Un asesor de Esperanza Aguirre adjudicó 1,47 millones a una empresa de la trama Púnica

Los tentáculos de la trama Púnica se extendieron desde muchos ayuntamientos de Madrid gobernados por el PP hasta los mismos aledaños del despacho de la expresidenta de la Comunidad, Esperanza Aguirre. Su consejero de Presidencia, Justicia e Interior, Francisco Granados, está en la cárcel acusado de articular una “organización criminal”. Pero no es el único caso de colaboración del círculo de Aguirre con empresas de la trama.

Con la victoria del PP en las elecciones municipales de 2007, la empresa Waiter Music pasó de facturar cero euros en Algete a obtener 1,8 millones de fondos públicos en siete años, la mayoría por adjudicar festejos.

Entre 2004 y 2007, el político al frente de la concejalía competente era David Erguido, quien compaginaba su puesto en el Ayuntamiento con el de asesor de Aguirre en el Gobierno de la Comunidad. Según los datos a los que ha tenido acceso eldiario.es, Waiter Music obtuvo 1,47 millones de euros de su concejalía en ese periodo de tiempo.

Waiter Music es, según los investigadores, una pieza clave de la trama Púnica. Su dueño, José Luis Huerta, permanece en la cárcel desde el 30 de octubre acusado de siete delitos cometidos en el marco de la misma “organización criminal” al frente de la cual estaban presuntamente David Marjaliza y Francisco Granados. El juez señala en el auto de prisión que Huerta se benefició del poder de Granados en contratos con la Comunidad de Madrid. El magistrado añade que también se han encontrado “evidencias de la irregularidad de la contratación administrativa” de Waiter Music con distintos ayuntamientos.

Fuentes de la investigación confirman que las contrataciones del Consistorio algeteño se incorporarán a la vasta investigación que desarrolla la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil y que, por ahora, se centra en otros municipios de la Comunidad. El juez impuso a Huerta la más elevada de las fianzas para evitar la prisión, 300.000 euros, que este miércoles aún no había satisfecho.

La relación contractual de Waiter Music con Algete arranca el 17 de agosto de 2007, al poco de que el PP se hiciera con el Ayuntamiento. Ese día, la empresa resulta adjudicataria de cinco contratos distintos por valor de 30.000 euros cada uno. Todos esos contratos estaban destinados a la preparación de las fiestas patronales de la localidad, competencia de Erguido, en el mismo recinto ferial.

El Ayuntamiento optó por trocear las adjudicaciones y dividirlas en los siguientes conceptos: infraestructuras del recinto ferial, equipamientos de sonido e iluminación, espectáculo piromusical, contratación de orquestas e iluminación y ornamentación. Por la programación de actividades se les adjudicó, tres días después, otro contrato de 15.000 euros.

La ley vigente en ese momento dice en su artículo 141 que las adjudicaciones podrían realizarse sin publicidad siempre que el contrato no alcanzara los 10 millones de pesetas (60.000 euros), pero justificándose una serie de motivos excepcionales. Basta con que tres empresas aspiren al mismo. El Grupo de Delitos contra la Administración de la UCO tiene evidencias de cómo Marjaliza y sus colaboradores contaban con un centenar de empresas que utilizaban para simular una libre concurrencia.

En Valdemoro, por ejemplo, Waiter Music se quedó con la organización de la Cabalgata de Reyes de 2008 después de que Huerta se presentara a ese concurso sin publicidad con tres empresas de su propiedad y luego retirara dos. Al trocear la organización de las fiestas de Algete, ninguna de las adjudicaciones alcanzaba la cifra límite. La investigación deberá ahondar en las condiciones excepcionales que se alegaron en los pliegos.

En total, Waiter Music consiguió en su primer año de colaboración con Algete un total de 357.999,2 euros en contratos, de los que 273.000 euros salían de actividades organizadas por la Concejalía de Festejos de David Erguido. Al año siguiente, 2008, la empresa de Huerta batió un récord de facturación en Algete: 479.715,32 euros en nada menos que 31 contratos, de los que 26 estaban destinados a organizar eventos lúdicos en una población que supera en poco los 22.000 habitantes. De esos 31 contratos, sólo dos superan los 60.000 euros y, como tal, tenían obligación de negociarse con publicidad. En los cuatro años de Erguido, Waiter Music firmó un total de 71 contratos con el Ayuntamiento de Algete, el 80% vinculados a la Concejalía del político.

La cifra descendió ligeramente al año siguiente (355.992,4 euros en 2009) y fue algo más en 2010 (362.165,20). Pero cuando se redujo drásticamente la facturación de Waiter Music en Algete fue cuando Erguido dejó el Ayuntamiento para convertirse en concejal de la capital. En 2011, descendió en un 300% –ese año facturó 120.340 euros–. En 2012, se quedó en 89.145 euros. Para 2013, el desembolso de Algete en Waiter Music sufrió una caída en picado, con dos contratos –uno de ellos para un concierto de Alejo Stivel– por valor total de 7.683,5 euros, que se recuperó en 2014 con siete contratos por valor de 113.256 euros.

