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REPORTAJE

El día que Lavapiés tomó el Congreso

El secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, tras prometer su cargo como diputado.

Andrés Gil

Enero de 2014. Lavapiés. Pablo Iglesias presenta Podemos en el Teatro del Barrio. Enero de 2016. Congreso de los Diputados. Pablo Iglesias promete su cargo desde el escaño.

El Teatro del Barrio, en la calle Zurita, es una cooperativa en la que participa el actor Alberto San Juan –miembro del Consejo Ciudadano de Madrid de Podemos– y personas del espacio de energías renovables Ecooo. Precisamente en Ecooo, en la calle Escuadra, a escasos metros del teatro, es donde Podemos convocaba sus actos y ruedas de prensa hasta que habilitó un espacio en su sede de la calle Princesa. Fue en Ecooo donde se celebró un concurrido almuerzo en noviembre de 2014, después de la clausura en el Teatro Nuevo Apolo, también vecino de Lavapiés, se clausurara la Asamblea Ciudadana con la elección de Pablo Iglesias como secretario general del partido.

Y ese mismo día, después de la comida y de transitar por locales como El Aguardiente y El Juglar, muchos de ellos acabaron en la discoteca de Lavapiés, El 33... Discoteca en la que, aún a día de hoy, en fin de semana, se puede coincidir con algún joven activista que ya ha dejado su anonimato atrás.

Hoy, dos años después de aquel lanzamiento de Podemos, muchos de los protagonistas que allí se reunieron acaban de tomar posesión de su escaño en el Congreso, si no lo han hecho antes en otras instituciones, como es el caso de Pablo Iglesias, Teresa Rodríguez, Miguel Urbán o Isabel Serra.

En enero de 2014 estaban en Lavapiés... Y allí siguen. Este domingo, en un conocido restaurante de la calle Argumosa, El Achuri, compartían mesa al mediodía, junto con otras personas, el nuevo diputado de Podemos por Bizkaia, Eduardo Maura; con la diputada autonómica Jazmín Beirak y Sarah Bienzobas, miembro del Consejo Ciudadano Estatal y ahora en el equipo de gobierno municipal del Ayuntamiento de Madrid.

El Achuri, una cooperativa que acaba de cumplir dos décadas, es el lugar en el que tradicionalmente se han reunido, y siguen haciéndolo, algunos que ahora ocupan las instituciones, como el ahora eurodiputado Miguel Urbán, por ejemplo. Fue en la terraza de este local donde, hace un año, después de un acto en la Sala Mirador, otro referente del cambio –propiedad de la familia del actor Juan Diego Botto– por el que acuden de vez en cuando Pablo Iglesias y Alberto Garzón, compartieron cena la hoy alcaldesa de Barcelona, Ada Colau; el fundador de Podemos Juan Carlos Monedero; la diputada de Podemos Tania Sánchez; el hoy senador Ramón Espinar; y el ahora concejal de Madrid y vecino del barrio, Jorge García Castaño, entre otros muchos.

El propio Urbán acaba de abrir con la eurodiputada Lola Sánchez una sede de Podemos Europa en Embajadores, 35, el antiguo local de Traficantes de Sueños. ¿Y qué es Traficantes de Sueños, ahora mudado a Tirso de Molina? Además de una librería que edita libros, es un espacio de debate y reunión, en la que participan personas como el concejal de Ahora Madrid Pablo Carmona, próxima al Observatorio Metropolitano y el Foro de los Comunes, en los que participan el diputado autonómico Isidro López y el activista Emmanuel Rodríguez,y que ha albergado asambleas y sigue albergando, reuniones y asambleas de activistas.

Al otro lado de la calle Argumosa, enfrente del Achuri, hay otro local, la Funda-Mental, también frecuentado por muchos de los nuevos integrantes de la institución. No hace tanto, un viernes por la noche, se podía ver en una mesa a la dirigente estatal de Podemos Clara Serrano, y, en otra, a la eurodiputada de IU Marina Albiol con otros miembros de la dirección de la federación, como Clara Alonso, la secretaria de Comunicación, y otros que ya no están en la dirección, como la ex responsable de Convergencia, Lara Hernández, o el ex responsable de Juventud, Carlos Martínez Núñez.

El día de la última pegada de carteles, el 3 de diciembre, allí coincidieron de madrugada miembros del equipo de Podemos con miembros del equipo de Alberto Garzón. La confluencia que se percibe entre vecinos, amigos y activistas en Lavapiés no se tradujo en lo electoral. Como alguna vez ha dicho Tania Sánchez: “La política no es sólo Lavapiés”. Aunque tenga que ver con ella más de lo que parece.

El propio Garzón va a veces por allí o por el Achuri; como Monedero; o Luis Alegre –fundador de Podemos, secretario general de Madrid–; o Noelia Vera, ahora diputada por Cádiz; o Íñigo Errejón, número dos de Podemos; o Yolanda Díaz cuando pasa por Madrid; diputada de En Marea –miembro de la dirección de IU–; o el responsable de Argumentario y Discurso de Podemos, Jorge Moruno; la portavoz del Ayuntamiento, Rita Maestre; o los diputados Rafael Mayoral o Segundo González.

Y otros muchos, algunos aún no tan conocidos. Como los que se han reunido en Traficantes de Sueños. O en la antigua Marabunta –librería que cerró y en la que participaban Urbán y Alegre–. O en un local en el edificio del diario Diagonal, donde se gestó Ganemos Madrid, germen de Ahora Madrid.

Allí, hace un año, tejían ese nuevo espacio político que ha acabado gobernando la capital algunos de los activistas que son concejales o miembros del equipo de Gobierno, como Jorge García Castaño, Pepa López, Mario Munera, Jacobo Rivero, Fabio Cortese, Guillermo Zapata, Celia Mayer, Montserrat Galcerán, Toño Hernández, Anxela Iglesias, Esther Gómez, entre otros muchos. Y luego se les veía en el bar de abajo, el Naranjo de Bulnes, o en el de la otra esquina, El Botas, o en el de enfrente, si se hacía tarde, La Huelga.

O quizá no... Quizá al Travelling, o al Aguardiante... O a aquel local, indio, donde muchos acabaron la noche de aquellas Europeas que cambiaron el mapa político español debatiendo, hablando, discutiendo. O en el restaurante marroquí Gibraltar. O en el supermercado. O en la terraza del parque de la calle Casino.

Y así siguen, dos años después. Este miércoles Lavapiés ha tomado el Congreso... Al menos en parte y por un día.

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