“Cualquier otro secretario general con la situación de Luis Alegre en la Comunidad de Madrid habría tirado la toalla”
Miguel Vila (Madrid, 1985) pasó de ser cámara en el Congreso a diputado por Burgos. Su salto a la fama no coincidió con su paso a la política activa. Desde enero de 2015 es número dos del Consejo Ciudadano de Madrid, que ha tenido que lidiar con varias crisis internas desde que en marzo de este año una cadena de dimisiones dejara al secretario general, Luis Alegre, en una situación delicada hasta ahora. En otoño, se celebrará una Asamblea ciudadana regional que debe renovar al menos los cargos que quedaron libres en marzo.
El secretario político de Podemos en Madrid defiende la gestión del CCA y del secretario general y cree que lo importante no es centrar los debates en las personas sino en el objetivo del partido: echar al PP en las próximas elecciones.
En las últimas semanas ha habido una crisis interna en Madrid a cuenta de un relevo de cargos en el grupo parlamentario que podía tocar también al Senado. ¿La dan por cerrada?una crisis interna en Madrid
El relevo en la dirección del grupo parlamentario es una cosa que venía desde el día en que se formó esa dirección. Había un acuerdo asumido por todo el mundo de que al cabo de un año era conveniente evaluar y revisar los puestos de la dirección y el senador y es lo que se ha hecho. Se ha conseguido hacer a través de un acuerdo, que es por lo que hemos trabajado desde la dirección política. Es un acuerdo que ha asumido todo el mundo. En el caso del Senado, el grupo parlamentario ha vuelto a elegir a Ramón Espinar como senador. Es una noticia positiva. Podemos no debería prescindir de ese trabajo.
El acuerdo del que habla era verbal y hay diferencias entre quienes creen que debía haber un relevo y quienes creen que se debía evaluar si debía haber un relevo. ¿Cuál de las dos partes tiene razón?
Siempre hay que evaluar el trabajo y siempre es positivo que se renueven las figuras de que forman parte de la dirección del grupo parlamentario. Nunca se llegó a especificar en qué consistía ese acuerdo, simplemente se dijo que después de un año se debía proceder a los cambios que fueran necesarios del grupo parlamentario. Creo que esa es la lógica que ha tenido el acuerdo al que se ha llegado y lo que asumía todo el mundo puesto sobre un papel momento. Es lo que propuso el propio José Manuel López [portavoz de Podemos en la Asamblea regional] al llegar a la dirección. Se han hecho los cambios que el grupo ha considerado necesarios para mejorar su funcionamiento.
¿Estos cambios implican que el que el trabjo del grupo no ha sido correcto o es mejorable?
El grupo parlamentario ha hecho un buen trabajo. Ahora bien, todo trabajo es mejorable y todo cambio que se hace es para intentar mejorar. Nuestro objetivo tiene que ser ganar las próximas elecciones al PP. Tenemos un PP dirigido por Cristina Cifuentes que sigue siendo el mismo de siempre, el de Esperanza Aguirre, el de la corrupción como forma de Gobierno, de las privatizaciones. Tenemos que poner más énfasis en que este PP es el mismo con mejor maquillaje, con mejor marketing para venderse.
¿Le resta fuerza al portavoz el hecho de que le cambien la dirección del grupo?
Al ser resultado de un acuerdo que ha aceptado todo el mundo, el grupo y la dirección política de la Comunidad de Madrid, va a reforzar a la dirección y al grupo. Nuestra intención fue llegar a un acuerdo para que no hubiese confrontación. Es lo que hemos conseguido.
La sensación es que el problema deriva de la crisis de marzo cuando hubo dimisiones en el Consejo Ciudadano que supusieron un encontronazo que parece que está latente. ¿Viene de allí el contacto? ¿Ese conflicto es lo que ha provocado que ahora vuelvan a salir a la luz esas diferencias?de la crisis de marzo
Las dimisiones de marzo las explicamos en su día. No estuvimos de acuerdo con ellas pero las respetamos. Fueron decisiones personales que no nos gustaron porque perdíamos en el Consejo voces que, aunque fueran discrepantes, eran necesarias para la construcción del proyecto y el trabajo en la dirección política.