La empresa de la trama Púnica ha llevado este mismo año a Algete a la cantante Chenoa y los Cantajuegos, entre otros.

Una persona del equipo de Aguirre

La carrera política de Erguido arranca en 2000, cuando con apenas 25 años se convierte en concejal de Algete. Licenciado en Ciencias Políticas, Aguirre lo elige en 2003 para formar el equipo que prepare la campaña electoral y lo convierte después en asesor técnico de su Gabinete. Ese mismo año, Granados se convirtió también en secretario general del PP madrileño y, como tal, influía en las decisiones del comité electoral a la hora de elaborar las listas que el PP presentaba en cada municipio.

Con la victoria de la formación conservadora en Algete en las municipales de 2007, Erguido se convirtió en primer teniente de alcalde, el número dos del Ayuntamiento, y también concejal de Festejos. Además fue elegido diputado en la Asamblea de Madrid, y Aguirre renovó su confianza en él como asesor en la Comunidad, como consta en el Boletín Oficial de la Comunidad de Madrid.

Desde 2007, Erguido compaginó todos esos cargos en Algete, la Asamblea y el Gobierno de la Comunidad. Hasta que pasó a engrosar la cuota de aguirristas en la lista encabezada por Alberto Ruiz-Gallardón a la alcaldía de Madrid en 2011. Así se convirtió en concejal del distrito de San Blas-Canillejas y después en el de Centro, cargo que ocupa en la actualidad.

David Erguido también fue elegido por su partido para integrar la Asamblea General de Caja Madrid. El PSOE hizo un cálculo a finales de 2010 según el cual el político ganaba unos 80.000 euros anuales por los tres cargos y la asistencia a los consejos de la entidad bancaria.

eldiario.es ha trasladado a Erguido la intención de recabar su versión de todos estos hechos, pero el concejal de Centro ha rechazado hacer declaración alguna. Igualmente, esta redacción ha contactado con el Ayuntamiento de Algete, del que no ha obtenido ninguna respuesta.

El 'chico espabilado' que contestaba las cartas de la presidenta

Llegó a la Puerta del Sol, la sede del poder político en la Comunidad de Madrid, casi al mismo tiempo que Esperanza Aguirre. Era uno de los jóvenes entusiastas que habían colaborado en la campaña electoral tras la que, no sin tropiezos, la futura 'lideresa' popular se convirtió en presidenta.

“En 2003 me llamó para preparar la campaña electoral. Aguirre siempre da oportunidades a la gente joven, reparte juego a la gente con ganas de jugar. Es una ojeadora de talentos y ha promocionado a muchos políticos. Me echó el guante y fui el primer cargo que nombró como presidenta de la Comunidad de Madrid como asesor de su gabinete”, confirmaba el propio David Erguido mucho después, en 2011, en una entrevista concedida a la revista Página del distrito tras haber sido nombrado concejal de San Blas-Canillejas por el Ayuntamiento de Madrid.

En realidad le fichó Regino García-Badell, el jefe de Gabinete, hombre de la máxima confianza de Aguirre. En este selecto grupo donde se gestaban los pormenores de la acción del Gobierno, también estaban Pedro Corral (ahora responsable de Las Artes en el Ayuntamiento de Madrid) y Jesús Gómez, hoy alcalde de Leganés.

Las puertas de la primera planta de Génova 13 se las abrió Victoria Cristóbal, por entonces en prensa del PP de Madrid y que tenía una relación muy cercana con Esperanza Aguirre. Una relación que no perdieron a pesar de que ella abandonó tiempo después sus funciones protocolarias con la presidenta para convertirse en colaboradora directa de Francisco Granados. Las credenciales de Erguido eran inmejorables: dos personas del entorno más íntimo de la presidenta lo apoyaban.

“Trabajar con Esperanza es más que un máster y compaginé Algete como asesor de la presidenta”, explica en esa entrevista Erguido. Como asesor, este “chico espabilado” colaboraba en todo tipo de tareas del Gabinete: “contestaba las cartas que le enviaban a la presidenta, colaboraba en algún discurso...”, recuerdan fuentes de la Puerta del Sol. Otros le recuerdan por el apodo con el que cariñosamente le conocían por aquellos años, 'David, el gnomo', y lo identifican con responsabilidades menores, como la de colocar y activar el teleprompter en los discursos de la presidenta.

“Estar a su lado ha sido muy enriquecedor, es un torrente de la naturaleza, muy cercana y lo tiene todo muy claro. Ella está convencida que sus ideas son mejores y quiere que la gente prospere; explica su programa y quiere que la gente comparta sus ideas liberales”, resumía su devoción Erguido.