores Cs, es “una escasa participación y que en muchos casos las candidaturas sean votadas casi exclusivamente por quienes las componen”. Y en algunos ocasiones ni eso, añaden, “como sucedió en Tudela donde la Junta fue elegida por un solo voto, lo que pone en evidencia la falta de motivación de los afiliados para participar en la elección y en la vida interna del partido, lo cual inevitablemente acaba reflejándose en nuestros electores y en los resultados electorales”, concluyen.