El prestigioso sistema educativo de Finlandia, considerado uno de los mejores del mundo, obtiene cada vez peores resultados en el informe PISA, una tendencia que preocupa profundamente a las autoridades del país nórdico.
En la última Evaluación Internacional de Estudiantes (PISA 2012), cuyos resultados se presentaron hoy, Finlandia se mantiene por encima de la media de los países de la OCDE, aunque ya ha sido superado por varios estados asiáticos y europeos.
Según este informe, los estudiantes finlandeses de 15 años obtuvieron un resultado de 519 puntos en matemáticas, 25 menos que en 2003, la última vez que el conocimiento matemático fue la principal materia del estudio PISA.
Este retroceso, que equivale a más de seis meses de escolarización, hace caer a Finlandia desde el puesto 2 al 12 en la lista de 65 países y regiones que participan en la evaluación.
“De todos los países que destacaron en el informe PISA 2003, Finlandia es el que más ha retrocedido en la última evaluación, y esa tendencia es un motivo de grave preocupación”, señaló el Ministerio de Educación finlandés en un comunicado.
Los alumnos del país nórdico tuvieron un alto rendimiento en las otras dos materias evaluadas, comprensión lectora y ciencias, pero cayeron del primer puesto logrado en ambas en 2003 al sexto lugar en lectura y al quinto en ciencias.
“El descenso general de los resultados indica que debemos tomar medidas enérgicas para desarrollar la educación finlandesa”, afirmó la ministra de Educación, Krista Kiuru, quien anunció la creación inmediata de un amplio foro formado por expertos en enseñanza, políticos, padres y alumnos “para salvaguardar el futuro del sistema educativo”.
Según la ministra, además de seguir fomentando la igualdad, Finlandia debe encontrar medios para aumentar la motivación de los alumnos durante el aprendizaje y mejorar el ambiente de las escuelas.
Varios expertos coinciden en que la falta de motivación es, precisamente, una de las causas que explican el menor rendimiento de los estudiantes finlandeses, junto a un estancamiento de las técnicas docentes.
Algunos analistas locales comparan el retroceso de Finlandia en las pruebas PISA con el declive, víctima de su autocomplacencia, de uno de sus símbolos nacionales: la compañía tecnológica Nokia.
La multinacional finlandesa no dio un salto adelante en innovación cuando estaba en la cresta de la ola -en 2007 llegó a fabricar el 40 % de todos los teléfonos móviles que se vendieron en el mundo-, y pocos años después sus dispositivos quedaron desfasados frente a los de sus rivales, con el consiguiente desplome de sus ventas.
“Existe un paralelismo con Nokia. Hemos estado demasiado satisfechos de nosotros mismos. Otros países han venido a Finlandia para aprender de nuestro sistema educativo y luego han desarrollado el modelo, por eso ahora nos han superado”, señala Olli Luukkainen, presidente del Sindicato de Educación de Finlandia (OAJ).
Pasi Sahlberg, una de las máximas autoridades finlandesas en la materia, comparte esta opinión: “No hemos visto una mejora de las escuelas en los últimos doce años. Finlandia se ha ocupado mucho más de explicar a los demás el porqué de nuestro éxito en PISA que de centrarse en cómo progresar”, sostiene.
Por su parte, el responsable nacional del área de ciencias del programa PISA, Jouni Vettenranta, cree que el peor rendimiento de los alumnos finlandeses, y en especial de los chicos, se debe en parte al modo en que está cambiando el mundo.
“Cada vez hay más estímulos, los vídeojuegos y las redes sociales les interesan más que la educación o la lectura”, afirma Vettenranta.
A pesar del éxito en el informe PISA 2012 de países asiáticos como Singapur, Corea y Japón, los expertos finlandeses coinciden en que la clave para volver a estar en cabeza no consiste en imitar su modelo educativo, sino en desarrollar el propio sistema finlandés.
“Los países asiáticos tienen modelos educativos bastante autoritarios y demasiado dirigidos por el profesor; no son el modelo que me gustaría para Finlandia”, señala Luukkainen.