El cambio en la dirección proviene de un acuerdo de hace un año no de esas dimisiones del Consejo Ciudadano. Todo ente dentro de una organización tiene problemas, o crisis, entrelazadas. No puedes pretender que un órgano sea totalmente independiente o autónomo de los problemas que tiene una organización en el seno de la dirección política o del grupo parlamentario.
José Manuel López en una entrevista en eldiario.es dijo que la dirección política de Podemos en Madrid no servía actualmente. ¿Está de acuerdo?en una entrevista en eldiario.es
Todas las opiniones son válidas, pero a veces no participar en la vida cotidiana de la dirección política te hace tener una visión parcial de lo que realmente ocurre. Nosotros hemos hecho un trabajo durante el último año de permanente coordinación con los secretarios generales municipales, con los círculos, las áreas del Consejo han convocado reuniones temáticas con periodicidad mensual, etcétera.
Lo que hay que hacer ahora, y es un consenso de toda la organización política, es que en el nuevo ciclo político tras el 26J pasemos a convertirnos en un movimiento o en un partido más sólido. Eso requiere un debate ciudadano, devolverle la palabra a la gente. Por eso se va a abrir una Asamblea Ciudadana en todos los niveles de la organización. Y en Madrid, también. Lo positivo es que la gente tome la palabra y se definan los objetivos para el nuevo ciclo político que afrontamos.
La dirección política de Madrid ha hecho un trabajo de relación constante con los municipios y con los círculos que nos ha servido para tener un conocimiento de Podemos en la Comunidad de Madrid.
La Asamblea regional será en otoño y la estatal, en la primera mitad de 2017. ¿Tiene sentido que sea antes de la estatal? ¿A qué obedece que se haga antes en Madrid?
Es una decisión que se tomó en el seno del Consejo Ciudadano como respuesta a un nuevo ciclo político. Que sea antes o después no es muy relevante. Lo importante es que sea una Asamblea que tenga un buen resultado y que salga una dirección política sólida que nos lleva el objetivo que casi conseguimos en 2015, que es ganar a Cifuentes y al PP y sacar sus políticas de las instituciones.
Miguel Urbán dijo la semana pasada que Luis Alegre “no valía” para secretario general de Podemos en Madrid. José Manuel López también ha criticado a la dirección política sin dar un nombre. Ramón Espinar, lo mismo. ¿Ha sido Luis Alegre una figura tan problemática dentro de Podemos en Madrid?que Luis Alegre “no valía”
El hecho de estar fuera de la dirección política, de la cotidianidad, a veces te hacen tener visiones que no son del todo acertadas. Luis Alegre ha sido capaz de sacar adelante la dirección de la Comunidad de Madrid en una situación que no era fácil. No tenía grandes mayorías que le respaldaran dentro del Consejo pero ha conseguido sacar adelante un proyecto político y organizativo que fue el que ganó las primarias.
Es posible que cualquier otro secretario general con la situación de Alegre en la Comunidad de Madrid habría tirado la toalla. Y no lo ha hecho. Ha sido capaz de escuchar a todo el mundo, de gestionar una dirección muy plural hasta el final con tres procesos electorales en el medio de los que podemos estar muy satisfechos por os resultados. El trabajo que ha hecho como secretario general es encomiable y loable.
¿La Asamblea Ciudadana regional servirá también para elegir una nueva dirección?
Eso está en debate. Lo principal es garantizar desde la dirección política que el proceso asambleario es satisfactorio, que hay un debate amplio, plural y sosegado sobre objetivos políticos y principios organizativos. Hasta septiembre no vamos a definir si la renovación de la dirección va a ser parcial o completa. Luis Alegre a día de hoy no ha dicho si va a dimitir o no. Sigue siendo el secretario general y eso va a seguir así hasta que se cierre ese debate. Mucho más importante que el debate de los nombres es que la Asamblea tenga un resultado satisfactorio.
