Ferraz rebaja el tono con Susana Díaz hasta que se dirima la gobernabilidad en Andalucía
Tras dar un golpe en la mesa desde Ferraz que ha avivado la crisis interna en el PSOE, la dirección socialista rebaja el tono con Susana Díaz. El encargado de escenificar el viraje ha sido el propio secretario de Organización, José Luis Ábalos, que ha asegurado que sus palabras se malinterpretaron este lunes, cuando señaló la puerta de salida a la presidenta en funciones si pierde la Junta.
“En ningún caso no he planteado dimisiones de nadie”, ha afirmado el también ministro de Fomento en la rueda de prensa posterior a la reunión de la Ejecutiva, que ha presidido Pedro Sánchez. “Se interpretó que estaba enseñando no sé que puerta”, ha expresado Ábalos. No obstante, todos los medios de comunicación titularon del mismo modo y no hubo ningún desmentido en toda la jornada.
El número tres de Sánchez ha cambiado su respuesta sobre la eventual dimisión de Díaz: “Diré que no rotundo, ni es conveniente, ni necesario, ni justificado, ni es nuestro estilo”. La contestación varía significativamente con la que pronunció este lunes a la misma pregunta: “Como dirigentes sabemos lo que tenemos que hacer siempre. Una cuestión muy asumida es que nuestro papel está siempre subordinado al éxito de nuestro proyecto político y estamos siempre a disposición de la organización que con generosidad nos ha otorgado la confianza”.
Para Ábalos esa es una “obviedad” que se aplica para todos los dirigentes políticos. No obstante, las palabras del secretario de Organización cayeron como un jarro de agua fría en la federación andaluza en un momento en el que Díaz quiere intentar reeditar su acuerdo con Ciudadanos. La presidenta en funciones llamó a Sánchez el lunes ante lo que se interpretó como una declaración de guerra de Ferraz a la todopoderosa federación que lidera. De hecho, fuentes de la Ejecutiva aseguran que están determinados a “tomar el control” de la organización regional para que se adapte a los nuevos tiempos.
El ministro ha deseado que no se reproduzcan las “hostilidades” entre Sánchez y Díaz “como reacción a estas cuestiones” que se han suscitado tras el batacazo en Andalucía. No obstante, en lo que sí ha insistido es en la necesidad de la “renovación” del “discurso” del PSOE que salió del 39º Congreso en el que Sánchez fue reelegido secretario general. Este lunes usó el término regeneración -que hoy ha dicho es un sinónimo- y Díaz le ha contestado en una entrevista en la Cadena SER: “Se regenera aquello que está degenerado y yo lidero un partido honesto y decente”.
“La renovación es un término que ha sido consustancial a nuestro proyecto. El interés de esta dirección es que el espíritu de ese Congreso llegue al conjunto del partido”, ha expresado el secretario de Organización. En esa línea ha insistido en que esa renovación es necesaria en el marco de la “reflexión” de los socialistas sobre los resultados en Andalucía.
Pero Ferraz quiere enterrar el hacha de guerra por ahora hasta que se dirima el futuro de Andalucía que, según reconocen los socialistas, “está muy abierto” ante la batalla de PP y Ciudadanos por el signo del presidente y que ha llevado a los de Pablo Casado a dar a elegir a Ciudadanos entre Juanma Moreno u otras elecciones. “La preocupación del PSOE es la gobernabilidad en Andalucía”, ha expresado Ábalos que considera que quien tiene que “liderar” ese proceso es “el PSOE-A, su dirección y cuenta con nuestro apoyo y confianza para que dé solución a esta cuestión”, ha querido zanjar Ábalos.
Sin embargo, la debacle en Andalucía ha removido las rencillas en el PSOE y la guerra solo se ha aplazado en el caso de que Díaz no mantenga la Junta. Ábalos ha comparecido ante los periodistas antes de que concluyera la reunión de la dirección para analizar los resultados. Varios de sus miembros han hecho apelaciones a la necesidad de mantener la “tranquilidad” hasta que se despeje el panorama. “Es el momento de cerrar filas y con el tiempo ya se verá”, dice un dirigente socialista.
La llamada de atención de Ferraz se produjo en respuesta a las voces que desde el susanismo culparon del hundimiento a la moción de censura con la que Sánchez llegó a Moncloa gracias al apoyo de los independentistas.
La lectura de la dirección federal es distinta y responsabilizan fundamentalmente a Díaz del desplome porque consideran que hizo una “campaña de trámite” y se confió en la victoria. Ábalos sí ha admitido que la situación de la política nacional también ha influido, pero ha cargado contra la “propaganda” y la “mentira” por vincular el Gobierno de Sánchez con pactos con ERC y PDeCAT que, según ha explicado, se han demostrado falsos, como la liberación de los presos o la orden a la Fiscalía para que no acusara a los líderes del procés de rebelión: “Me he cansado de decir que no pactamos nada con los independentistas. Le encanta decirlo, siga, pero es falso”.
Para la dirección del PSOE han sido víctimas del relato que ha hecho la derecha sobre la posición de Sánchez en Catalunya: “No se ha negociado nada”, ha insistido Ábalos, que ha defendido que Sánchez recibiera el apoyo de los independentistas en el Congreso para la moción de censura: “Es distinto una investidura. En un proceso de investidura sí que se ponen condiciones”. “Investir no es revocar”, ha sentenciado.
También ha defendido que el Gobierno se apoye en los independentistas para sacar adelante los presupuestos a pesar de que había reconocido que “igual que los independentistas no son constitucionalistas, tampoco Vox es constitucionalista” para denunciar que PP y Ciudadanos puedan usar sus votos para gobernar. Para Ábalos, los independentistas no tienen que pensar “en su proyecto político” para apoyarlos sino que piensen en los catalanes y catalanas“.