Ambigüedad

Sobre la desindexación, Santamaría dice que se refería a los contratos públicos de las administraciones. Pero no responde a la pregunta del periodista. No desmiente que se vaya a utilizar con pensiones y salarios de funcionarios.

El PP se hace fuerte en el eufemismo. Subir impuestos se dice ahora converger:

Ya no estamos condicionados por los mercados, dice Montoro entre las risas de la vicepresidenta. Se refiere a que el endeudamiento del Estado camina ahora por números mucho más sostenibles que en la primavera de 2012. Las empresas no pueden decir lo mismo, ya que ven que continúa cerrado el grifo del crédito.

De Guindos intenta vender optimismo: “La España en lo que se refiere a los fundamentos económicos de hoy no tiene nada que ver con la España de hace un año”. Es decir, está mucho mejor, según el ministro de Economía.

Aparentemente, las expectativas sobre este Consejo de Ministros estaban exageradas. Lo más importante es la nueva previsión de datos macroeconómicos: el Gobierno se resigna a llegar a las próximas elecciones generales con un nivel de paro similar al actual, en cualquier caso por encima del 25%. Una campaña electoral basada en mensajes sobre política económica será un obstáculo de grandes dimensiones para el PP. Será mejor para ellos que comiencen a buscar mensajes alternativos.

Santamaría: “La desindexación del IPC afectará a los contratos públicos”. Le han preguntado si eso afectará a las pensiones. No ha respondido directamente. Después, De Guindos interviene pero tampoco responde. Luego, también habla Montoro, y dice que no conviene hablar ahora de otros temas por su posible impacto en los mercados. Confusión.

Montoro sugiere que habrá un impuesto sobre los depósitos bancarios para que lo paguen las entidades. Pero tendrá un tipo “muy moderado” para recaudar entre 150 y 200 millones.

Como habían solicitado varias CCAA, el Gobierno traslada la flexibilidad en el déficit también a las cuentas autonómicas. El objetivo de déficit para 2013 será del 1,2%. Antes era el 0,7%,

De todo lo dicho hasta ahora, el mayor impacto en el bolsillo de la gente viene dado por la palabra “desindexación”: el Gobierno dejará de considerar los aumentos del IPC como referencia para las pensiones y salario de funcionarios. Eso tendrá un impacto en el sector privado, aunque obviamente dependerá de las negociaciones en cada empresa.

De Guindos se atreve a decir que estas reformas pueden aportar dos puntos extra al PIB, un cálculo arriesgado y casi temerario porque en el futuro se podrá comparar con la realidad.

La previsión de desempleo es un reconocimiento de que no se va a crear empleo de forma significativa en esta legislatura. El Gobierno cree que el paro llegará al 24,8% en 2016.

Mientras se produce la rueda de prensa el Gobierno ha hecho públicas las nuevas previsiones macroeconómicas. Como era inevitable, se renuncia a las cifras irreales con las que se hicieron los presupuestos de este año. De entrada se prevé una caída del PIB en 2013 del 1,3%, no del 0,5%.

Santamaría habla de reformas ya conocidas (crear Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal, ley de transparencia, plan de lucha contra la morosidad...). Pero desliza que habrá cambios en los impuestos especiales (gasolinas, tabaco, alcohol...). Le llama “ajustar”, “converger” con Europa, fiscalidad medioambiental, por ejemplo. Es decir, habrá subidas de impuestos indirectos en algunos productos.