¿Hasta cuándo va a utilizar el PP en campaña la presencia de exmiembros de ETA en las listas de EH Bildu? La respuesta la dio este martes en el Senado uno de los principales dirigentes del partido: “Hasta que consigamos que los 37 se vayan”. “Los 37” son los candidatos con un pasado de actividad terrorista que la coalición vasca mantiene para las elecciones del 28 de mayo tras la renuncia, este martes, de los siete que fueron sentenciados por asesinato. El partido de Alberto Núñez Feijóo intenta así estirar la polémica que ha dinamitado la campaña del 28M hasta, previsiblemente, el mismo día en que los españoles vayan a las urnas.
Las listas de EH Bildu han dominado la sesión de control de este martes en el Senado, la última con presencia del presidente del Gobierno antes del domingo electoral. Feijóo, quien ha endurecido su discurso al calor de las hipérboles de la presidenta de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, cree haber encontrado una presa definitiva contra un rival que se muestra mucho más rocoso y resistente de lo que habían previsto los estrategas de la sede nacional del número 13 de la calle de Génova.
No se hizo real la hecatombe económica y la Comisión Europea ha respaldado casi todas las políticas puestas en marcha por el Gobierno de PSOE y Unidas Podemos. Y el PP ha recurrido a un tema que moviliza a los suyos y que le permite competir con Vox por el electorado de derechas.
El PP fantaseaba hace unos meses con ganar la mayoría de los gobiernos autonómicos en manos del PSOE y de sus aliados. Incluso hubo quien deslizó que la casi eternamente socialista Sevilla podía volver a bascular hacia la derecha. Pero a 12 días de las elecciones municipales y autonómicas, en Génova se conforman con “ganar” en número de votos en las locales aunque no se logre ningún Ejecutivo regional más.
En ese contexto, la presencia de 44 candidatos con antecedentes por pertenencia a banda terrorista en las listas de EH Bildu ha dado un nuevo argumento al PP para atacar al Gobierno de coalición por su supuesta connivencia con ETA y con sus hipotéticos herederos políticos.
La dirección de Feijóo pasó de no querer comentar las palabras del director de gabinete de Ayuso, Miguel Ángel Rodríguez, y de la propia presidenta madrileña en las que ponían en duda que el País Vasco sea una “democracia” a reclamar a Pedro Sánchez que modifique la ley para hacer “ilegal” lo que es “indecente”. El portavoz de la dirección de Feijóo, Borja Sémper, acumula años de experiencia como dirigente del PP en Euskadi. Fue quien el lunes 8 de mayo no quiso comentar las palabras del PP de Madrid. Desde que saltó la polémica, no ha hecho referencia al asunto.
En una semana, todo ha girado. Este martes el líder del PP intentó hacer responsable al presidente del Gobierno de la composición de las listas de EH Bildu. Sánchez dijo este fin de semana que esas candidaturas eran “indecentes”, pero también que estaban dentro de la ley. “Si lo de Bildu no es decente, tampoco es decente que pacte usted con ellos. Si lo indecente es legal, en sus manos está que no lo sea”, le espetó en el Senado.
Sánchez recoge el guante de ETA frente al PP
Los 15 minutos reglamentarios de cara a cara (algo más por bondad del presidente de la Cámara, Ander Gil) estuvieron dominados de principio a fin por ETA. En la Moncloa habían preparado a conciencia el choque en el Senado porque no tenían dudas de que esa sería la estrategia del líder del PP. Y por eso, lejos de esquivar el duelo, el presidente del Gobierno entró al cuerpo a cuerpo.
Sánchez le repasó a Feijóo las declaraciones de líderes del PP respecto a la banda terrorista desde el primer gobierno de José María Aznar hasta hemerotecas algo más recientes de portavoces como Borja Sémper o Javier Maroto. “El PP desde el Gobierno negoció con ETA y ustedes se rebajaron a la infamia de llamarlos Movimiento Vasco de Liberación Nacional”, dijo el presidente, que llegó a aludir a uno de los símbolos populares de las víctimas del terrorismo: “Con Miguel Ángel Blanco recién asesinado, el Gobierno del PP acercó a 120 presos, excarceló a 311 y lo justificó el señor Aznar diciendo que tomar posesión de un escaño siempre es mejor que empuñar las armas”.
El líder socialista calentó aún más a la bancada de la derecha cuando dijo que el PP “hizo lo imposible por intentar entorpecer el fin de ETA” cuando “llegaron a acusar a Zapatero de traicionar a los muertos y al señor Rubalcaba le insinuaron colaborar” con los terroristas, en referencia al denominado caso Faisán.
Pedro Sánchez leyó frases literales respecto a Bildu del actual portavoz en el Senado de los populares durante su etapa como alcalde de Vitoria. “Hace diez años dijo el alcalde de Vitoria, el señor Maroto, que no le temblaban las piernas por pactar con Bildu y que ojalá cundiera el ejemplo”. E hizo lo mismo con Borja Sémper: “Dijo poco después de la extinción de ETA que lo importante es que ETA se había acabado y que había que construir cuanto antes el futuro también con Bildu”. A esa hora, el portavoz nacional del PP tuiteaba datos económicos sobre la pérdida de poder adquisitivo en España.
Las palabras de Sánchez, que llegó a recurrir a las mentiras del Gobierno de Aznar tras el 11M, enervaron a Feijóo y al PP, decididos a exprimir la relación del PSOE con EH Bildu hasta el último momento. En juego están los gobiernos de Navarra y Pamplona, por ejemplo. Y quizá algún municipio vasco. Este fin de semana, de hecho, la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, tiene previsto hacer campaña en Bilbao.
El PP se desentiende de Aznar (sobre ETA)
“La hemeroteca nuestra es la de hoy”, aseguraron fuentes del PP tras las referencia de Sánchez a los acercamientos de presos de ETA por el Gobierno de Aznar, por ejemplo, tras el asesinato de Miguel Ángel Blanco. “El debate no debate en lo que hacían Aznar y Rajoy”.
Un desmarque de Aznar que no casa con la agenda del expresidente, a quien el PP ha movilizado en esta campaña para apoyar a muchos de sus candidatos. Este mismo miércoles participará en un acto del alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida.
Mientras, en la Moncloa creen que la intervención del líder del PP de este martes en el Senado terminará de cerrar el círculo que los socialistas se han empeñado en dibujar en los últimos meses. “Hemos visto a un Feijóo a la altura de Pablo Casado, de la misma calaña”, comentaban en el equipo del presidente tras el cara a cara, visiblemente molestos por la deriva del principal partido de la oposición respecto al discurso sobre ETA.
Justifican en el Gobierno la actitud tan combativa del presidente de este martes en un asunto como el terrorismo por la necesidad “de hacer frente a la instrumentalización de toda la vida del PP”. “Hemos visto a Feijóo acorralado ante la verdad”, dicen desde el Ejecutivo, donde tampoco tienen dudas de que la derecha seguirá haciendo de ETA su leitmotiv hasta el 28M. “No tienen nada más que ofrecer en la campaña”, concluyen.
En Génova hay quien sostiene que “Euskadi”, es decir, ETA, ya no “mueve un voto”. El 28 de mayo habrá otra oportunidad de comprobarlo.