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El diario de Villarejo recoge la ruta para sabotear el caso de la caja B del PP: de “salvar al tesorero” al “plan contra LB”

Pedro Águeda

2 de junio de 2021 22:40 h

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La imputación de María Dolores de Cospedal, su marido, Ignacio López del Hierro, y su jefe de gabinete, José Luis Ortiz, dirigen el foco de la investigación del espionaje a Bárcenas a quien era su principal beneficiario: el Partido Popular. El operativo “parapolicial” tenía por objetivo sabotear la investigación judicial de su caja B, aunque las últimas agendas incautadas a Villarejo evidencian que la preocupación del comisario y del resto de implicados por los problemas que pudiera originar el extesorero venía de antes incluso de que la Audiencia Nacional abriera la pieza sobre la financiación irregular del PP.

Abril de 2012: Bárcenas vuelve a estar imputado, hay que “salvarle”

La estructura de los diarios del policía es siempre similar: consiste en anotar una fecha y debajo escribir los nombres de las personas con las que ha hablado ese día, por teléfono o en persona. El 22 de abril de 2012, junto al nombre de Oli, Villarejo apunta: “Ayuda para salvar al tesorero”. Oli, según ha constatado Asuntos Internos, es el comisario José Luis Olivera, por aquel entonces jefe de la UDEF, la unidad policial que investigaba la corrupción del PP.

Olivera, según recoge el auto de imputación de Cospedal y López del Hierro conocido este miércoles, es “investigado” en el caso Kitchen, si bien fuentes del entorno del policía aseguran que este no ha recibido ninguna notificación al respecto. Hace meses que el juez ordenó indagar en sus cuentas bancarias a petición de Anticorrupción. Es una constante en las agendas de Villarejo el empeño del propio comisario y el resto de su banda en que Olivera se convirtiera en 2016 en director adjunto de la Policía. 

Un mes antes de esa anotación de abril de 2012, las alarmas se habían encendido en la sede de Génova. Cuando todo parecía bajo control, su tesorero volvía a estar imputado. La Audiencia Nacional corregía al instructor del caso Gürtel en el Tribunal Superior de Justicia de Madrid, Antonio Pedreira, y resolvía que ya se había inhibido en favor del tribunal especial cuando archivó la causa para Bárcenas, el exdiputado Jesús Merino y Ricardo Galeote, edil en Marbella. La amenaza judicial se volvía a cernir sobre el guardián de la caja B del PP.

El 23 de abril, al día siguiente de la anotación sobre el comisario Olivera, Villarejo escribe en el apartado de nombres: “ILH”. Se trata, a juicio de los investigadores, de Ignacio López del Hierro. “Ayuda a Barc”, una de las abreviaturas que los policías aseguran que Villarejo utilizaba para Bárcenas. López del Hierro, marido de Cospedal, dijo este miércoles en el Congreso que no entiende cómo se le puede vincular con la Operación Kitchen si él no ha trabajado nunca en el Ministerio del Interior ni ha sido militante del PP. En la página del día siguiente, el 24 de abril, Villarejo escribe que vuelve a hablar con López del Hierro: “Charla breve. MD (Cospedal) agradeció aviso Barc”.

En el momento de estas anotaciones, los abogados de Luis Bárcenas aún estaban pagados por el Partido Popular, que se afanaba en que su extesorero no tuviera que responder ante la justicia. Esa situación se prolongó en el tiempo y perduraba en septiembre de 2012. El día 18 de ese mes, Villarejo escribió: “Apoyar a tope a Bárcenas”. Otra vez vinculaba ese comentario con el comisario José Luis Olivera, al que el Gobierno del PP había apartado de la UDEF –puesto al que había llegado con el Ejecutivo socialista– para concederle la dirección del Centro de Inteligencia contra el Crimen Organizado (CICO).

