“Tenemos una coincidencia de criterios muy sólida”. Con esa firmeza secunda la dirección del PSOE la propuesta de Miquel Iceta de “avanzar hacia una Hacienda federal” con la que Catalunya pueda gestionar todos los impuestos que se pagan en la comunidad. Ferraz avala esa medida y sostiene que está dentro de los márgenes defendidos por el partido. No obstante, el debate está garantizado dado que la medida se propone en campaña y en plena presión de las comunidades gobernadas por los socialistas para que el Gobierno plantee ya una revisión del sistema de financiación autonómica.
“El término Hacienda catalana no está siquiera planteado en el PSC. Habla de Hacienda federal, de compartir impuestos y responsabilidad fiscal”, explica el responsable de Economía del PSOE, Manuel Escudero. “Lo que Iceta propone es un consorcio tributario entre el Estado, el Gobierno y la Generalitat. Estaba contemplado en el Estatut. La idea no es nueva. Se busca ponerlo en marcha”, sostiene el responsable económico de Pedro Sánchez.
El PSOE sostiene que el PSC “no plantea una Hacienda propia tipo cupo vasco, sino mantenerse en el régimen común. Se comparte la gestión, la recaudación, la liquidación y la inspección” con el Estado, según explica Escudero.
“Para mejorar la eficacia de los órganos de gestión tributaria, impulsaremos la constitución del consorcio que dispone el artículo 204.2 del Estatuto de Autonomía de Cataluña, de participación paritaria de la Agencia Estatal de Administración Tributaria y de la Agencia Tributaria de Cataluña para coordinar la gestión, recaudación, liquidación e inspección de los impuestos del Estado recaudados en Cataluña”, señala el programa electoral del PSC.
Los socialistas sostienen que esa propuesta no es nueva y que ya está recogida en el Estatut, que se trata de desarrollarla. El texto estatutario señala que “la gestión, recaudación, liquidación e inspección de los demás impuestos del Estado recaudados en Cataluña corresponderá a la Administración Tributaria del Estado, sin perjuicio de la delegación que la Generalitat pueda recibir de éste”, es decir, que se puede ampliar el margen de gestión de tributos de la Generalitat si así lo decide el Estado.
“Proponemos aumentar la participación actual de las Comunidades Autónomas en el IRPF, IVA e Impuestos Especiales de manera que con los tres impuestos se cubran las necesidades de los servicios del Estado del Bienestar competencia de las Comunidades Autónomas. Los ingresos tributarios se pueden ampliar con la cesión de los nuevos impuestos creados en los últimos años que ya han sido concertados con las Comunidades Forales, como los nuevos impuestos ambientales”, agrega el texto con el que Iceta quiere presidir el Palau.
“Aumentar los porcentajes de cesión”
“Supondría aumentar los porcentajes de cesión de estos impuestos para aumentar la suficiencia financiera necesaria y al mismo tiempo crear también con estos recursos un fondo de garantía a repartir de manera igualitaria entre las comunidades autónomas”, dice el candidato socialista en un artículo publicado en El Mundo.
“Queremos avanzar en la construcción de una Hacienda federal, basada en compartir impuestos, asumiendo toda la responsabilidad fiscal y de gobierno que ello supone, y por tanto también la recaudación y gestión -en consorcio con la Administración central del Estado, tal como dice el Estatuto- de todos los impuestos que pagamos en Catalunya”, señala Iceta.
Tanto el PSC como el PSOE subrayan que la posibilidad de crear consorcios tributarios está recogida en la Declaración de Granada, la propuesta en materia territorial que pactaron todas las federaciones socialistas en 2013, cuando Alfredo Pérez Rubalcaba estaba al frente del PSOE.
Ese texto señala que la Constitución “debería precisar las competencias normativas y de gestión que tienen las Comunidades Autónomas sobre los impuestos, así como el modo de repartir su recaudación entre éstas y el Estado, e incluir para aquellas el doble listado de impuestos cedidos total y parcialmente a las Comunidades Autónomas, consagrándose el carácter exclusivamente federal del impuesto sobre sociedades. En su caso y de acuerdo con las previsiones estatutarias, se crearán los Consorcios Tributarios correspondientes, para la mejor coordinación de la recaudación fiscal”.
Libertad para “defender los intereses de su comunidad”
En una entrevista en Telecinco, Rubalcaba ha evitado rechazar la iniciativa de Iceta y ha asegurado que es negociable. La Declaración de Granada señala, por ejemplo, que el impuesto de sociedades siempre debe ser federal por lo que la gestión de ese tributo no debería cederse a Catalunya, según el texto secundado por todo el PSOE. También el presidente extremeño, Guillermo Fernández Vara, ha intentado rebajar las posibles discrepancias y ha asegurado que lo que tiene que ver con la financiación autonómica se deberá “decidir entre todos”.
Las propuestas en materia fiscal y financiera del PSC en la campaña del 21D son fuente de agitación en el PSOE dada la complejidad de la negociación del sistema autonómico. Las federaciones en las que gobiernan los socialistas ya se removieron con la propuesta de una quita para Catalunya, que también pide, por ejemplo, la Comunidad Valenciana de Ximo Puig.
El PSOE de Susana sostiene que si hay cambios en el sistema financiero deben abordarse en un en torno “multilateral” y “plantearse con carácter universal para el conjunto de las comunidades autónomas”, según ha expresado el portavoz, Mario Jiménez.
En Ferraz están preocupados por la imagen de división que el PSOE emite cuando se aborda el asunto de la financiación autonómica. “Cada uno es muy libre de defender los intereses de su comunidad autónoma como quiera en el contexto multilateral”, explica Manuel Escudero, que subraya que si Iceta es presidente Catalunya volverá a sentarse en el Consejo de Polítca Fiscal y Financiera.
“Que Iceta y el PSC planteen un consorcio es perfectamente legítimo”, sentencia Escuerdo, que manifiesta un “exquisito respeto” por las posiciones que defiende cada líder autonómico de acuerdo con los intereses de su región. La posición del PSOE se fijará en los órganos internos cuando llegue el momento y los socialistas son conscientes de que tendrán que lidiar con una batalla segura.