Alberto Núñez Feijóo marcó este miércoles la doctrina del PP sobre un hipotético reconocimiento del Estado palestino. Fue durante un ‘cara a cara’ parlamentario con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, quien anunció una gira europea para recabar apoyos a su intención de dar el paso antes del verano. 32.000 muertos gazatíes después, el líder de la derecha hizo como tantas otras veces: tratar de contentar a las distintas corrientes que cohabitan en su organización. Dijo ‘sí’ a reconocer Palestina, pero con unas condiciones que lo sitúan en el campo de la utopía.
El PP ya apoyó en 2014 una iniciativa del PSOE en el Congreso que instaba al Gobierno, entonces liderado por Mariano Rajoy, a “reconocer Palestina como Estado, sujeto de Derecho Internacional, reafirmando la convicción de que la única solución posible para el conflicto es la coexistencia de dos Estados, Israel y Palestina”. El texto, que cumple este año una década, continúa: “Este reconocimiento debe ser consecuencia de un proceso de negociación entre las partes que garantice la paz y la seguridad para ambas, el respeto a los derechos de los ciudadanos y la estabilidad regional”.
Algo muy parecido dijo Feijóo este miércoles en la tribuna del Congreso. “Sigue vigente la posición que pactamos, porque yo no abandono los grandes consensos en España”, dijo el líder del PP, quien pasó al ataque: “Si algo ha cambiado en este tiempo es que en los escaños azules de sus ministros se sientan personas comprensibles con el vil ataque de la organización terrorista Hamás”. Una afirmación dirigida a los ministros de Sumar, aunque tal cosa no ha ocurrido. De hecho, el ataque del 7 de octubre ocurrió con el anterior Gobierno de coalición en funciones.
Feijóo marcó las prioridades que tiene el PP. “Lo más urgente es el alto al fuego, la liberación de rehenes, la ayuda humanitaria y evitar una escalada”, dijo. Y concretó: “Apoyamos la solución de los dos Estados.Y añado [que] el cómo y el cuándo es clave para contribuir a una solución permanente. El reconocimiento debe ser realizado como resultado de un proceso negociador y, a mi juicio, tiene que contar con suficiente masa crítica de más países con peso”.
El líder de la oposición conminó a Sánchez a no avanzar en el camino del reconocimiento “mientras no resuelva todo esto”. Eso sí, sin nombrar una sola vez la palabra “Palestina”.
Lo dicho por Feijóo sigue la línea oficial marcada por su partido, por la UE (también en 2014) y por diferentes resoluciones de la ONU, que se apuntalan además en la idea de que también Palestina debe reconocer Israel y garantizar su existencia segura, tal y como se comprometió la OLP en los años 90 del siglo pasado.
El líder del PP ratificó la posición en su segundo turno de réplica. “El reconocimiento de un Estado sin que se den las condiciones para que sea viable puede perjudicar a los palestinos, y usted lo sabe”, dijo. “Yo no le digo que no reconozca el Estado palestino, le digo que no lo haga solo”, apuntó. Feijóo lanzó una serie de preguntas a Sánchez sobre las condiciones que se deberían dar para, en su opinión, reconocer Palestina como Estado: “¿Qué fronteras va a tener el Estado? ¿Qué población va a tener el Estado? ¿Qué régimen democrático va a tener ese Estado? ¿Estará desmilitarizado?”. Y concluyó: “Lo más urgente es el alto el fuego, la liberación de los rehenes, la ayuda humanitaria y evitar la escalada apoyando la solución de los dos Estados. por este orden, no por el desorden que usted quiere plantear”.
Aznar y “los intereses”
La toma de posición de Feijóo sobre el hipotético Estado palestino llegan días después de que irrumpiera en el debate José María Aznar. El expresidente y líder intelectual del ala más radical de la derecha española ha pasado de compartir sonrisas con Yasir Arafat cuando España era centro neurálgico de las conversaciones de paz entre israelís y palestinos a ser uno de los principales portavoces mundiales de la visión más ultra del sionismo expansionista.
Antes de ganar las elecciones de 1996, Aznar visitó Gaza. “Espero que se superen las dificultades y la paz se pueda culminar con seguridad para todos; democracia, estabilidad, respeto a los derechos humanos y posibilidades de prosperidad, y, por supuesto, respeto a los derechos del pueblo palestino”, afirmó. También reclamó a Israel cumplir los acuerdos de paz cuando ya era inquilino de la Moncloa. Incluso en tierra israelí apostó por el “proceso de paz”.
Unas declaraciones que están muy alejadas de las expresadas por Aznar este mismo mes de abril en un acto organizado por la fundación que preside, Faes. El expresidente pidió que Israel no se retire de Gaza, donde han muerto decenas de miles de personas en represalia por los ataques de Hamás del pasado 7 de octubre. El líder ideológico de la derecha neocon española rechazó una “negociación” con los palestinos, y conminó al Gobierno de Benjamin Netanyahu a “terminar esa operación”, en referencia a la ofensiva militar en Gaza que ha sido denunciada como un “genocidio” por la ONU.