Octubre de 2012: el encuentro con Cospedal

De las anotaciones de Villarejo, a las que los investigadores dan credibilidad tras contrastarlas con otros hechos ya acreditados por la investigación, se deduce que el comisario se reunió con Cospedal en persona, como ya hubiera hecho tres años antes en su despacho de Génova 13, según una grabación publicada por moncloa.com.

El encuentro se produce el 26 de octubre de 2012 en presencia de López del Hierro. El 22 de noviembre, Villarejo anota “Cospe” y la dirección de correo electrónico de la entonces número dos del PP. Cuatro días después, el comisario apunta el teléfono móvil de la secretaria de Cospedal.

Julio de 2013: Bárcenas tira de la manta, “plan contra LB”

Todo cambia cuando el juez Pablo Ruz ordena en junio de 2013 el ingreso en prisión de Bárcenas y el extesorero decide confesar el sistema de financiación irregular del PP desde su fundación. Si en marzo, Villarejo se refería a la acción en torno a Bárcenas como “Plan sobre LB”, en julio, después del cambio de actitud del extesorero, el policía escribe “Plan contra LB”. 

En esta última anotación se produce una novedad relevante para los investigadores: el comentario está asociado a un tal “Chisco”, apelativo que el comisario utiliza para Francisco Martínez, que siete meses antes había ascendido de jefe de gabinete del ministro Fernández Díaz a secretario de Estado de Seguridad. 

Hay tres notas de ese julio vinculadas a Martínez y el plan contra Bárcenas, el delator de la financiación irregular del PP. En la segunda se menciona “la problemática por posibles grabaciones de LB”. Es del 16 de julio de 2013. El 29 de ese mismo mes, Villarejo escribirá “Chisco: inicio de la línea dura”.

El 18 de julio de 2013 aparece una anotación sobre López del Hierro: “Aviso sobre contacto con Sergio [el chófer]. Él se encarga de hablar con Andrés Gordo [otro de los policías imputados]”.

Mayo de 2015: El policía de Cospedal sustituye a Villarejo

La operación Kitchen se desarrolló desde el verano de 2013 hasta octubre de 2015, aproximadamente. Una vez el tesorero entró en prisión se montó un operativo para tener controlada permanentemente a la familia de Bárcenas e intentar robar la documentación que pudiera esconder y que pudiera perjudicar a Rajoy, Cospedal o cualquier otro dirigente del PP. 

En el último tramo, Andrés Gómez Gordo ha regresado a la Policía procedente de un puesto junto a Cospedal en Castilla-La Mancha y sustituye a Villarejo en la manipulación del confidente Sergio Ríos, con el que había coincidido tiempo atrás trabajando para Francisco Granados en la Comunidad de Madrid. 

“Cocin fuera. Solo Andi” escribe el 13 de mayo de 2015 Villarejo en una nota que asocia a “Pin”, el directora adjunto operativo Eugenio Pino, bajo cuyo nombre anota “datos dados a Chisco”, lo que hace pensar a los investigadores que era información que ya había trasladado al secretario de Estado de Seguridad Francisco Martínez. 

Dos años después, con la operación Kitchen concluida y sus responsables fuera de los puestos que ocupaban, Villarejo sigue interesado por el material que pudo obtenerse durante la misma. El 16 de febrero de 2017 apunta sobre su charla con el comisario Olivera: “Big tiene copia charla entre LB y Raj. También con Arenas”. Big es el comisario imputado Enrique García Castaño y Raj, el expresidente del Gobierno Mariano Rajoy. Todos los policías han negado en sede judicial y en el Congreso que esas grabaciones existan.

Esas agendas y la abundante prueba documental siguen engordando un sumario en el que de momento están imputados el que fuera ministro del Interior y amigo personal de Mariano Rajoy, Jorge Fernandez-Díaz, el secretario de Estado de Seguridad de la época, Francisco Martínez, y la numero dos del PP, María Dolores de Cospedal, todos involucrados según los investigadores en una operación desde la cúpula de Interior y del PP para evitar que Bárcenas siguiese tirando de la manta.

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