Vox recibió desde el primer día de su fundación financiación de exiliados iraníes simpatizantes del Consejo Nacional de la Resistencia de Irán (CNRI). En total, entre diciembre de 2013 y abril de 2014, un millar de iraníes hicieron 141 transferencias al partido español por valor de 971.890,56 euros, según ha informado este lunes El País.
El mismo 17 de diciembre de 2013, día en el que el partido de Santiago Abascal fue inscrito en el registro del Ministerio del Interior, Vox recibió una primera transferencia de este grupo de algo más de mil euros.
Las distintas donaciones en esos meses fueron empleadas para financiar el alquiler de la sede de la formación, en la madrileña calle de Diego de León, los sueldos de Santiago Abascal y de la plantilla, mobiliario y ordenadores.
Santiago Abascal “estaba encantado”
Alejo Vidal-Quadras, que ejerció como presidente de Vox de 2014 a 2015, ha explicado al mismo periódico que Santiago Abascal estaba al tanto de la financiación del grupo extranjero y que “estaba encantado”.
El que fuera cabeza de lista por la formación en las elecciones europeas ya había confirmado a eldiario.es que Abascal conocía el origen de las donaciones cuando El País reveló que el 80% de la financiación de su campaña a la elecciones europeas de 2014 provenía de simpatizantes del CNRI.
Vidal-Quadras ha incidido en que estas donaciones no provenían de la propia organización iraní, de corte marxista-islámica y con un pasado terrorista, sino de seguidores de este grupo.
La Ley de Financiación de Partidos Políticos prohíbe las aportaciones de entidades o personas extranjeras para las campañas electorales: “Los partidos no podrán aceptar ninguna forma de financiación por parte de Gobiernos y organismos, entidades o empresas públicas extranjeras o de empresas relacionadas directa o indirectamente con los mismos”, estipula el artículo 7.
De acuerdo con las informaciones reveladas, la fuente de ingresos extranjera cesó antes de las elecciones al Parlamento europeo de mayo de 2014.
Vidal-Quadras era quien tenía la relación con el grupo iraní desde su época de europarlamentario por el Partido Popular (1999-2014). Fue él quien conectó a Vox con los simpatizantes del CNRI, y las donaciones se detuvieron cuando este dimitió de la formación tras el fracaso en las elecciones europeas.