Aznar, como Feijóo, criticó a quienes ven posible reconocer ya al Estado de Palestina. “A los que defienden la creación de un Estado palestino ahora, ¿a qué Estado se está refiriendo? Usted me dice que las Naciones Unidas reconozcan el Estado palestino. ¿Pero a qué Estado se refiere? Eso no existe”, apuntó en un acto convocado para hablar de Irán.
“Reconocer lo que no existe es absurdo”, añadió. Y prosiguió con las condiciones que cree el expresidente necesarias para siquiera pensar en el reconocimiento: “Usted tendrá que hablar primero de los rehenes, luego de cómo mantener la seguridad, luego de cómo mantener la convivencia y luego de cómo esas condiciones de seguridad impiden lo que está ocurriendo ahora, que es el intento de expulsión de los Estados Unidos, de Israel y del mundo occidental”.
Unas tesis muy similares a las expresadas por Feijóo, aunque de una forma muy diferente. En el PP no quieren entrar a “juzgar” las declaraciones de Aznar. “Nosotros nos debemos al programa electoral que ha presentado feijóo hace un año y también a los compromisos adquiridos en sede parlamentaria hace 10”, apuntan desde la dirección del PP. “Ayer Feijóo fue consecuente con la postura que votamos en el Congreso”, hace una década, añaden. “No hay más lectura que hacer que esa”, concluyen.
Un discurso cambiante
Pero el discurso del PP sobre Oriente Medio dista mucho de esa coherencia de la que presume Génova. Tras los atentados del 7 de octubre, en los que murieron más de 1.000 israelís y cientos fueron secuestrados por Hamás, el PP salió en defensa de Israel.
Lo hizo con mucha vehemencia el portavoz nacional del partido, Borja Sémper, justo después del ataque terrorista cuando renegó de las resoluciones de la ONU que consideran a Israel potencia ocupante en Gaza, y atacó con fuerza a Unidas Podemos (entonces en el Gobierno) por, dijo, tener “cercanía con el entorno de Hamás”.
En las semanas siguientes, Sémper siguió defendiendo a Israel tanto en sus comparecencias públicas como en su cuenta de Twitter.
También Feijóo. Con más de 15.000 muertos en apenas un par de meses de ofensiva contra Gaza, la mitad niños, el líder del PP defendió a Israel, calificó de “ocurrencia” el anuncio de Sánchez de reconocer Palestina como Estado y atacó a la vicepresidenta y líder de Sumar, Yolanda Díaz, por vestir una kufiya.
Feijóo pidió “no entrar en conflicto con nadie”, después de que los pasos de Sánchez provocaran las quejas oficiales de Israel. “Cuando tiene que elegir entre ponerse del lado de una democracia o de una organización terrorista, tiene que ponerse del lado de la democracia”, dijo su portavoz parlamentario, Miguel Tellado. “No nos representa”, dijo el líder sobre la posición española ante la guerra en Gaza.
Era todavía 2023. Con el nuevo año, algo debió pasar porque el PP rebajó el tono. Feijóo se reunió con el embajador palestino y dijo que “Palestina tiene derecho a la paz y a la prosperidad”, sin mencionar una sola vez la solución de los dos Estados.
La reunión coincidió con un discurso en el que Felipe VI un “alto el fuego” y recordó que la posición española es favorable al reconocimiento de Palestina como Estado. Unos días antes, el jefe del Estado ya había hecho un pronunciamiento similar, y Tellado salió al paso: “Las declaraciones de su majestad el rey son impecables y las comparte la inmensa mayoría de la sociedad española”.
Pero esa defensa de los dos estados que, según Tellado, “comparte la inmensa mayoría de la sociedad española” no cuenta con todo el predicamento entre las filas del PP. La presidente de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, o el vicesecretario Elías Bendodo son dos ejemplos.
Ayuso irrumpió en el debate el mismo día en el que Feijóo marcó posición. Y no para seguir la senda discursiva de su jefe de filas. Aunque quizá el fondo no es tan diferente, la forma de la presidenta de Madrid está alineada con Aznar. “No estoy en contra, pero no sé a qué viene”,dijo. “¿Qué mensaje lanzas al mundo? ¿Que cada vez que haya un ataque terrorista le das territorio?”, analizó. “Ha habido un ataque terrorista, que es con el que está ahora mismo batallando con el ejército de Israel”, zanjó. A principios de 2023, Ayuso visitó Israel. Tras los ataques de octubre, el Ayuntamiento de Madrid anunció que daría al país la Medalla de Honor de la ciudad, pero con el paso del tiempo y el amontonamiento de muertos civiles en las calles de Gaza, Almedia reculó.
Otro destacado dirigente que se ha posicionado es el vicesecretario autonómico, Elías Bendodo, quien fuera número tres de Feijóo hasta el fiasco de las elecciones generales. El malagueño aseguró estar “mucho más cerca de la opinión del presidente Aznar, pero muchísimo, muchísimo, muchísimo más cerca que, evidentemente, de la de Pedro Sánchez”. De la de Feijóo no dijo nada.