¿En su opinión habría que renovar la dirección de Podemos en Madrid?
En tanto que es un debate que tendremos a partir de septiembre voy a ser prudente para no condicionarlo. Nosotros creemos que de esa Asamblea tiene que salir una dirección plural, que recoja las diversas voces y sensibilidades que existen en Podemos, que es una de las señas de identidad que ha sido fortaleza desde el principio. Es fundamental para que la dirección regional sirva al objetivo principal, que es ganar las elecciones al PP. Y en eso vamos a trabajar.
¿Hacia dónde debería ir el debate organizativo y político?
Es fundamental el papel en las instituciones y seguir por el camino que hemos andado hasta ahora y profundizar en la oposición a Cristina Cifuentes porque el PP de Madrid es el mismo de Esperanza Aguirre, el mismo de hace 10 años. Por otro lado tenemos que seguir mostrando la solvencia que hemos demostrado a través de nuestras iniciativas.
En cuanto a construcción de partido tenemos que trabajar intensamente con las candidaturas de unidad popular respetando su pluralidad y su continuidad. Son un tesoro para la ciudadanía que no se puede perder porque están haciendo un trabajo fundamental en los ayuntamientos, tanto en los que están en el Gobierno como los que están en la oposición. Y eso hay que reforzarlo desde Podemos respetando la pluralidad, insisto.
Por último, hay que ver cómo se refuerza la participación de los consejos municipales y de los círculos en la vida cotidiana de la organización. Hacer que los círculos sirvan como herramientas fundamentales hacia el exterior, de cara a la ciudadanía, para recoger las propuestas que tiene la gente en sus municipios. Son cosas que han quedado en segundo plano en estos dos años y que ahora mismo tenemos la oportunidad y responsabilidad de garantizar que se produce en una buena dirección.
En enero de 2015, cuando se eligieron las direcciones regionales de Podemos, no existía Unidos Podemos y la relación con IU no era la mejor. Ahora sí existe y la dirección estatal creen que es un espacio que hay que mantener. ¿En Madrid cómo se traducirá esto?
Es un debate que pertenece a la Asamblea ciudadana. La relación con IU siempre ha sido cordial cuando menos. Trabajamos y compartimos espacios en las candidaturas de unidad popular y el trabajo no es malo. La relación ya viene de antes del 26 de junio y es positivo que se respete la independencia de las organizaciones trabajando conjuntamente.
¿Debería haber algún tipo de nexo orgánico o limitarse a la colaboración en las instituciones?
Es un debate complicado de circunscribir solo a Madrid pero que insisto debe darse en la Asamblea ciudadana y yo no voy a pronunciarme para no condicionarlo. Sí creo que tiene que ser en una lógica de colaboración, como ha sido hasta ahora.
En la primera parte de 2016 se habló de la posibilidad de una moción de censura contra Cristina Cifuentes. Ha cumplido un año como presidenta y se abre la opción de presentarla. ¿Desde la dirección política de Podemos se apoya sondear esta opción?
Ciudadanos se ha revelado como la muleta del PP, especialmente en Madrid. Esto dificulta un acuerdo con ellos en estos términos. Nosotros tenemos un objetivo claro como es acabar con la corrupción como forma de gobierno y pareciera que Ciudadanos se conforma con que cada nuevo caso de corrupción que sale dimita la persona afectada. Hay diferencias de calado entre lo que representa Ciudadanos y lo que representa Podemos que dificulta esa posibilidad.
En Barcelona el PSC ha entrado al Gobierno municipal. En Madrid se ha hablado de forma reiterada de que el PSOE entrara en el Gobierno de Manuela Carmena. ¿Cuál es la posición desde Podemos?
Es positivo y pone de manifiesto que cuando hay voluntad política por las dos partes somos capaces de entendernos y llegar a acuerdos para gobernar. Si eso puede pasar en los principales ayuntamientos del país y en gobiernos autonómicos, por qué no va a poder pasar en el Gobierno de la nación.