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El juez deja libre a Rato pero le retira el pasaporte y le impone comparecencias mensuales

El juez Antonio Serrano-Arnal ha concedido cinco días a Rodrigo Rato para que le entregue el pasaporte y le ha impuesto la obligación de comparecer mensualmente en el juzgado, informaron fuentes jurídicas. La decisión del magistrado, a petición de la Fiscalía Anticorrupción, se ha producido al término de la declaración como imputado del exvicepresidente del Gobierno, que se prolongó por casi tres horas. Rato podrá seguir viajando por territorio de la Unión Europea.

El exvicepresidente del Gobierno sigue imputado por fraude fiscal, blanqueo de capitales y corrupción entre particulares. En su declaración del pasado jueves ante la Guardia Civil, Rodrigo Rato negó haber influido para que Zenith y Publicis obtuvieran contratos para la publicidad de Bankia. Serrano-Arnal mantiene, sin embargo, imputados a cuatro directivos de las dos agencias y en prisión al empresario a través del que se habrían canalizado los pagos. Entre mañana y el jueves, el juez tomará declaración a 16 testigos del caso.

La transcripción de la declaración de Rato consta de 11 folios. Durante sus tres horas ante el juez, el exvicepresidente del Gobierno ha contestado a las preguntas de Serrano-Arnal, el fiscal y su abogada. En julio, sin embargo, Rato se negó a contestar alegando que desconocía los documentos incorporados a la causa.

Rato accedió a los juzgados de Plaza de Castilla por la puerta de la calle Capitán Haya, distinta a la que eligieron los preferentistas para su protesta. El exvicepresidente llegó alrededor de las 8:15 horas, a pesar de que no estaba citado hasta las 11:00. En esta ocasión, accedió a pie. En su declaración de julio, la Policía aconsejó que sus escoltas de la Policía Nacional le introdujeran en el edificio en coche, por la puerta de atrás. El expresidente de Bankia también ha abandonado el edificio a pie, por la puerta del juzgado de guardia.

Según descubrió la Oficina Nacional de Investigación del Fraude (ONIF) hay dos pagos de Zenith y Publicis a una supuesta empresa pantalla que resuiltan sospechosos: uno de 1,2 millones de euros y otro de 778.000. De estos, solo 450.000 euros han podido ser rastreados con claridad: acabaron en la sociedad Bagerpleta, propietaria de un hotel en Berlín y de la que Rato tiene el 50% aproximadamente. Zenith y Publicis obtuvieron de Bankia 40 millones de euros en adjudicaciones.

Para esconder presuntamente esos pagos, Rato habría utilizado a Albisa Inversiones y Asesoramiento, la sociedad de Alberto Portuondo, en prisión desde el pasado mes de agosto. Zenith y Publicis pagaron a Albisa 2 millones de euros por trabajos nunca realizados. A su vez, Portuondo pagó a Rodrigo Rato 40.000 euros mensuales por supuestas asesorías verbales, según declaró el empresario ante el juez. En concreto, lo hizo a la empresa Kradonara, clave en el entramado dirigido por el exvicepresidente. En total, 833.000 euros, repartidos en 473.000 en 2011 y 360.000 en 2012. Las dos empresas niegan comisiones y defienden sus contratos con la entidad ahora presidida por José Ignacio Goirigolzarri.