Tipo de vivienda: “vivienda”. Marca del vehículo: “coche”

Lo que sigue es el análisis de un listado de cinco diputados muy alejados de la transparencia que se supone en los tiempos que corren. No se trata de cinco excepciones, porque los errores e imprecisiones que cometen son los más repetidos en el arco parlamentario a la hora de rellenar la declaración de bienes que cada cuatro años presentan en la cámara. Los modos parlamentarios distan mucho de aclarar una pregunta muy sencilla a sus señorías: “¿Qué posee y dónde obtiene sus ingresos?”. La respuesta no siempre es fácil de obtener, sobre todo teniendo en cuenta el nivel de imprecisión que se tolera en estos documentos.

Rosana Pérez (BNG), la declaración de bienes más caótica del Congreso

La diputada gallega Rosana Pérez accedió a su escaño en 2012, en sustitución de Francisco Jorquera. La declaración de la nacionalista es una de las más extrañas de cuantas han presentado sus señorías. En el capítulo de salarios, Pérez declara percibir 41.568 euros sin especificar qué empresa le paga y por qué servicios.

Las imprecisiones de la diputada continúan a medida que se da lectura a su declaración. En el apartado relativo a “cuentas corrientes o de ahorro”, Pérez insinúa no poseer cuenta alguna y deja el apartado en blanco. Sin embargo, declara haber contraido un préstamo hipotecario en 2001, lo que haría dudar del dato proporcionado anteriormente.

Antonio Erias (PP), el diputado que confesó opacidad en sus propiedades

La declaración de quien fuera candidato del PP a la alcaldía de A Coruña es singular porque en ella se incluye una especie de confesión. El diputado popular rellena el documento que el Congreso pone a su disposición ofreciendo todo lujo de detalles: 5 viviendas, 3 garajes y 16 fincas (que le reportan más de 45.000 euros por la venta de madera).

En su vocación detallista, el diputado reconoce poseer el 100% de una vivienda en Oza dos Ríos (A Coruña) sin haber cumplimientado el trámite legal de escriturarla a su nombre. Erias es claro en su declaración: “adquirido en un documento privado”.

Onintza Enbeita (Amaiur), la diputada que conduce un vehículo de la marca “coche”

Esta diputada vizcaina reproduce la simplicidad absoluta de la que hacen gala muchos de sus compañeros de todos los partidos. En el capítulo de rentas, Enbeita dice recibir 19.528 euros atribuidos a un tal “salarial”, además de otros 3.941 euros de “actividades económicas”. Sin más.

En el apartado referido a los “vehículos, embarcaciones y aeronaves” es donde esta parlamentaria quintaesencia la simplicidad al afirmar poseer un vehículo que responde a la siguiente descripción y características requeridas: “Coche”. Ni cilindrada, ni marca, ni modelo ni otros detalles que sí especifican otros diputados en sus declaraciones. Coche.

Encarnación Jiménez (PP), la diputada que trabajaba para una empresa llamada “salario”

Es del Partido Popular y diputada por Guadalajara. En su declaración dice recibir 35.776 euros por concepto “salario”. Nada aclara esta diputada sobre quién paga su salario y a qué servicios corresponde. Analizada su declaración de actividades, presentada en el Congreso junto a la de bienes, llama la atención que la diputada dice no tener pagador alguno.

Ascensión de las Heras (IU), la diputada que posee dos propiedades del tipo “vivienda”

No es la única, pero su caso representa al de muchos otros diputados. Es infrecuente que los parlamentarios expliquen qué tipo de viviendas poseen, en dónde están ubicadas, cuántos metros tienen o cuál es su valor catastral. De las Heras, como la mayor parte de sus colegas, cumplimenta el epígrafe de “bienes patrimoniales” con referencia a una ambigua categoría de “clase y características”: “Vivienda”.