“Hoy puedo afirmar ante estas cámaras que comienza el reinado de un rey constitucional”. Con estas palabras Felipe VI resumía la principal diferencia entre su manera de acceder al cargo y la de su padre. El nuevo monarca ha insistido en su discurso en su oferta de “una monarquía renovada para un tiempo nuevo”.
Duante el discurso en el Congreso han sido múltiples las referencias de Felipe VI a la crisis económica. El nuevo rey ha proclamado su “cercanía a todos los ciudadanos a los que el rigor de la crisis ha golpeado”. Felipe VI se ha presentado como un monarca que pretende ofrecer “transparencia” y “ejemplaridad”. “Deseamos una España en la que todos recuperen la confianza en las instituciones”, dijo durante su alocución.
Se da la circunstancia de que Casa Real ha apartado de los actos a la infanta Cristina, por su vinculación con el caso Nóos. Según fuentes de Zarzuela, consultadas por esta redacción, el rey Juan Carlos se encargó personalmente de comunicarle a su hija que no estaría en la ceremonia. El rey saliente comunicó la decisión por medio de una conversación telefónica, mientras su sucesor trabajaba ya en la redacción de un discurso en el que ha habido reiteradas referencias a la necesidad de superar escándalos y descréditos institucionales. “Los ciudadanos demandan que la ejemplaridad presida nuestra vida pública”, señaló Felipe VI en uno de los momentos del discurso.
Cataluña
El nuevo monarca ha cuidado mucho sus referencias a las diferentes sensibilidades políticas y lingüísticas que hay en España. Las lenguas cooficiales, señaló, “forman un patrimonio común que debe ser objeto de especial respeto y protección”. “En esa España unida y diversa basada en la igualdad de los españoles cabemos todos”, afirmó el rey en clara referencia a las aspiraciones soberanistas instaladas en parte del arco político y social de Cataluña. En su intento por tender puentes, el nuevo rey se despidió dando las gracias en castellano, euskera, galego y catalán.
Pese a los intentos de Felipe VI de buscar sintonías, Íñigo Urkullu y Artur Mas evitaron participar con su aplauso en el cerrado homenaje con el que todos los invitados recibieron el discurso del nuevo monarca.